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MEMPHIS GRIZZLIES | ANÁLISIS

Memphis Grizzlies: comienza una era Tennessee... ¿o tal vez no?

La llegada de David Fizdale al banquillo de Tennessee anticipa un baloncesto más ofensivo. Pero siguen los referentes del grit and grind.

Los Grizzlies quieren seguir compitiendo en el Oeste.
Los Grizzlies quieren seguir compitiendo en el Oeste.MIKE BROWNDIARIO AS
NBA

¿Cambiar todo para que nada cambie? Los Grizzlies dejaron un lustro de altas aspiraciones con la plaga de lesiones que arrasó la rotación la pasada temporada, en la que al menos conservaron el pedigrí competitivo y se metieron en playoffs, donde nada pudieron hacer ante los Spurs, que les dejaron sin victorias y en 74 y 68 puntos en los dos primeros partidos de una serie absolutamente desequilibrada. En cierto modo, ese final orgulloso pero amargo de temporada pareció anticipar el fin de una era en Tennessee, hogar del country y el blues pero también de ese grit and grind que durante los últimos años convirtió a los Grizzlies en uno de los equipos más duros de la NBA: baloncesto de vieja escuela, defensa y físico, anotaciones bajas y una tonelada de sudor en cada posesión. Un equipo que era, sobre todo en su pista, un paso por el dentista para cualquier rival pero que finalmente se quedó corto: las lesiones, sí, pero también la falta de profundidad, de tiro exterior y, más allá del (pírrico) número de triples, también de anotación fiable desde el perímetro. Dave Joerger, que amplificó la idea de Lionel Hollins, se fue. Y comenzó otra era en Memphis

¿O no? Porque los Grizzlies en realidad han apostado por matizar y no transformar, evolución sin revolución basada en la continuidad de Mike Conley a cambio de, no todo el mundo lo supo entender pero es la ley del mercado, 153 millones de dólares por cinco años. La llegada de David Fizdale al banquillo y de Chandler Parsons a la rotación anticipan un estilo algo más abierto en ataque, una necesidad en esta era de bombardeo exterior, sin renunciar del todo a los principios de ese grit and grind. Claro que Tony Allen tiene ya 34 años, Zach Randolph 35…. y Marc Gasol cumplirá 32 en enero, listo tras su grave lesión en un pie y dispuesto a recuperar terreno en la jerarquía de pívots NBA que hace no mucho llegó a presidir. A base evolucionar, el núcleo duro de los Grizzlies se ha ganado otra bala más en un Oeste en el que hay mucho que aclarar más allá de los Warriors. ¿Hasta dónde pueden llegar esta vez? Difícilmente a competir de igual a igual con los grandísimos aspirantes al título (sólo Warriors y Cavs, en realidad) pero si les respetan las lesiones, quizá sorprendan a más de uno...