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WNBA | MINNESOTA LYNX

Anna Cruz: "El seguimiento crece, pero hay mucha diferencia"

La jugadora de los Minnesota Lynx habló tras el cuarto partido de las Finales sobre baloncesto femenino y las opciones de revalidar el anillo.

Anna Cruz, ante Los Angeles Sparks.
CRAIG LASSIGEFE

Anna Cruz, jugadora española de los Minnesota Lynx, está a un paso de revalidar el anillo de campeona de la NBA femenina (WNBA), algo que sería "impresionante" y que espera que contribuya a que el deporte femenino reciba mayor atención por parte de los medios de comunicación en España.

"Es lo que hay", dijo la catalana la pasada noche en el vestuario del Staples Center sin perder la sonrisa de la que siempre hace gala. "Agradezco que estés aquí, pero es cierto que no hay mucha presencia de los medios. Lo entiendo en parte porque estoy lejos y, evidentemente, no se van a desplazar", agregó la de Barcelona.

"Supongo que si gano el anillo, el seguimiento será a partir de ahí", manifestó la internacional española, que se alzó con la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en verano, un bronce en el Europeo de 2015 y otra plata en el Mundial de Turquía 2014 junto al resto de la selección.

"Es cierto que algunos medios me han llamado: radios, periódicos... Pero el seguimiento no es el mismo", indicó la jugadora. "Nosotras no podemos hacer más. Simplemente jugamos al basket y llevamos haciéndolo bien muchos años. El seguimiento ha ido creciendo en los últimos años, pero hay una enorme diferencia", añadió.

Cruz reconoció que le preguntan sobre este asunto a menudo y que siempre contesta lo mismo, una respuesta que ha hecho que haya quien le llame "feminista".

"La realidad es que hay diferencia en el trato entre el deporte masculino y el femenino; no solo en el basket, sino en todo en general", declaró.

Los Minnesota Lynx vencieron este domingo en el Staples Center a Los Angeles Sparks por 79-85, y forzaron el quinto y definitivo encuentro en la Final de la NBA femenina.

"Sabíamos que hoy era ganar o irnos a casa y hemos jugado un muy buen partido, sobre todo en defensa, donde hemos estado muy sólidas. Pero esto es lo que teníamos que hacer; tampoco hay que celebrarlo mucho porque es lo que tocaba y es lo que hemos hecho", indicó la base de 29 años.

El jueves, en el Target Center de Minnesota, se disputará el partido decisivo, donde se decidirá quién se corona campeón de la WNBA.

"Sabemos que no va a ser fácil. Hay que luchar los 40 minutos. Los dos equipos nos conocemos mucho; sabemos cómo juegan y ellas saben cómo jugamos, así que será un partido que se definirá por detalles. No creo que nadie vaya a perder de 20. Será muy igualado", sostuvo.

La estrella de los Lynx, Maya Moore, fue la mejor jugadora del duelo con 31 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias en un partido de alto voltaje que se dirimió en los últimos instantes.

Cruz jugó 6:52 minutos en los que aportó dos asistencias y un robo de balón. "Sabía que mi rol iba a ser distinto este año y que llegaba muy tarde, pero yo siempre salgo con la misma actitud, ya sea para jugar 2 o 20 minutos. Siempre intento ayudar y aportar", valoró la española, que debutó esta temporada con los Lynx a finales de septiembre.

"No me costó adaptarme porque conocía a casi todas en el equipo y al cuerpo técnico. Me lo han puesto muy fácil. Ellas llevaban una muy buena dinámica durante todo el año, así que entrar y formar parte del equipo cuesta. Pero estoy agradecida, ya sea con 2 o 20 minutos. Estoy contenta", recalcó.

La clave del éxito en esa plantilla, para Cruz, es que todo el mundo acepta su rol y aporta lo que sabe. "Todas las que hemos salido hemos aportado. Eso es lo que hace grande a este equipo. Todas tratamos de sumar lo que podemos, y estamos unidas dentro y fuera de la pista", señaló.

Cuando la temporada estadounidense acabe, Cruz hará las maletas y, tras una breve parada de un día en España, pondrá rumbo a Rusia, donde desde hace tiempo la espera su equipo, el Nadezhda Oremburgo. "Llegaré sin apenas descanso. Tendría que estar ya allí, de hecho. Pero es lo que hay", admitió.

Ahora tiene entre ceja y ceja un sueño: su segundo anillo consecutivo. "Sería impresionante. Pero todavía no lo hemos hecho, así que no quiero ser gafe. Espero tener dos en unos días", concluyó.