Brujería en los Sixers: fractura de Ben Simmons en el pie derecho
El número uno del último draft tiene roto el quinto metatarsiano. Es baja por tres meses. El gafe de la franquicia de Philadelphia continúa…
Ben Simmons, número uno del draft 2016, ha sufrido una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho. Una mala noticia confirmada por los Sixers a través de un comunicado. A falta de decidir el tratamiento a seguir, el australiano es baja por tres meses, según informa el periodista de la ESPN Jeff Godman. Cuando queda menos de un mes para el inicio del curso 2016-17, la franquicia de Philadelphia sufre un nuevo varapalo. El alero, al que muchos ven ya como el próximo LeBron (no en vano, las expectativas fijadas en él por su nuevo equipo son muy altas), se lesionó en el último partidillo de entrenamiento (scrimmage en inglés) en la Universidad de Stockton, lugar en el que los de Brett Brown habían iniciado su pretemporada esta misma semana.
Tras esta lesión de Simmons, se confirma que lo de los Sixers con sus últimas (y muy elevadas) elecciones en los últimos draft parece ya cosa de brujería. Veamos. En 2013, los Pelicans escogieron con el número 6 a Nerlens Noel, quien en septiembre de ese mismo año recaló en 'Philly'. Una lesión de rodilla le hizo pasar por el quirófano y le dejó en el dique seco la temporada de su estreno al completo. No debutó hasta la 2014-15, campaña en la que también debería haber iniciado su carrera Joel Embiid. Sin embargo, el pívot camerunés (pick 3 del draft 2014) se fracturó el hueso navicular de su pie derecho pocos días antes de la ceremonia. Diversas recaídas le han impedido disputar ni un solo minuto en la NBA hasta la fecha. Todo apunta, a que este año por fin podrá arrancar su carrera profesional. En 2015, la apuesta de Sam Hinkie (aun sin él ya en los despachos, el 'Proceso' parece predestinado a no despegar nunca) fue Jahlil Okafor. El center sí pudo jugar en su curso rookie, pero diversos problemas físicos le hicieron perderse un total de 29 partidos. Y ahora Simmons. Sí (el primer número uno sixer en 20 años tras Allen Iverson), parece que les ha mirado un tuerto.
Más allá de la lesión en sí, el debate se centra ahora en el peso del australiano. Y es que, el propio jugador reconoció este lunes haber ganado 15 kilos desde que abandonara la primavera pasada la disciplina de los Tigers de Louisiana State. No obstante, las mayores dudas que había recibido este proyecto de estrella no eran otras que la de su aparente fragilidad en un baloncesto tan físico y veloz como el que se practica en la NBA. Comer bien, levantar pesas y trabajar duro: fue el plan seguido para lograr este rápido aumento de masa muscular. Un factor que ya hay quien considera que ha podido influir en su desafortunada lesión. Pero más allá de las primeras especulaciones, lo que ya sabemos es que el juego exterior del equipo de Sergio Rodríguez pierde, por el momento, a su gran referente. La pregunta ahora es, ¿hasta cuándo?