La llamada que no llegaba: los Magic y 'el Draft de O'Neal'
Jackie MacMullan (ESPN) ha destapado lo que pasó realmente el 24 de junio de 1992. ¿Y si no hubieran podido elegir a Shaq?
Todo el mundo sabía que ese número uno del Draft era para Shaquille O'Neal (LSU). Tanto es así que, cuando se celebró la lotería, 11 de los equipos que aspiraban a conseguir el premio gordo, guardaban bajo las sillas camisetas con su nombre (y su logo, claro: el jumpman que él mismo diseñó). "Fue el Draft de Shaq", afirma Pat Williams, vicepresidente (senior) de la franquicia de Florida que fue el encargado de representar al equipo en aquella lotería. Pero... ¿y si no hubieran podido elegir?
Cuenta MacMullan (ESPN) que aquello no fue un precisamente un camino de rosas para los Orlando Magic. Tres años de vida tenía entonces una franquicia que había entrado en la NBA en la expansión del 89 junto a los Minnesota Timberwolves. Aquel número uno era, potencialmente, el punto de inflexión que necesitaban para competir de verdad (hasta entonces, 70 victorias y 172 derrotas). O'Neal lo cambiaría todo...
Los primeros problemas los planteó su agente, Leonard Armato, que soñaba con la idea de que O'Neal jugara en los Lakers (ocurriría cuatro años más tarde). "Estuvo muy distante", asegura Williams 24 años después de dejar claro que no iba a traspasar al que podría ser su jugador franquicia antes de que debutara.
Al final, los Magic lograron que Shaq cogiera un vuelo privado para visitar Florida junto a su padre y su hermano (12-13 años) a solo dos días del Draft. La visita fue bien. O'Neal se lanzaba comida con su hermano en la mesa y jugaba con los tenedores como armas. Era un chaval de 20 años poco acostumbrado a cenas elegantes.
Llegó el día del Draft, que aquel año se celebró en Portland. Allí estaba concentrada la selección estadounidense, disputando el Torneo de las Américas. Y allí se vivieron, quizás, los momentos más difíciles de la franquicia que nos ocupa.
"La metida de pata más gorda de la historia del deporte"
"Es el turno de los Orlando Magic. Tienen cinco minutos para elegir", dijo entonces David Stern. Era el momento que cambiaría la historia del equipo para siempre... Y justo entonces, cuando todo tenía que salir rodado, los problemas técnicos le robaron el protagonismo a O'Neal. Desde las oficinas de la franquicia era imposible contactar con los oficiales de la liga en Portland. No podían informar de su elección. "Quedaba un solo minuto y yo pensaba: esto va a ser la metida de pata más gorda de la historia del deporte. ¿Qué pasa si no podemos hacer el pick?", recuerda Williams.
Al final, un móvil Nokia de los que en mi casa eran conocidos como 'la radio del capitán' (por tamaño y antena) salvó a los Magic. Alex Martins (CEO), que entonces era un joven director de relaciones públicas, salió de las instalaciones y llamó a la central de la NBA en Nueva York (una solución a la que costó tanto llegar, seguramente, por los nervios del momento). Desde allí contactaron con Portland en los últimos segundos y Stern pudo poner fin a la agonía de un O'Neal que ya pensaba que los Magic habían cambiado de opinión: Alonzo Mourning (Georgetown) y Christian Laettner (Duke) eran las otras dos grandes estrellas del Draft.
De infarto. Salvados por la campana. Nunca sabremos lo que habría sucedido si aquel pick no hubiera llegado a Oregón el 24 junio de 1992.