¿Hay más Ibaka del que hemos visto hasta ahora en la NBA?
El ala-pívot, que fue traspasado a los Orlando Magic en junio, asegura estar encantado con su nueva oportunidad.
-
- Sigue el Cierre del Mercado: de Fichajes NBA en directo .
A sus casi 27 años, Serge Ibaka se enfrenta por primera vez a lo que significa cambiar de equipo en la NBA. Y, en su caso, el cambio es especialmente complicado: pasa de jugar en un equipo que aspiraba a todo, en el que llevaba siete años y del que conocía cada resquicio (Oklahoma City Thunder), a ponerse la camiseta de otro que está muchos pasos por detrás en cuanto a nivel y del que no conoce, como es normal, absolutamente nada (Orlando Magic). La pregunta que me surge es la siguiente: ¿será este cambio justo lo que necesitaba el ala-pívot para dar un paso más, o ya conocemos todo lo que puede dar Serge Ibaka?
No hay que olvidar que se trata de un número 24 del Draft. Su evolución durante sus primeras cinco campañas en la NBA fue increíble. Pasó de no jugar ni un solo partido como titular a ser indiscutible en el cinco inicial en menos de dos años. De los seis puntos de su primera temporada a los más de 15 que logró en la quinta (su tope hasta el momento). De ser un defensor atlético con mano desde los cuatro-cinco metros a encontrarse más que cómodo desde la línea de tres puntos. Ibaka ha trabajado muchísimo para convertirse en un jugador importante en la NBA, pero es imposible negar que su juego se ha estancado en los últimos tiempos. De ahí la duda: ¿tiene Ibaka un paso más?
Los Thunder como lanzadera y...
El ala-pívot ha crecido tanto en la cancha como fuera de ella con Kevin Durant y Russell Westbrook como compañeros de viaje. Compañeros que, evidentemente, juegan en otra liga. Durante mucho tiempo, Ibaka evolucionó de la mano de estos dos extraterrestres, pero también tocó ladrillo junto a ellos. En los últimos tiempos, el 'cuatro' se ha convertido en un buen taponador (1,9 por partido la temporada pasada, lejos de 3,7 de la 2011-12), capaz de cambiar en casi todos los bloqueos para perseguir a los 'pequeños' por fuera. Pero, como le ha ocurrido también a Kevin Love, su mejora en el triple y el enorme nivel creativo de sus compañeros le ha llevado al abuso (por conformismo u obligación): tiró seis en sus primeras tres campañas; 389 en las últimas dos.
La moda del 'cuatro abierto' en la NBA tocó techo hace un par de temporadas, y hay muchos jugadores que se han quedado estancados en esa ola. Que un tipo de 2,10 atlético tire triples es una amenaza tremenda siempre que se utilice como complemento, pero pierde casi todo su atractivo cuando se convierte en su único recurso ofensivo. Quiero decir: Draymond Green no tira un triple (38% de acierto en la 15-16) si pueden tirarlo Stephen Curry (+45%) o Klay Thompson (+42%), ni si puede hacer una finta para continuar o sacar tiros libres. Tampoco he visto nunca a Tony Parker jugar un uno contra uno en el poste (aunque sí lo ha utilizado como recurso alguna vez) si existía la opción de que lo hiciera Tim Duncan. Todas y cada una de las habilidades que adquiere un jugador durante su carrera ayudan a que crezca como deportista. Y todas pueden ser muy útiles durante un partido de baloncesto. Pero eso no quiere decir que 'como puedo tirar triples me voy a dedicar a tirar triples'. Algo así solo vale para jugadores que son realmente especialistas (los Korver, Kaponos...). Para que nos hagamos una idea, Ibaka ha bajado de los 8,8 rebotes a los 6,8 en los últimos dos años. ¿Por qué? Porque pasa mucho más tiempo en el perímetro. Y en los Thunder valía porque ya estaba Westbrook para compensar, pero...
Posibilidades
¿Ha sido el Durant-Westbrook sistema lo que ha llevado a Ibaka a estancarse o ha sido el pívot el que se ha acomodado, esperando a que los demás crearan para lanzar desde una esquina? La pregunta tendrá respuesta en los próximos meses, ya que el traspaso a los Magic le abre un nuevo camino al congoleño. Ahora tendrá galones y tendrá que demostrar si tiene ese paso más. Ha demostrado durante su carrera que por trabajo no será, y puede que este cambio de aires fuera justo lo que necesitaba para volar lejos del abrazo de sus amigos extraterrestres. Aún no ha cumplido los 27, puede que sus mejores años estén por venir.
"Me siento como si fuera un novato otra vez. Estoy encantado de estar en Orlando, aunque a mucha gente le cueste creerlo. El traspaso me ha dado una nueva oportunidad de demostraros de lo que soy capaz", escribió ayer el ala-pívot en Sports Illustrated.
¿Se imaginan al Ibaka actual con un par de movimientos en el poste, unos 15 tiros por partido, la misma garra de siempre y el triple como recurso para jugar con las distancias en el pick&pop? Suena bien, ¿verdad? No tardaremos en salir de dudas.