BALONCESTO | ESPAÑA 64-TURQUÍA 62

Anna Cruz, la campeona de la WNBA de Badalona

La escolta dio el pase a la Selección con una canasta en el último segundo ante Turquía. La internacional es la segunda jugadora española con una anillo de la WNBA.

Como ya ocurrió el pasado 14 de octubre, Anna Cruz (27-10-86) ha vuelto a hacer historia para el baloncesto de nuestro país. Aquel día se convirtió en la segunda española en la historia en ganar un anillo de la WNBA emulando a Amaya Valdemoro. Y ahora, este 16 de agosto, Cruz ha clasificado por primera vez a la Selección para unas semifinales de los Juegos Olímpicos.

La jugadora de los Minnesota Lynx no es nueva con la Selección. Ni con su grandeza. Ya estuvo en los bronces de 2009 (Eurobasket) y 2010 (Mundobasket), pero se perdió el oro continental de Francia en 2013. Ese año se lesionó en su adiós en Rivas, que le había brindado dos Copas de la Reina (2011 y 2013). No jugó la segunda parte de la final ante el Perfumerías Avenida y fue el primer descarte de Lucas Mondelo para la cita de Orchies por sus molestias físicas.

En octubre de 2014, en cambio, era protagonista de un nuevo éxito del baloncesto español, que jugaba por primera vez la final de un Mundial. Y nueve meses después metía a España en el Preolímpico (donde lograría el billete a Río) del este verano con un 2+1 ante Montenegro (75-74), en los cuartos del Eurobasket de Hungría y Rumanía. Tras ganar el bronce con España, cogió un avión rumbo a Estados Unidos. A pesar de que su sueño americano comenzó un año antes (en el verano de 2014 jugó con las New York Liberty), su destino ahora eran las Lynx, candidatas al anillo con la mejor jugadora del mundo, Maya Moore, en la pista. “Estoy impresionada por todo lo que nos está dando en tan poco tiempo”, dijo la norteamericana después de que Anna Cruz sustituyera a la lesionada Seimone Augustus y firmara el mejor partido de siempre de una jugadora nacida en España en la WNBA (16 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias) en una victoria sobre Chicago (84-66).

Unos meses después, la escolta catalana licenciada en comunicación, seguía siendo importante en la consecución del tercer anillo de las Lynx. Con casi 27 minutos en pista, promedió 7,2 puntos, 3,1 rebotes y 2,9 asistencias, que le han servido para ganar un anillo y asistir a un pase privado de Prince. El cantante fue uno de los invitados de lujo en el quinto partido de la final ante las Indiana Fever. “Creo que soy la primera española que le ha visto en privado, aunque no tengo pruebas, no podíamos llevar móviles”, cuenta esta amante del rock español. 

Sin recuerdos, pero Anna no olvida. “Nunca hay que olvidarse de las raíces”, dijo tras ganar la WNBA con las Minnesota Lynx. Formada en los Maristas de Badalona y en Gitanjali, pronto llamó la atención del Universitari de Barcelona. “Triunfará en la Liga Femenina”, dijo Carme Lluveras. Y así fue. Con 16 años compaginaba el equipo júnior con el de las mayores hasta que con 19 firmó por el Burgos en busca de minutos. Allí pasó tres temporadas hasta que llamó la atención del ahora seleccionador español, Lucas Mondelo, en el Olesa Espanyol. Fue el año de su consagración. Con 13,6 puntos, 5,1 rebotes y 3,4 asistencias, aterrizó en el Rivas Ecópolis la siguiente temporada, un equipo humilde que trabajaba para convertirse en uno de los grandes de la Liga.

En Rivas dejó huella. Tras cuatro años en el equipo, su salto al baloncesto ruso (Oremburgo) fue duro. “Sólo tengo palabras de agradecimiento. Me he sentido muy querida y muy apoyada”, escribió en su despedida. En la localidad madrileña la echaban de menos. Incluso hubo iniciativa para ponerle su nombre a una calle. Pero con una liga nacional en horas bajas, el futuro y las oportunidades estaban en Rusia. En Oremburgo llevó tres temporadas siendo una de las piezas importantes de un equipo eclipsado por el todopoderoso Ekaterimburgo. Pero a partir de la próxima temporada, la unión Mondelo-Cruz volverá a rugir en el Viejo Continente: ambos se reunirán en el Dynamo Kursk.

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