La emotiva y sabia carta de Kobe Bryant a su propio yo de 17 años
La 'Black Mamba' en 'The Player's Tribune': "El consejo más importante que puedo darte es que te asegures que tus padres siguen siendo tus PADRES y no tus agentes".
Cuando Kobe Bean Bryant fue elegido en el número 13 del draft de 1996 por los Charlotte Hornets tenía aún 17 años. Ahora, 20 años después y una vez finalizada su legendaria carrera NBA que le ha situado con todo merecimiento entre los mejores jugadores de la historia del baloncesto, ha querido aprovechar la situación para dar a aquel joven los consejos que le hubiera gustado recibir. Lo ha hecho empleando una carta publicada en 'The Players' Tribune', el mismo portal en el que anunció a finales de 2015 que la ya pasada temporada sería su última en activo.
Kobe Bryant le habla a su propio yo de hace 20 años. Lectura obligada. Merece (mucho) la pena:
"Querido yo de 17 años,
Cuando tu sueño 'laker' se haga realidad mañana, necesitarás encontrar la manera de invertir en el futuro de tu familia y amigos. Sé que suena sencillo y que pensarás que es pan comido, pero tómate un tiempo para asimilarlo.
Dije invertir.
No dije dar.
Permíteme explicarme.
En la práctica, dar objetos materiales a tus hermanos y amigos puede resultar la decisión correcta. Les amas. Ellos siempre estuvieron contigo mientras crecías, por lo que es acertado que compartas con ellos tu éxito y todo lo que este te traiga. Así que cómprales un coche, una gran casa y paga todas sus facturas. Quieres que tengan una vida buena y cómoda, ¿no es así?
Sin embargo, llegará un día en el que te des cuenta que aunque pensabas que estabas haciendo lo correcto, en realidad no les estabas haciendo favor alguno.
Entenderás que les cuidabas porque eso te hacia a TI sentir bien, te hacía feliz verles sonreír y que no tuvieran preocupación alguna. Eso fue extremadamente egoísta por tu parte. Mientras tú te sentías satisfecho contigo mismo, poco a poco ibas devorando sus propios sueños y ambiciones. Tú les estabas aportando materialmente, pero les estas arrebatando los bienes más preciados de todos: la independencia y el crecimiento.
Entiende que estás a punto de convertirte en el cabeza de tu familia, y esto significa tomar decisiones complicadas, algunas de las cuales tus hermanos y amigos no entenderán en ese momento.
Invierte en su futuro, no les des.
Emplea tu éxito, riqueza e influencia para colocarles a ellos en una posición que les ayude a cumplir sus propios sueños y a encontrar su verdadero objetivo. Hazles volver al colegio, que se manejen por sí mismos en las entrevistas de trabajo y ayúdales a convertirse con todo derecho en sus propios líderes. Haz que mantengan el mismo nivel de esfuerzo y dedicación que tú tuviste que desarrollar para ser quien ahora eres y quien llegarás a ser en un futuro próximo.
Te escribo ahora para que puedas iniciar este proceso de inmediato. Para que evites tener que sufrir el dolor y todos los problemas que conllevan el tener que dejar de tenerles bajo tu protección. Esa adicción sólo traerá enfado, resentimiento y celos para todos, incluido tú mismo.
Con el transcurso del tiempo les verás crecer por sí mismos, que tienen su vida y ambiciones propias. Esto hará que tu relación con ellos sea mucho mejor.
Hay muchas cosas más que podría escribirte, pero con 17 años, entiendo que no tienes la capacidad de atención necesaria como para ponerte a leer del tirón textos de más de 2.000 palabras.
La próxima vez que me ponga en contacto contigo, puede que lo haga para advertirte sobre el riesgo de mezclar la sangre con los negocios. El consejo más importante que puedo darte es que te asegures que tus padres siguen siendo tus PADRES y no tus agentes.
Antes de firmar tu primer contrato, averigua cuál es la cantidad adecuada que darás a tus padres. Una cifra que les permita vivir sin agobios a la par que tus negocios crecen y te permiten establecer el bienestar a largo plazo tanto para ti como para los que te importan. Sólo así, tus hijos y los hijos de tus hijos serán capaces de invertir en su propio futuro cuando llegue el momento.
Tu vida a cambiar y va a transcurrir muy rápido. Pero trata de entender y pensar sobre esto cada vez que te acuestes por la noche después de otra jornada de entrenamiento de nueve horas.
Confía en mí, hacer las cosas bien desde el inicio te evitará toneladas de lágrimas y que el corazón te aflija. Algunos de estos pesares me han acompañado hasta el día de hoy.
Con todo mi cariño,
Kobe"