Ben Simmons, mezcla explosiva de Rafa Nadal y LeBron James

Corría el mes de octubre del año pasado. Dale Brown, el mítico entrenador de Lousiana State University (LSU), ya jubilado, nos había citado a tres personas en su restaurante favorito de Baton Rouge. La cita estaba enmarcada en el entorno de un viaje casi de una punta a otra del país, cuyo objetivo era conocer dos academias de baloncesto y algún lugar emblemático -por ejemplo dicha Universidad… con mito incluido-, y todo ello por cortesía de un contacto inglés, con la excusa de nuestro proyecto de Baloncesto Colegial en España (La Fundación Baloncesto Colegial).

“Pablo, el chico que vas a ver en un rato, es lo mejor que ha pasado por aquí en los últimos 25 años. Es algo realmente especial".

Estas fueron casi sus primeras palabras tras las presentaciones de cortesía. Brown se refería por supuesto a Ben Simmons, el flamante recién llegado, al cual tendríamos la suerte de ver en uno de sus primeros entrenamientos de su breve aventura universitaria. No sé si alguno de los lectores ha tenido la oportunidad de verlo en directo; el chaval es cosa seria. Al igual que le sucedía a Lebron en su último año de high school, Simmons también parecía un poco el padre de sus compañeros. Su ventaja física realmente impacta. Pero creo que debo rescatar ahora la anécdota que me sucedió alrededor de una característica de Simmons que se antoja muy relevante para su futuro como estrella de la NBA.

He leído informes en páginas expertas definiendo a Simmons como jugador ambidiestro. “Un zurdo (lefty) que sabe utilizar perfectamente ambas manos –dicen- para sacar ventaja a sus defensores”. Pero resulta que Ben no es en realidad zurdo de un modo digamos ‘natural’, pues su mano dominante es la derecha. Este que les escribe se dio cuenta de ello inmediatamente por razones muy obvias (a mis nietos les encantará ‘la batallita’ de que un número uno del Draft y su abuelo compartían algo especial jugando al baloncesto), aunque lógicamente quise asegurarme nada más terminar aquella práctica. Y la anécdota vino porque, salvo que me estuviera tomando el pelo, su entrenador universitario todavía no era consciente de que su estrella escribía y comía con la mano opuesta a la que tiraba a canasta desde lejos. Y en todo caso, no lo vi demasiado intrigado después de saberlo.

Quizá no aporte mucho esta anécdota personal, pero a uno ya le extrañó entonces la reacción del entrenador, y le descuadra muchísimo ahora, con Simmons subido a la lanzadera de los grandes elegidos, que en los informes sigan presentando a Ben como un lefty, y no como lo que realmente es; un right handed que aprendió, o que se empeñó de crío, en tirar a canasta con la izquierda. Y nos parece rarísimo que se presente su supuesto ‘ambidextrismo’ como una fortaleza de su juego, y no como una clara debilidad, al menos para acabar siendo en la NBA lo que los americanos llaman un reliable outside shooter (un tirador exterior fiable).

A los que les guste el tenis, sabrán de sobra que Nadal, aunque juegue con la izquierda al tenis, es diestro de mano, y los expertos nos han explicado muy a menudo como eso probablemente le haya impedido tener un saque más potente. Algo que podría sucederle a Simmons claramente. A ver lo que da de sí este chico con el cuerpo de James, pero 'el saque' de Nadal. Y con gran futuro por delante, según los que entienden del tema.