El Bilbao celebra “con ilusión” el crédito para la supervivencia
Caja Rural de Navarra aportó el millón necesario con el aval de la subvención municipal por los próximos cinco años y futuros ingresos por abonos y patrocinios
El Bilbao Basket logró desatascar finalmente la situación que le abocaba a la desaparición. Necesitaba una línea de crédito por un millón para atender pagos urgentes, entre ellos las tres mensualidades que adeuda a la plantilla y trabajadores del club, o se vería obligado a entrar en concurso de acreedores, lo que implicaba según la normativa actual el descenso de categoría. Llegó a un acuerdo con la Caja Rural de Navarra (curioso que ninguna entidad de la Comunidad Autónoma Vasca se acercara al proyecto) para lograr un dinero que debe devolver en cuatro años, con los avales de la subvención por cinco años con el Ayuntamiento (esa ampliación por un lustro, ya que era anual, se llevará al pleno municipal el 30 de junio) y los activos no tangibles del club (es decir, ingresos por taquillas, firmas de patrocinios, merchandising…).
La plantilla ha aguantado con paciencia los retrasos de tres nóminas (600.000 euros, añadiendo parte del dinero prometido que se debían de épocas pasadas), sin acudir al fondo de garantía salarial. Han sido informados los jugadores, lo mismo que los técnicos, en todo momento de cómo avanzaban las negociaciones. “Hoy es otro día especial para la historia del Bilbao Basket, un día de felicidad. Llevamos varios meses con esto, pensamos que es el momento de agradecer a todas las personas involucradas este proceso”, arrancó el presidente, Xabier Jon Davalillo, quien agradeció a Josu Aretxabala y Estibaliz Azua (hija de Piru, consejero del Bilbao y expresidente de la Federación Vizcaína) como representantes de Caja Rural de Navarra que han confiado y ofrecido el impulso. También se refirió a los accionistas y abonados del club “por la fidelidad y los esfuerzos que hacen”, así como a los trabajadores del club “porque han sido muy pacientes” y los jugadores y cuerpo técnico “que han soportado los retrasos”.
“Gracias a la sociedad vizcaína por las muestras de simpatía y cariño”, se explayó Davalillo, que también tuvo palabras de agradecimiento a los clubes de la ACB y la Federación Vizcaína de Baloncesto. “Con esta línea de crédito podemos continuar con la hoja de ruta”, detalló el tesorero, Carlos Del Campo. Ahora se convocará una asamblea general extraordinaria para que entren en el accionariado empresas del entorno, que van a dejar 600.000 euros, y WISeKey abonará los 400.000 euros apalabrados tras la suspensión de su patrocinio fugaz si todo se solucionaba.
“Queremos dar un mensaje de optimismo e ilusión, nos espera un futuro muy impresionante, esto no está hecho, hay que seguir trabajando, pero seguimos cumpliendo el plan de viabilidad. No va a ser fácil pero con el apoyo estamos convencidos de que seremos capaces de llegar a buen fin”, agregó Del Campo. Caja Rural de Navarra se ha fiado de futuros ingresos que otros descartaron por ser intangibles: “Es difícil para una entidad financiera poner en valor este tipo de activos. Hemos tenido que documentar el futuro que tenemos por delante en ACB, que llevamos 14 años ingresando todo esto... Por ACB vamos ingresar 250.000 mil euros con los nuevos contratos de Movistar, que pasarán a ser 600.000, más lo de abonados, patrocinadores… es difícil para un banco que pueda entender la complejidad de estas variables. No todos los departamentos asumen riesgos. No ha habido una sensibilidad por igual en todas las entidades financieras. Hay que agradecer el arrojo y la valentía que han tenido para poder sacar adelante esta operación”. La movilización social, “que vean que el club está muy arraigado y tiene mucho futuro”, también ha tenido su peso.
Esta situación, en opinión de los directivos, puede hasta posibilitar que el Bilbao Basket salga reforzado. “Esto no puede repetirse. No se puede permitir que cada año estemos en una tesitura de este tipo porque este club se va a desacreditar de cara a todos, tenemos que olvidarnos de hablar de estas cuestiones y para eso necesitábamos dar este paso”, prosiguió el tesorero. En efecto, no se puede estar hablando de desaparición (por mucho que sea un órdago que ha salido triunfante) cada seis meses. La imagen se deteriora. Y ya viene muy sucia desde los tiempos de Gorka Arrinda, que ha ganado en segunda instancia el litigo al club por la deuda que arrastra con Sport Gestión, su empresa de representación de jugadores ahora en declive absoluto. También ha ganado un juicio Katsikaris gracias al sospechoso requiebro impulsado por Olatz Arrinda (hermana de Gorka) en los términos del contrato del técnico: estaba establecido que si una de las partes rescindía el compromiso abonaba 100.000 euros a la otra y lo dispuso para que si Fotis se iba el club le indemnizaba por esa cantidad. El colmo: un profesional es indemnizado si unilateralmente opta por irse. "Si las cosas no salen bien, pensábamos: ¿cuál es la alternativa? ¿cerrar el club? mejor otra”. Hay que atender urgentemente a un año vista 1,9 kilos, más esos 800.000 por litigios, aunque eso sigue en proceso judicial y “por el hartazgo tienen a poderse negociar”, concluyó el tesorero.