CAVALIERS - WARRIORS | GAME 4 (1-2)
Bogut: “Los que llaman blando a Kevin Love son unos idiotas”
“Puedes ser un héroe en las Finales 2016, y en 2021 estar comiendo con una pajita. Y entonces te importará una mierda lo que hiciste 5 años antes”.
Kevin Love es una de las historias perennes de la Final 2016 de la NBA. Como se perdió la de 2015 por lesión, había curiosidad de ver si sus virtudes (al fin y al cabo, es tres veces all star y está cobrando este año casi 20 millones de dólares) podían ser un factor importante ante un rival que mezcla especialmente mal con su poca actividad defensiva y su tendencia al juego cómodo en ataque. Esto último estaba pareciendo en Oakland hasta que un codazo fortuito de Harrison Barnes le sacó del segundo partido y le dejó sin jugar el tercero, con una conmoción. Entonces los Cavs revivieron con Richard Jefferson ocupando su puesto en el quinteto (y LeBron como ala-pívot) y tirando de veteranía y energía física para hacer muchas de las pequeñas cosas que Love no hace. Por supuesto, en las horas previas al cuarto partido solo se ha hablado, al margen de los problemas de Stephen Curry para ser Stephen Curry, de Love, lo que quita y da al equipo y si debería ser titular o suplente si la NBA le permite jugar el cuarto partido. Todo apunta a que Tyronn Lue se encamina hacia lo segundo, aunque ayer recordó que quienes tanto hablan del tema “deberían hacerse entrenadores”.
Love no sabrá si puede jugar hasta que no pase por las pruebas del protocolo para conmociones de la NBA, perfectamente estipuladas y en las que la rigidez es máxima dentro de un tema capital en el deporte estadounidense por influencia especialmente de la NFL, donde este tipo de problemas por golpes en la cabeza son el pan nuestro de cada día. Ayer Love entrenó junto a sus compañeros, lanzó a canasta y realizó unos movimientos sin contacto físico. Cuando se cumplan 24 horas de ese entrenamiento, será examinado. Si realiza las pruebas del protocolo sin señales de la conmoción, jugará. La opción más probable.
Antes del tercer partido se filtró que Kevin Love quería jugar a toda costa y que sintió que los Cavs no ponían todo lo posible de su parte para que pudiera hacerlo. Como es su eterno sambenito, algunos aprovecharon para tildarle de “blando” en una mala mezcla de su estilo como jugador de baloncesto con un asunto puramente médico y de la suficiente seriedad. Pues bien, al ala-pívot de los Cavs le ha salido un aliado inesperado y en el bando contrario: Andrew Bogut, que llegó a perderse casi dos semanas de competición en el inicio de la temporada por un problema similar. El pívot australiano, que pocas veces deja de decir lo que piensa, ha dejado claro que no hay que tomarse estos problemas a la ligera y que quien juzga por ello mejor haría en quedarse callado. Y lo ha hecho, claro, a su manera: “Habrá gente diciendo que Kevin Love es un blando y todo eso. Pues bien: los que dicen eso son unos idiotas. No hay que andar enredando con las cosas del cerebro. Puedes ser el héroe en las Finales de la NBA en 2016 y en 2021 estar comiendo a través de una pajita. Y entonces te importará una mierda lo que hiciste o dejaste de hacer en 2016”.