Marc: "Pau se merecería que los Lakers retirasen su camiseta"

Marc Gasol (Barcelona, 1985) ya se encuentra en España tras disputar su octava temporada en la NBA. “Un curso muy duro”, tal y como admitió el pívot este viernes en un acto celebrado en la sede de Caser en Madrid. Tras disputar 81 partidos la campaña anterior y ser elegido en el equipo titular de la Conferencia Oeste para el All Star y en el mejor quinteto (All NBA) de la temporada; en esta apenas ha jugado 52, debido a una fractura en el pie derecho que le ha mantenido en el dique seco desde principios de febrero y le obligó a pasar por el quirófano. Más sosegado, el jugador de los Grizzlies atendió a AS para valorar las opciones reales que tiene de acudir con la Selección a los Juegos y realizar un profundo repaso al panorama NBA.

La Selección y los Juegos

—Afirma que le gustaría poder ir a Río, pero que su obsesión es recuperarse de la lesión en el pie derecho. ¿Podría ser más concreto y calcular qué opciones tiene, a día de hoy, de disputar sus terceros Juegos?

—Ojalá puede estar, pero los plazos los marcan las semanas y en cade semana se marcan unos objetivos. Es cuestión de tener fe, si conseguimos cumplir todos, podré llegar a los Juegos. Pero es difícil, no le voy a engañar: muy difícil. Falta menos de un mes para el inicio de la concentración y aún no corro. Eso es así.

—Y dentro de esos plazos de los que habla, ¿cuándo está estipulado que comience a correr?

—Con las nuevas e increíbles tecnologías que hay, que te quitan peso del cuerpo, puedes correr de un 50% hasta un 70-80% progresivamente sin suponer un riesgo para el pie. Este fin de semana es el momento de empezar con esto, pero correré en un espacio donde no es real. Seguirá quedando tiempo para ejercer un impacto real contra el suelo.

—En el caso hipotético de que finalmente esté en Río. ¿Se une a la preocupación de su hermano Pau por el virus zika?

—Pau abrió un debate muy importante para los deportistas. Aunque ahora mismo me centro exclusivamente en el pie. Si llega el momento me preocuparé sobre el virus.

—Supongo que el gran contrato firmado con los Grizzlies el pasado verano (110 millones de dólares a repartir en cinco años) también pesará en su decisión. ¿Ha sentido algún tipo de presión desde Memphis para no estar en los Juegos?

Ampliar

—No. Desde que llegué allí saben de mi convicción y lo que a mí me aporta y disfruto jugando con la Selección. Al final, pienso que el tiempo ha demostrado que también para mí es positivo estar allí por muchos motivos. El jugador tiene que jugar cuando tiene que jugar y competir cuando tiene que competir.

—Me refería, sobre todo, a las especiales condiciones que se han dado a lo largo de esta última temporada.

—Al final habrá que valorar todo cuando llegué el momento de tomar una decisión, pero el pie es marcará si se puede estar o no. No es un tema de deseo, porque el deseo es tan grande que me iría ahora misma a cualquier pista de la calle a jugar. Es algo que disfruto y echo muchísimo de menos. El no estar es un fastidio.

Memphis Grizzlies

—Cambiando de tema, pero quedándonos en los Grizzlies. ¿Le sorprendió el adiós de Dave Joerger (su entrenador jefe las últimas cuatro temporadas)?

—Un poco sí. Es alguien que tanto como de asistente como de técnico había permanecido los últimos nueve años con la franquicia. El que ya no esté allí es… Va a ser diferente. Pero en cualquier cambio, obviamente, tienes que esperar lo mejor siempre y aportar lo máximo que uno pueda para que eso sea así. Toca mirar hacia adelante y con la máxima ambición.

—¿Conocía a David Fizdale, su nuevo técnico? ¿Ha podido hablar ya con él?

—Le conocía de haberme enfrentado a los Heat. La semana pasada me encontraba en Estados Unidos siguiendo con la recuperación del pie y hablamos por teléfono. Le vi con energía, ideas, con ganas… Viene de una organización ganadora como Miami. Es alguien que ha sido campeón de la NBA y vivido unas Finales de la NBA durante cuatro campañas consecutivas. Para lo que yo quiero conseguir, contar con alguien de su experiencia hace que me encuentre con muchas ganas de empezar.

—¿Y qué necesita Memphis en su reconstrucción para volver a acariciar las Finales?

—Lo bueno de ser jugador es que no tienes que preocuparte por este tipo de cosas. Además, como decía antes, mi lesión me ha marcado. Ahora mismo mi día a día gira en torno al pie: el descanso, la nutrición, todo.

—Su compañero Mike Conley se convertirá el próximo 1 de julio en agente libre. ¿Qué recomendación le ha hecho? ¿Le ha pedido que renueve, como usted hizo el año pasado?

—En estas situaciones uno no es muy objetivo. No puedes pedir a un compañero, en este caso a un amigo, que siga. Por mi parte no sería justo. Entonces lo afrontas de otra manera: deseándole lo mejor continúe o no. Y sobre todo salud. Tome la decisión que tome yo siempre estaré ahí. Es así. Hemos vivido tantas cosas juntos que nuestra relación va mucho más allá del baloncesto. Le conocí con 19 o 20 años y ahora va a ser padre en julio. Son cosas bonitas.

Su hermano Pau y más NBA

—Otro que saldrá al mercado este verano es su hermano Pau. ¿Sigue manteniendo que los Spurs son el equipo ideal para él?

—Objetivamente lo pienso así. Por lo que representa como franquicia, por su manera de funcionar, de tratar al jugador, por su cultura ganadora: pase lo que pase ellos siguen con un rumbo marcado y no cambian.

—¿Y no le gustaría a Marc compartir junto a Pau los últimos años de su carrera en Memphis?

—Sería egoísta, esa no es mi naturaleza. Me imagino que de alguna manera también sería bonito para Pau acabar allí, mi madre vive aún en la casa que él tenía antes. Pero él podría terminar en cualquier sitio atractivo, como en Los Ángeles, donde ganó dos anillos y se merecería que le retiraran la camiseta. Tiene la suerte que por su manera de ser y por lo que ha sembrado todos estos años, vaya donde vaya será especial para él. Salvo ciertos equipos que no tendrían mucho sentido, tiene un buen puñado donde elegir, lo que es positivo y bueno para él.

—En plena era del small ball y el juego eléctrico de posesiones cortas (véase los Warriors), sus Grizzlies han desarrollado uno más tradicional, académico. ¿Cómo se vive el jugar a contracorriente?

—Me fijo mucho en San Antonio, un equipo que es un poco mi referente. Si ellos siguen jugando tradicionalmente no me preocupo. Sí lo haré cuando ellos pasen al small ball.

—Cuéntenos, ¿alguna anécdota en lo referente al trash talking que Marc quiera compartir?

—Obviamente los hay, cuando era más joven me podía afectar algo más. Decían cosas y yo me quedaba en plan: "¿cómo?" No estaba muy pendiente y no me enteraba. A veces te das cuenta de que eres tú mismo el que inicia este tipo de comentarios, pero no se trata tanto de un tema de afectar a otro jugador, sino de hablarte a ti mismo. Pero si también consigues que esto le afecte a él y no tanto a ti pues bueno... tira.