Hoy es un día convulso para el baloncesto europeo porque se cumplía el plazo para que las federaciones sancionadas por FIBA Europa, y apartadas por lo tanto del Eurobasket 2017, presentaran sus alegaciones. La Federación Española solicitó ayer a la ACB que suspendiera de forma cautelar la Asamblea General en la que se puso del lado de la Euroliga y que le remitiera la documentación necesaria para plantear esas alegaciones. Mientras, la Federación griega ha dejado claro que apoya a FIBA Europa y tratará de hacer todo lo posible para que prevalezcan los intereses de su selección nacional.

Pero otros de los sancionados ya han ido más allá: mientras que Eslovenia se plantea la legalidad de los movimientos de la FIBA, Rusia y Lituania han anunciado que sancionará a los equipos que participen en la Eurocup y que no opten por la competición que ha puesto en marcha la FIBA: Basketball Champions League. El presidente de la Federación Rusa, el exjugador Andrei Kirilenko, ha sido tajante en declaraciones que recoge el periodista Timur Rustamov: “Sancionaremos a los clubes que jueguen la Eurocup. La Selección es una prioridad”. Lituania ha optado por la misma vía, que afectaría al Lietuvos Rytas, que podría ser apartado de la competición nacional ya que disputará la Eurocup.