Kobe dice adiós a la NBA y Curry va a por el récord: 73-9
En la madrugada del miércoles al jueves se disputan los últimos 14 partidos de la temporada 2015-16. A las 4:30, Warriors-Grizzlies y Lakers-Jazz.
El domingo 3 de noviembre de 1996, cuando Kobe Bryant debutó en la NBA ante Minnesota Timberwolves (en el Forum de Inglewood y de los héroes), Stephen Curry tenía
ocho añitos y poco más de siete meses. Hasta hoy, más de dos décadas han surcado el océano del tiempo, con 20 temporadas completas en la NBA: de donde hoy se despide Kobe Bryant, KB24 o Black Mamba, que cierra su carrera ante Utah Jazz... justo en la Mamba Night, la misma noche donde los Golden State Warriors de Curry juegan ante Memphis para sellar el triunfo número 73 en regular season y coronarse así como el mejor equipo de todos los tiempos. Y hay como un hilo invisible que une a ambos genios.
“Ahora, lograd las 73 (victorias)”. Así terminaba el tuit de felicitación que dirigía nada menos que Phil Jackson a los Warriors de Curry (y de Steve Kerr y Luke Walton). Jackson: el gran gurú zen que dirigió a Bryant en los cinco anillos de éste: 2000, 01, 02, 09 y 10. Hijo de un predicador baptista de Montana, Jackson predicó también en banquillo y vestuarios a los Chicago Bulls de Michael Air Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman en esa temporada 95-96 que cerraron los Bulls con la marca de 72-10 que ahora ha sufrido la caza de los Warriors. Todas esas cosas ocurrían en 1996, cuando Steph Curry tenía ocho añitos...
Escultor
En esta Mamba Night donde también vuelan los Warriors, Kobe nos dice adiós, con entradas a precio de anillos... de diamantes. Con más de 48.600 minutos desde aquel noviembre de 1996. Y más de 39.200 puntos totales (tercera suma de todos los tiempos), incluidos los de playoff. Se va aquel que, según Abdul- Jabbar, veía la pista “como un escultor mira a un bloque de mármol”. En Chicago, Jackson creó mística a partir del aire de Jordan, el espacio de Rodman y la estética de Pippen. En los Lakers, nuestro gurú condensó la electricidad épica y elástica de Kobe dentro del martillo pesado de Shaquille O’Neal.
Y con todos dentro de ese hilo mágico, hoy se va Kobe. “Un deportista muere dos veces”, dijo Jackie Robinson. Queda su leyenda. Y nos queda Curry: con todos sus Warriors.