El precio del éxito: ver a los Warriors cuesta un 300% más

Los Warriors son más que el equipo de moda, etiqueta que se quedó obsoleta hace ya mucho. Son ya uno de los grandes equipos de la historia de la NBA: actual campeón, aspirante a desbancar el 72-10 de Chicago Bulls y padres de un nuevo estilo que enamora al mundo, primer equipo que supera los 1.000 triples en una temporada con, claro Stephen Curry a la cabeza. Y nadie se lo quiere perder… y eso se paga. Según Forbes, ver a los Warriors en el Oracle Arena cuesta ahora un 300% más que hace tres años, en 2013 y antes de la llegada de Steve Kerr y la eclosión del actual proyecto warrior.

Influye el efecto de ser campeón y el encanto de Stephen Curry y el espectacular estilo de los de la Bahía, un área además en un buen momento económico más allá de San Francisco, la gran urbe que siempre ha estado al margen de muchos de los problemas que han rodeado a las ciudades que la rodean, a la cabeza esa Oakland que puede ver como sus Warriors se mudan precisamente a una de las zonas más lujosas de San Francisco ya para la temporada 2017-18.

En el secondary market, la compra secundaria de entradas a quienes ya las poseen (una fórmula legal y que usa cauces distintos a la reventa tradicional), en el Oracle se está pagando una media global de 244 dólares por cada entrada, una cifra que en 2013 estaba en apenas 73. La diferencia es abismal: en 2013 solo seis partidos se pagaron por encima de los 100 dólares de media: la visita de Miami Heat con LeBron James, dos de los Lakers y otras de Clippers, Spurs y Knicks. En 2015, esa cifra individual bajó de las tres cifras solo en dos partidos. La media de la temporada actual también dobla a la pasada y los números se disparan ahora, con la caza del 73-9 al rojo vivo y cuando asoman los playoffs, en los que los Warriors buscarán defender su anillo de campeones de la NBA.