"¿Warriors ganando a los Bulls? No. ¿Quién defendería a Jordan?"
Muggsy Bogues, el jugador más bajo en la historia de la NBA (1'60 metros), atendió a AS. "San Antonio será el campeón del Oeste". También habla de Ricky, Kobe, el Mundial 86...
Tyrone Bogues, más conocido como Muggsy Bogues jugó durante 15 temporadas en la NBA hasta retirarse en el curso 2000-01 como miembro de los Toronto Raptors. Testigo de excepción de la NBA de finales del siglo pasado y gran asistente (se encuentra entro los 20 jugadores que más pases de canasta han repartido), el base atendió a AS para, entre otras cosas, hablar de cómo era el juego en su época y comparralo con el de la actual.
—¿Cómo se siente uno al ser el jugador más bajo en la historia de la NBA?
—Así es. Sigo esperando a que alguien me supere, pero hasta entonces, soy yo el más bajo.
—Aun así, tengo entendido que podía machacar…
—Nunca lo hice en un partido, pero pese a que mis manos son muy pequeñas si podía hacerlo y meterla para abajo.
—¿Cuál ha sido el atacante que más trabajo le dio a la hora de frenarle?
No había ninguno en especial porque todos acostumbraban a ser más altos que yo. Se trataba de entender a quién te enfrentabas y conocer sus puntos fuertes y débiles.
—¿Y alguna ventaja que pueda aportar ser de menos estatura que la mayoría de sus defensores?
—Tenemos que encontrar la forma de ser eficaces. Cada uno somos diferentes. Yo, por ejemplo, no era como Michael Adams, un especialista de tres putos. Spud Webb se levantaba muy rápido del suelo… Todos teníamos diferentes habilidades.
—Usted jugó a finales de los 80 y durante la década de los 90. ¿En qué ha cambiado el juego desde entonces?
—Ha cambiado en muchas cosas. Jugábamos mucho más físico y las posiciones estaban mucho más predeterminadas (true positions). Por aquel entonces no teníamos nada parecido al small ball. Los guards (bases y escoltas) solían ser más pequeños que ahora. La composición de los equipos resultaba mucho más natural, con dos guards jugando a la vez. Y teníamos que competir con Michael Jordan. Los hombres grandes (los de 7 pies) jugaban de espaldas al aro, no como hoy, que acostumbran a jugar de cara. Además ves a muchos bases y escoltas jugando a la vez. El juego ha cambiado, pero es emocionante para los fans. Ya no hay tantos unos contra unos como antes, con tres atacantes en un lado y la defensa mucho más prefijada.
—Ya que menciona el small ball, díganos ¿en qué medida afecta este al juego de los bases?
—Creo que el estilo de los de mi época y los de la actual es muy parecido. Hay muchos anotadores, como los había en nuestra época: Isiah Thomas, Tim Hardaway, Kevin Johnson, Mark Price… Aunque sí aprecio que no hay muchos grandes defensores de balón (great ball defenders). Seguramente se deba a que ahora no puedes tocar a nadie, en nuestros tiempos estaba permitido el hand checking (poder emplear las manos a la hora de defender). Las reglas han cambiado. Así es el juego, pero los buenos guards siguen siendo muy cotizados. Las franquicias continúan teniendo la costumbre de construir sus equipos sobre ellos.
—Hablemos de un base en concreto: de Ricky Rubio. ¿Qué opinión le merece?
—Me encanta su juego. Desearía que estuviera sano, ese es su gran problema. Aparte de un gran pasador, tiene un muy buen instinto para el juego. Para ganarse el respeto como tirador, no tiene que obsesionarse con los triples, sino crecer en esta faceta centrándose en sus puntos fuertes. A partir de ahí, cuando te dejen el espacio para lanzar, debe estar preparado y levantarse. Me recuerda a mí, también solía ocurrirme algo parecido. Una vez que tenga claro esto y no dude, mejorará.
—Pero, ¿entiende las críticas que recibe por sus malos porcentajes?
Por supuesto que entiendo esas críticas. Tiene que seguir demostrando su valía y llegar a ser capaz de meter esos tiros.
—Pasemos a hablar de uno de sus exequipos: los Golden State Warriors. ¿Cómo los ve?
—Están haciendo algo muy grande y emocionante. La cultura del juego ha experimentado enormes cambios y ellos están jugando al baloncesto de una manera increíble, con una confianza inusualmente alta, sobre todo Stephen Curry. Lo que fue capaz de hacer el año pasado y las cosas que está logrando este año, en el que está mostrando una confianza aun más alta en sí mismo, es… Aunque hay que decir una cosa. Creo que San Antonio será un muro importante para ellos. Cuenta con jugadores que verdaderamente son capaces de jugar de espaldas: Duncan, Aldridge… Son muy efectivos. Sé que Popovich no va a cambiar su forma de jugar.
—¿Conseguirán el back to back (repitiendo como campeones)?
—No. No les veo repitiendo anillo. Han completado una gran temporada y están amenazando el 72-10 de los Bulls. Pero, sinceramente, creo que San Antonio será el campeón del Oeste.
—Y respecto a los Chicago Bulls de Michael Jordan, ¿serían capaces estos Warriors de ganarles?
—¿Qué si este equipo ganaría a aquellos Bulls? Por supuesto que no. ¿Quién defendería a Michael (Jordan)? ¿Y quién a Scottie (Pippen)? Ellos cuentan con el small ball, pero un maestro como Phil Jackson no permitiría que eso les derrotase. Cleveland, aunque tuvo serios problemas de lesiones en las últimas Finales, debería haber castigado más a Draymond Green con sus hombres grandes y no haber abandonado su estilo de juego.
—Asistimos a los últimos partidos de Kobe Bryant como profesional.
—Ha sido uno de los mejores de su era. Pasar 20 años en la Liga, en el mismo equipo… es algo inaudito. Y estar la mayor parte de este tiempo al más alto nivel, ganado cinco anillos, cumpliendo sus objetivos… es algo increíble.
—Usted fue entrenador de las Charlotte Sting (2005-07) de la WNBA. Ahora se revierte la tendencia y ya estamos viendo a las primeras mujeres asistentes en la NBA.
—Para mí fue una gran experiencia. Las mujeres son unas excelentes profesionales. Es fantástico comprobar cómo van abriéndose paso en la NBA. Tienen talento y el baloncesto es baloncesto. No sé cuándo llegará el momento de ver a una ocupar un banquillo como entrenadora jefe, pero le digo que ese día no queda muy lejos. Sobe todo en sistemas como el de San Antonio, donde no paran de salir grandes técnicos de su programa.
—Cambiando de tema. Echemos la vista atrás. Hacia el Mundial de 1986 celebrado en España en el que ganó la medalla de oro con Estados Unidos. ¿Qué recuerdos guarda?
—Muy bonitos. Recuerdo la final en Madrid ante el equipo soviético, con Sabonis y todos esos jugadores como si fuese ayer. Era una época complicada a nivel mundial, había mucho terrorismo en aquella época. Aquello daba mucho miedo. Recuerdo el partido como si fuera ayer, teníamos una gran ventaja, en torno a los 18 puntos. En la segunda época la cosa cambió y Sabonis empezó a jugar realmente bien. Protagonizó un gran duelo con David Robinson. Pero conseguimos recuperarnos. Personalmente, tuve una gran día saliendo desde el banquillo. Finalmente conseguimos ganar y ser capaces de estar en lo más alto del podio representando a Estados Unidos.