Gordon Hayward estuvo desaparecido en la visita de los Jazz a Minneapolis... hasta el último cuarto. Hasta su irrupción, consiguió de 16 de sus 18 puntos en este decisivo periodo, Favors (19), Rodney Hood y Trey Lyles se habían encargado de sostener a unos Jazz que con este triunfo (84-93) se mantienen en la octavo posición del Oeste. Justo con medio partido de ventaja sobre unos Mavericks que prácticamente se caen de los puestos de Playoffs por primera vez en lo que va de temporada.

Como decíamos, Hayward despertó a tiempo ("estoy contento de haber conseguido el triunfo") para acabar con unos Wolves en los que Ricky Rubio fue su mejor hombre. Se mostró muy certero en el tiro (8/12 incluido un 2/2 en triples) para presentar una estadística de 23 puntos, 5 rebotes, 7 asistencias 4 robos y un tapón. Como es habitual, fue junto a Dieng (esta madrugada Towns tambien se unió al club) el mejor en los de Sam Mitchell en el +/-. El senegalés sumó un +9 para Minnesota con él en cancha, por el +7 del base catalán y el rookie, principal (por no decir único) candidato a ser el mejor novato del año. Pese a la derrota, los locales se sobrepusieron a un nefasto primer cuarto en el que se quedaron en 10 tantos (su peor anotación desde 2009) con un horrible 5/24 en tiros de campo a lo largo de dicho acto inaugural. No consiguieron encadenar su tercer triunfo consecutivo, pero Andrew Wiggins ofreció al Target Center uno de los mates del año...