Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

NBA

Una ley anti gay puede dejar a Charlotte sin el All Star 2017

Se dice que es la ley "más dura de todo Estados Unidos". La NBA, tajante: "Nos preocupa profundamente que pueda atentar contra nuestro ideal de igualdad y respeto mutuo".

Adam Silver, durante el anuncio de Los Angeles como sede del All Star 2018.
Sean M. HaffeyAFP

Justo cuando la NBA anuncia que el All Star 2018 se celebrará en Los Ángelespeligra el de 2017, cuya sede tendría que ser Charlotte, hogar de los Hornets y ciudad más poblada de Carolina del Norte por delante de la capital, Raleigh. Tendría: el estado acaba de aprobar una ley (“Public Facilities Privacy & Security Act”) que es en la práctica un enorme golpe para la igualdad de derechos de la comunidad gay. De hecho, se habla de la ley de este tipo “más dura de todo Estados Unidos”. Su entrada en vigor impedirá que ciudades y condados de Carolina del Norte tomen sus propias decisiones en estas materias. Y se trata de una reacción exprés a la aprobación en Charlotte, precisamente, de una medida que permitía a las personas transexuales elegir en los baños públicos el del sexo con el que se sintieran identificados. Los republicanos consideran que derivará en una puerta abierta a "más violaciones y ataques de depredadores sexuales". Más allá, esta nueva ley bloqueará casi cualquier posible protección de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales.

El gobernador de Carolina, el republicano Pat McCrory (fue alcalde de Charlotte durante 14 años y hasta 2009) firmó en cuestión de horas su aprobación, a pesar de que legalmente disponía de un mes para hacerlo. Todo se gestó, preparó y oficializó en un día, un intento de evitar el escrutinio público, el debate y los boicots de las grandes compañías que han acompañado al desarrollo de este tipo de iniciativas en otros estados. Indiana, donde se levantó el año pasado un enorme revuelo por un asunto similar, acogerá la próxima Final Four del torneo femenino de la NCAA solo porque finalmente se hicieron cambios en la forma final de la ley. En 1993, Phoenix se quedó sin la Super Bowl porque rechazó en votación que el Día de Martin Luther King se convirtiera en fiesta oficial del estado. Esa decisión se cambió después y, desde entonces, la ciudad de Arizona ha acogido tres veces la gran final de la NFL. En Georgia sí se ha alargado el plazo de aprobación y, por ejemplo, Disney y Marvel ya han amenazado  con dejar de rodar en ese estado si salen adelante unas normas también consideradas anti gay. Human Rights Campaing ha alertado de que estas iniciativas “abren la puerta a la discriminación en servicios sociales y empleo contra una parte de la población”.

La NBA se pronunció poco después de que se hiciera oficial la futura entrada en vigor de esta nueva ley en Carolina del Norte a través de un comunicado en el que asegura que queda en vilo la hasta ayer confirmada celebración del próximo All Star 2017 en Charlotte. Esto es lo que dice la liga: “La motivación de la NBA es crear el mejor ambiente posible para todas las personas que quieran ir a sus partidos y a sus eventos. Nos preocupa profundamente que esta nueva ley discriminatoria pueda atentar contra nuestro ideal de igualdad y respeto mutuo, y no sabemos ahora mismo qué impacto va a tener en posibilidad de que Charlotte pueda organizar con éxito el All Star de 2017”.

El All Star 2014, por ejemplo, generó para Nueva Orleans un impacto económico de más de 100 millones de dólares, cifras similares a las que espera manejar Los Angeles en 2018. Eso es lo que puede perder, al menos solo en lo económico, Carolina del Norte tras esta decisión de sus gobernantes.