Steve Kerr, en 2009: "El 72-10 de Chicago jamás se podrá repetir"
"Si lo logras y no consigues el título puedes acabar devastado. No merece la pena. Nosotros lo hicimos porque Michael Jordan estaba en una misión", asegura el técnico.
Steve Kerr es el entrenador de los Golden State Warriors, el equipo que amenaza con pulverizar el 72-10 de los Chicago Bulls. Una marca que hasta hace unos meses parecía inalcanzable y que fue establecida en la temporada 1995-96. Precisamente, hace justo 20 años, Kerr era jugador... de aquellos Bulls. Kerr aterrizó en la franquicia de Illinois justo después de la primera retirada de Michael Jordan, la de su truncado paso por el béisbol. Dos años más tarde, presenció el regreso de 'Air' y fue testigo de excepción de la reconstrucción de aquel legendario grupo que Phil Jackson dirigía desde el banquillo. Kerr, consumado tirador, formó parte de los Bulls del segundo threepeat´(1996-98). Antes de retirarse pasaría por los Spurs, con quienes sumó dos nuevos anillos a los órdenes de Gregg Popovich: 1999 y 2003.
Poco después se convertiría en analista y comentarista televisivo. Tareas que alternararía con las de general manager de los Phoenix Suns. Por entonces, jamás imaginaría que se acabaría convirtiendo en el entrenador del primer equipo que pondría en seria amenaza aquel récord inexpugnable. Uno de los equipos que intentó dicho asalto fueron los Celtics del curso 2009-10. Un inicio esperanzador y la llegada de Rasheed Wallace a un roster que contaba ya con Paul Pierce, Kevin Garnett, Ray Allen, Rajon Rondo... hizo que el optimismo se desatase en el TD Garden.
Pero entonces, ahí estaba Steve Kerr para devolverles a la realidad. "No creo que se puedan volver a conseguir 72 victorias en una sola temporada. No. El 72-10 jamás se volverá a repetir", comentó al 'Boston Herald' a finales del año 2009 el que por entonces era máximo responsable de la dirección deportiva de los Suns.
"Todos los años, algún equipo arranca con un 28-3 o balance similar. Es entonces cuando empieza la discusión. Pero, en realidad no hay ninguna razón para que la haya. Te pueden acabar desgastando. Y si ganas 72 partidos y no conseguir el título puedes acabar mentalmente devastado. No merece la pena. El motivo por el que nosotros lo hicimos fue porque Michael Jordan estaba en una misión tras haber perdido la temporada anterior. Estaba poseído. Enfadado con el mundo. Quería restablecer su dominio, así que nunca aflojó", rememoraba hace ya más de seis años.
Quién le iba a decir entonces que sería un equipo que él dirgiese el que tuviese a tiro mejorar aquella estratosférica marca. Sin darse cuenta, ya adelantó las claves necesarias para que así fuese: "Son muchas cosas las que tienen que ir bien. No puedes tener lesiones y tienes que luchar hasta vaciarte cada día. Además, necesitas una dosis de suerte en ciertos partidos. Y se necesita contar con alguien que decida los partidos. Nosotros tuvimos unos siete u ocho en los que Jordan apareció para decir: 'No vamos a perder'. Deberíamos haberlo hecho, pero ahí estaba él". Ahora no tiene a MJ al lado. Pero sí a un tal Stephen Curry. Si los Warriors ganan 8 de sus últimos 10 partidos, el 72-10 será historia...