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NBA

Spurs-Warriors: el mejor partido de la historia se juega hoy

El 88,2% de victorias entre ambos es algo nunca visto a estas alturas de temporada. Los Warriors pueden sellar el liderato... pero llevan 32 derrotas seguidas en San Antonio.

Spurs-Warriors: el mejor partido de la historia se juega hoy
MIKE STONEREUTERS

Cuando los Warriors y los Spurs se enfrentaron en Oakland el 25 de enero se vendió como el mejor partido de la historia en Regular Season. Lo era: nunca se habían cruzado dos equipos con un 88% combinado de victorias después de al menos 40 partidos jugados por bando. Finalmente fue una masacre: 120-90. Hoy se vuelven a enfrentar, y vuelve a ser el mejor partido de la historia. Todavía mejor: 88,2% combinado de victorias después de más de 65 partidos por equipo. Superior con la temporada tan avanzada al 83% que combinaban Lakers y Bucks cuando se enfrentaron en 1972, al 82,7% de Sixers y Celtics en 1981 y al 81,6% de Bulls y Magic en 1996. Aquel año los Bulls acabaron en el mítico 72-10 que hoy está en jaque (que será casi mate si los Warriors ganan esta noche); los Sonics llegaron a 64-18, los Magic a 60-22 y los Spurs a 59-23. Tres equipos, casi cuatro, en 60 victorias.

Aquel mismo año, Bulls y Sonics tuvieron el mejor promedio conjunto de triunfos de dos equipos en una temporada: 82,9%. Otra marca, otra más, que va camino de caer en esta estampida histórica de dos equipos colosales. Uno puede superar el 72-10 pero todavía no tiene asegurado el mejor balance de cara a los playoffs. El otro puede firmar la tercera mejor temporada de siempre pero tiene casi imposible alcanzar al líder. Hoy se enfrentan, y lo volverán a hacer el 7 y el 10 de abril, primero en Oakland y después en San Antonio y ya a las puertas de los playoffs. Y quizá con la clasificación ya definitivamente cerrada y, por lo tanto, con los habituales descansos y disimulos. Sobre todo de Popovich, veremos si de Kerr en función de cómo esté la caza del 72-10. Hoy hay muchas cosas que ver en el AT&T Center. Muchísimas:

La lucha por la ventaja de campo en playoffs

Decía que por increíble que parezca, un equipo como los Warriors todavía tiene que confirmar que será cabeza de serie en el Oeste. Y por increíble que parezca, un equipo como los Spurs lo tiene crudo para lograr ventaja de campo en todas las eliminatorias. 62-6 por 58-10, cuatro partidos de diferencia y un match ball hoy para los Warriors. Los dos equipos suman un balance conjunto de 120-16. El tercero con menos derrotas, los Cavaliers, lleva más que los dos juntos (49-19). Suns, Lakers, Sixers y Nets acumulan 61 victorias, uno menos (entre los cuatro, claro) que los de la Bahía.

El factor cancha es, en este caso, especialmente sensible. Jamás un equipo ha ganado todos sus partidos como local en una Regular Season (41-0). Ahora los Warriors están 32-0 y los Spurs, 34-0. Hasta ahora, la mejor racha en casa eran los 44 triunfos seguidos de Chicago Bulls (de vuelta a los tiempos del 72-10). Los Warriors llevan 50 y los Spurs, a prueba esta noche, 43. Aquellos Bulls 95-96 comenzaron además curso con un 37-0 como locales. Si ganan, los de Popovich lo tendrán a tiro: sería 35-0 antes de jugar contra Heat, Grizzlies y Pelicans. Esa sería la ruta al primer 38-0. Y de ahí al 41-0, cosa sería: Raptors, Warriors y Thunder.

La maldición de San Antonio

Los Warriors tienen por delante otra de esas murallas históricas que no han dejado de derribar en toda la temporada: llevan 32 derrotas seguidas en San Antonio, la peor racha activa de cualquier equipo en otra cancha y la segunda más larga de la historia tras los 43 partidos seguidos que perdieron los Kings en visita a los Lakers entre 1975 y 1992. Por detrás, dos en paralelo de los Clippers: 29 derrotas seguidas en casa de los Blazers entre 1981 y 1990 y 27 también ante los Lakers, entre 1981 y 1991.

La última vez que los Warriors ganaron en San Antonio fue el día de San Valentín de 1997 (14 de febrero): 94-108. El quinteto de los Warriors estaba formado por BJ Armstrong, Chris Mullin, Latrell Sprewell, Joe Smith y Felton Spencer. El de los Spurs por Avery Johnson, Vernon Maxwell, Carl Herrera, Monty Williams y Greg Anderson (con Dominique Wilkins como sexto hombre). Fue el año que los Spurs cerraron en 20-62 y pudieron hacerse con el número 1 del draft: Tim Duncan. Es decir, Timmy nunca ha perdido en su pista ante los Warriors. Con él, por cierto, los Spurs acumulan hasta 73 rachas de al menos cinco victorias seguidas (incluidas las cinco actuales)… y solo una (UNA…) de cinco derrotas consecutivas.

Cuando los Warriors ganaron en el actual AT&T por última vez, Stephen Curry acababa de cumplir 9 años.

Dos equipos distintos pero descomunales

Los Spurs son, con diferencia, la mejor defensa de la NBA: 95,7 de rating defensivo por el 98,7 de los Hawks. Los Warriors son cuartos (100,7) y tienen, también con diferencia, el mejor ataque de la liga: 113,1 de rating ofensivo por el 109,8 de los Thunder y el 109,2 de los Spurs, terceros.

En puntos anotados, los Warriors se van a 115,9 (ayer en Dallas igualaron la mejor marca de partidos con al menos 130 puntos en una temporada en los últimos veinte años: 7). Los Spurs son sextos con 105,8. En el +/-, los Spurs mandan con +12,3 por el +11,5 de los de Oakland. Los Bulls del 72-10 fimaron el mismo +12,3 que llevan ahora los Spurs.

Ambos son los mejores en muchos apartados estadísticos, especialmente en los relacionados con su finura ofensiva: Warriors (1,93) y Spurs (1,92) tienen el mejor ratio entre asistencias y pérdidas y también el mayor número de asistencias por cada 100 posesiones: 20,6 los Warriors, 19,3 los Spurs. También tienen los mejores porcentajes en triples: 41,8% Warriors, 38,3% Spurs. Eso sí, los primeros tiran 31,1 y meten 13 por partido y los segundos se quedan en 18,7 y 7,2. Entre Stephen Curry y Klay Thompson suman en la temporada 560 triples (336 y 286). Quince equipos, la mitad de la NBA, no ha llegado a esa cifra. Y uno de ellos es San Antonio Spurs (487).

Dos maneras de perder

Hasta ahora los Warriors han perdido seis partidos y los Spurs, diez. En 2016 los balances son 32-4 y 30-4. Desde el All Star, 14-2 y 13-2. En marzo, 9-1 y 8-1. Vidas paralelas pero con mensaje muy distinto en las derrotas: los Spurs han perdido básicamente contra equipos de primer nivel. De los diez que les han ganado (Thunder, Wizards, Pelicans, Bulls, Raptors, Rockets, Warriors, Cavaliers, Clippers, Pacers), solo dos están ahora mismo por debajo del 50% de victorias: Wizards y Pelicans. Los Warriors, por su parte, han perdido contra Bucks, Mavericks, Nuggets, Pistons, Blazers y Lakers. Solo dos están por encima del 50%, y de milagro: 35-34 Pistons y 36-34 Blazers.

A la caza de la historia

Según las proyecciones analíticas, los Warriors tienen un 82% de posibilidades de alcanzar el 72-10 y su final más lógico sería 73-9. Un triunfo esta noche pondría todo mucho más de cara para un equipo al que le basta hacer un 11-3 en lo que les queda para llegar a ese mítico 73-9. Los mismos estudios dan a los de Kerr un 94% de opciones de acabar con el mejor balance de la temporada y dejan a los de Popovich rozando el 6%. Para el anillo: por encima del 40% unos, por debajo los otros… y ya en un 13% los Cavaliers. El resto, residual: 3% Thunder y Raptors, 2 Clippers y Hawks…

A estas alturas de su temporada, por cierto, los Bulls del 72-10 estaban 60-8, a dos partidos de los Warriors. Llegaron después hasta el 66-8 antes de perder ante Charlotte Hornets (97-98).

Los Spurs, como mínimo, están cerca de asegurar la mejor temporada en la legendaria era Popovich/Duncan: 63-19 en la 2005-06. Hace dos años fueron campeones tras una Regular Season de 62-20.

El factor lesiones

Desde luego, las ausencias de los Warriors son un condicionante importante ante el partido de esta noche. En Oakland los Spurs jugaron sin Tim Duncan, pero los Warriors llegan ahora sin Iguodala y sin Ezeli y con Bogut casi descartado tras el partido ante los Mavs por un Kerr que, back to back en Texas, reconoció que sentaría a casi todos sus titulares “si tuviera agallas”. Al fin y al cabo, trabajó a las órdenes de Popovich...

Sin Iguodala y sin sus dos primeros pívots, la rotación de los Warriors queda mermada. El alero es, además, un jugador esencial en partidos de este tipo y con Kawhi Leonard a la vista. Los interiores deberían serlo contra un rival que cargará el juego en ese frontcourt que empieza en el propio Kawhi y pasa por Aldridge, West, Duncan y Diaw. Ese es el plan y Tony Parker lo ha dejado claro: “tenemos que marcar el ritmo porque ellos son más jóvenes y más rápido. Y también tiran mejor que nosotros, por supuesto”.

Sin Iguodala, los Warriors se quedan también sin ese lineup of death (el quinteto de la muerte) que sigue invicto cuando ha coincidido en pista y que acumula un casi ridículo +50,3 puntos por cada 100 posesiones con unos ratings de 145,5 (ofensivo) y 95,2 (defensivo): Stephen Curry, Klay Thompson, Andre Iguodala, Harrison Barnes y Draymond Green. Barnes, precisamente, es uno de los jugadores a observar con lupa. Después de perderse 16 partidos por una lesión de tobillo tras un buen inicio de temporada, se ha mostrado irregular y más ineficaz de lo habitual desde su regreso. Pero ayer en Dallas estuvo a muy buen nivel: 20 puntos, 5 rebotes. Un partido, además, en el que Klay Thompson no solo acabó con 39 puntos y 10 triples sino que hizo 23 puntos en los 11 minutos que no coincidió en pista con Stephen Curry. Un asunto capital para un equipo que, claro, empeora en ataque cuando no mueve la máquina el MVP (actual y futuro).

Cómo tratarán los Spurs de minimizar a los Splash Brothers, como intentarán unos Warriors cortos por dentro de contrarrestar las cargas de kilos de los texanos… una maldición de casi 20 años y dos equipos en números de leyenda. Spurs-Warriors, el mejor partido de la historia de la Regular Season se juega esta noche.