Bulls sin rumbo: "Tenemos que querernos, duele el corazón"

Plaga de lesiones, 13 derrotas en 18 partidos, cinco seguidas en casa y a un partido de verse fuera de los playoffs (27-25). Las cosas no podían estar yendo peor en Chicago en la primera temporada con Fred Hoiberg al frente, un joven técnico que llegó desde la NCAA y que por ahora no está encontrando la forma de que su equipo, eso se esperaba de él, sufriera menos y anotara mejor que con Tom Thibodeau. Después de 52 partidos y tras escuchar constantes abucheos de su público ante los Hawks, Hoiberg aseguró que son un equipo que necesita “encontrarse a sí mismo”. Después de 52 partidos: mala cosa.

Peor lo pintaron los jugadores. Taj Gibson, que brilló con Thibodeau en el antiguo régimen, se tuvo que retirar con una lesión en un pie, dejando todavía más mermada una rotación interior en la que ya faltan Noah y Mirotic. Después del partido, el ala-pívot se mostró especialmente emocional en el análisis de la crisis de su equipo: “Esto es inexplicable, es muy frustrante… creo que tenemos más talento que cuando jugamos la Final del Este en 2011… pero antes ganábamos los partidos con mucho menos de lo que tenemos que hacer ahora para sacarlos adelante. Es muy duro, me duele el corazón. No basta con llevarnos bien, con gustarnos los unos a los otros. Tenemos que querernos de verdad, tenemos que saber que el tipo que tienes al lado irá a la batalla a tu lado. Yo intento jugar para mis hermanos, tenemos que hacer lo que pone el entrenador en la pizarra pero sobre todo tenemos que jugar más duro”.

Derrick Rose también dejó una frase que expresa a la claras cómo se siente ahora el vestuario de unos Bulls malheridos: “Viene el parón del All Star, tenemos que separarnos y, cuando volvamos, tener claro que quedarán 30 partidos y que tenemos que decidir si queremos jugarlos o no…. Esperemos que el parón nos permite coger un poco de distancia con todo esto”.