"Blatt le tenía miedo a LeBron y por eso le perdimos el respeto"

La despedida de David Blatt ha sorprendido más por timing que por el hecho en sí, ya que en los círculos de la franquicia y de la NBA no había dejado de ser considerado como un técnico en una situación francamente débil y a expensas únicamente de los resultados a corto plazo. Blatt nunca llegó a entrar en el círculo de confianza de LeBron James y finalmente esa fue su condena, ratificada por las tres derrotas en tres partidos contra los otros dos grandes aspirantes al anillo, San Antonio Spurs y Golden State Warriors.

Brendan Haywood, que jugó la temporada pasada en los Cavs, ha hablado con absoluta franqueza del exceso de respeto que Blatt sentía por LeBron y la situación que provocaba en el vestuario. Haywood pasó 13 temporadas en la NBA y antes de su despedida en Cleveland había tenido años notables en los Wizards además de llevarse un anillo con la camiseta de los Mavericks y en una final ganada, precisamente, a LeBron James (por entonces en Miami).

Para Haywood, el trato que Blatt daba a LeBron era perjudicial para todo el equipo: “Me da pena porque Blatt es un buen tipo e iba primero de su Conferencia. Nunca he visto algo así. Y más cuando ha tenido tanto tiempo lesionado a su segundo mejor jugador, Irving. Pero con todo lo que había ahí dentro y la figura de Tyronn Lue ganando cada vez más fuerza en la franquicia… No se puede tener un doble rasero con los jugadores. A Blatt le costaba muchísimo corregir a LeBron. Él no tenía experiencia en la NBA y LeBron es LeBron así que en parte es comprensible… pero no puede ser. Recuerdo que James Jones le dijo que no podía pasar por alto las cosas que hacía mal LeBron en las sesiones de vídeo porque todos nos dábamos cuenta. No puedes corregir la posición de Dellavedova en una jugada, hablarle a Tristan Thompson de cómo ejecutó mal una acción pero que llegue luego otra en la que LeBron no baja a defender y dejarlo estar sin decir nada. Cuando pasa eso, todo el vestuario pierde el respeto al entrenador. Es un proceso progresivo y no había nada que hacer porque le daba miedo corregir los fallos de LeBron ante los demás”.