Los Clippers mejoran su imagen, lo que curiosamente coincide con la baja por lesión de Blake Griffin. Desde el KO del ala-pívot, los de Doc Rivers no conocen aún la derrota. Y es que seuman cuatro triunfos consecutivos. El último, el cosechado en Charlotte ante los Hornets (117-122). Cimentado en un gran incio, aunque las avispas lograron recuperarse. Pero entonces, entre Chris Paul (19 puntos y 11 asistencias) y JJ Redick (26 tantos) se encargaron de acabar con el conato de rebeldía de la franquicia de Michael Jordan. Al margen de Josh Smith y Lance Stephenson (dos fiascos), parece que en los Clippers muchos de sus hombres están comenzando a rendir como se esperaba. Tales son los casos de Paul Pierce y un Austin Rivers que se fue hasta los 22 tantos pese a ser suplente.

Por su parte, en los Hornets de poco sirvieron los 29 y 7 asistencias de un destacado Kemba Walker. El base se quedará las próximas seis semanas sin uno de sus socios favoritos. Al Jefferson será sometido a una artroscopia en la rodilla y estará fuera al menos las próximas seis semanas.