Un buen Mirotic (23) y Pau (18+9) no evitan el tropiezo en Dallas
Nikola sumó su segunda mejor anotación del curso. Gasol cedió en su particular duelo con un Nowitzki que fue homenajeado. Las pérdidas de Rose (25) en el último minuto, claves.
Tras la revitalizante victoria del día de Navidad en Oklahoma City, los Bulls volvieron a las andadas esta madrugada. Podrían haber cerrado este back to back con otro triunfo en Dallas, pero su desastroso último minuto (marcado por la imposibilidad de poner el balón en juego cuando marchaban tres abajo a 11 segundos para el final) les condenó ante unos Mavericks que se llevaron el gato al agua por 118-111. "Siento que he perdido esta partido con mis pérdidas. Íbamos por debajo en un momento muy crítico. Me siento mal", comentó un Derrick Rose que asumió la responsabilidad por la cuarta derrota de los de Chicago en los últimos cinco partidos. Sabor agridulce para el base quien firmó una buena actuación con sus 25 puntos (9 de ellos en el cuarto decisivo) que se vio ensombrecida por los errores finales en la circulación.
Sorprendentemente, y esto es bueno para un Hoiberg que ve mejoras en el equipo, Rose fue el máximo anotador del equipo junto a un Nikola Mirotic que volvió a partir de inicio como alero titular para irse hasta los 23 tantos con un 6/10 en tiros de campo y 4/7 en triples. Además sumó a su hoja estadística 7 rebotes, 3 tapones y 2 robos de balón en la que fue su segunda mejor anotación de este muy irregular curso en lo personal. Aunque eso sí, volvió a estar mucho más destacado en la primera mitad que en la segunda.
Por su parte, Pau Gasol se fue hasta los 18 puntos, 9 capturas, 3 asistencias y 3 tapones. Brilló especialmente en un tercer acto en el que se entendió de maravillas con Jimmy Butler (17 y 8 pases de canasta para el escolta). Ambos mantuvieron entonces a flote a los visitantes ante el empuje de un Chandler Parsons absolutamente fundamental en los Mavs y que poco a poco va siendo el determinante alero que despuntó en Houston hace dos temporadas. Junto a él, un J.J. Barea que atraviesa una sensacional racha. El base/escolta boricua fue una pesadilla para la defensa al concluir con 26 puntos en una racha de 7/8 en triples que le permitieron establecer una nueva marca personal.
Ambos destacaron en los texanos, si bien no fueron los únicos. Zaza Pachulia sumó un nuevo doble-doble (y ya van 15 esta campaña tras firmar 17 tantos y 12 rebotes) y Dirk Nowitzki supo corresponder al homenaje que le dedicaron tanta la franquicia como su afición tras superar a Shaquille en la lista de anotadores históricos con la eficacia que acostumbra para evitar el despegue inicial de los Bulls y acabar con 16 puntos en su haber, un +29 para su equipo con él sobre en parqué y un sensacional tiro marca de la casa antes del descnaso. Liderazgo y fiabilidad alemana. Y un nuevo triunfo para él en su particular duelo con Pau. Ambos han protagonizado innumerables batallas a ambos lados del Atlántico. Lo malo es que algún día se tendrán que acabar.
Ahora, tras un corto pero intenso periplo navideño por el Oeste, Chicago regresa al United Center (donde en la madrugada del lunes al martes recibirá a los Raptors) para probar ante su alicaida afición que este grupo aún cuenta con margen de mejora para enderezar un rumbo que podría acabar desembocando en forma de algún traspaso de algún miembro importante del vestuario. Toca estar muy atentos. Sólo las victorias traerán la estabilidad que Hoiberg y los suyos necesitan.