Bourousis y Causeur, a lo suyo: 40 puntos y 57 de valoración
El Baskonia se apoyó en ambos para resolver un igualado derbi vasco que se resolvió en el último cuarto. El Gipuzkoa sólo ha ganado 1 partido de 12 jugados.
El Laboral Kutxa se alzó este miércoles, no sin sufrimiento (83-91), con el duelo vasco en San Sebastián ante un Gipuzkoa Basket que compitió bien hasta que se quedó exhausto en el último cuarto.
El conjunto local, reforzado en tres días con las incorporaciones de Landry y Abbelese, empezó muy nervioso el partido y se encontró con un Laboral Kutxa con el buzo de operario que tenía a Blazic y Shengelia como brazos ejecutores.
El equipo vitoriano estuvo a punto de romper el partido en el inicio del segundo cuarto con un 20-31 que parecía iba a noquear a los donostiarras, como tantas veces ha ocurrido a las primeras de cambio esta temporada.
Porfi Fisac, para evitar el desastre que se avecinaba, pidió tiempo muerto a los doce minutos y todo cambió, su equipo comenzó a creer y a cerrar la brecha de la mano de Urtasun, Grimau y Doblas.
Laboral Kutxa, que vivía de lo que hacía un acertado Caseur, vio como las diferencias menguaban en el tramo previo al descanso, se vino abajo y estuvo a punto, en un triple errado de Grimau, de tener que ir al remolque a la vuelta de vestuarios (44-44).
El equipo de Perasovic se dio cuenta de que iba tener que sudar para llevarse el derbi y, otra vez con el mono de trabajo, aguantó los intentos locales por llevar la iniciativa y con un triple de Causeur afrontaba con tres puntos de ventaja el último cuarto.
Bourousis salvaría los muebles en los diez últimos minutos en los que Gipuzkoa Basket se quedó sin fuerzas para seguir el alto ritmo de los de Vitoria, que no podrían descuidarse hasta el final de partido.