NBA
De la ACB a la NBA: Porzingis 'salva' a Hezonja, Huertas...
Ocho jugadores cambiaron la ACB por la NBA. La explosión de Porzingis es la gran noticia positiva. En cambio, decepciona Hezonja y apenas juegan Huertas, Pleiss, Mejri... Final NBA: Rockets vs Warriors
Hasta ocho jugadores dieron el pasado verano el salto de la Liga ACB a la NBA, con un dato histórico: Kristaps Porzingis y Mario Hezonja fueron elegidos con los números 4 y 5 de un draft 2015 en el que también se reclamaron los derechos de Willy Hernangómez (número 35), Markus Eciksson (50), Dani Díez (54) y Nikola Radicevic (57). A los dos primeros, que decidieron dar el salto con 20 años (el letón los cumplió en agosto), se sumaron Walter Tavares (número 43 en 2014), Raulzinho Neto (47 en 2013), Tibor Pleiss (31 en 2010) y tres no drafteados: Marcelinho Huertas, Salah Mejri y Marcus Landry. Después de un mes de competición y aunque el juicio es obviamente prematuro (especialmente en lo que respecta a los más jóvenes), la explosión de Porzingis en Nueva York es la gran noticia mientras que el tono gris del resto tiene como principal rostro el de Mario Hezonja, al que les está costando tener protagonismo en una NBA a la que llegaba como una de esas sensaciones internacionales de enorme efecto mediático. Nadie dijo que fuera a ser fácil…
-Kristaps Porzingis: ha nacido una estrella
Titular indiscutible en unos Knicks que ya le han convertido en the next big thing (la nueva gran estrella) de la Gran Manzana. Se le compara con Pau Gasol, Dirk Nowitzki… y Carmelo Anthony fantasea públicamente con ganar anillos a su lado. El caso es que el ala-pívot letón, que parecía de extraordinario potencial pero algo verde cuando dejó el Baloncesto Sevilla, se ha adaptado a la NBA por la vía rápida. Titular indiscutible, juega más de 27 minutos por noche y promedia 13,1 puntos, 9,1 rebotes y 1,9 tapones. En el ranking de eficiencia de la Liga, es segundo entre los novatos (16,6) sólo por detrás del número 1 del draft y obvio aspirante a Rookie del Año, Karl-Anthony Towns (19,6). Sigue por delante de Jahlil Okafor (16,4) y ha dejado ya partidos antológicos como sus 24 puntos, 14 rebotes y 7 tapones (dos decisivos a Harden) ante Houston Rockets. Sólo Shaquille O’Neal había hecho algo semejante con 20 años y sólo cuatro históricos tienen en su currículum un partido de al menos 20+10+7 como rookies: Tim Duncan, Kevin Garnett, Lamar Odom… y Pau Gasol. En Nueva York ha estallado la Zingsanity. Y va para largo.
-Mario Hezonja: aprendiendo por las bravas
Orlando Magic tiene un bloque joven en el que Hezonja a priori debería encajar a la perfección. El escolta croata tenía una buena ocasión para acumular minutos y experiencia, sin una enorme presión por ganar partidos, al lado de los que deberían ser sus compañeros durante muchos años: Payton, Oladipo, Harris, Gordon, Vucevic… Sin embargo, está jugando muy poco y su eficiencia no sube de un pobre 2,9. Sólo ha superado dos veces la barrera de los 20 minutos (promedia 13,1) y sólo ha llegado dos veces a los 11 puntos, en su debut y ante los depauperados Sixers. Promedia 4,2 puntos, 1,6 rebotes, 0,6 asistencias (y 1,2 pérdidas) y está tirando en un 37%. Además no sigue una línea ascendente: en los últimos 9 partidos su media está en 3,6 puntos. Un técnico muy duro como Scott Skiles, de esos para los que la letra con sangre entra, asegura que Hezonja todavía no está para aportar grandes cosas. Y él, como le pasaba hace un año con Xavi Pascual, tiene que centrarse en seguir aprendiendo sin pisar demasiado la cancha. Y sin ponerse nervioso. El talento está ahí, veremos si la paciencia le acompaña. Porque la NBA ya ha olvidado que Hezonja fue número 5 del draft y ahora le toca trabajar a destajo y sudar cada minuto que se gane en pista. Por ahora, decepción… pero para él esto es una carrera de fondo.
-Marcelinho Huertas: poco nivel en un pésimo equipo
Huertas, en un caso de ahora o nunca, decidió saltar a la NBA con 32 años y una vez cerrado su contrato con el Barcelona. Lo hizo después de la que había sido su peor temporada con la camiseta azulgrana. Y por ahora no le van demasiado bien las cosas: no ha jugado en seis de los 14 partidos de los tristes Lakers, sus topes son 7 puntos y 5 asistencias y su mejor partido, seguramente, un 5+5 en la derrota de su equipo en Orlando. Cuando juega, promedia 12,8 minutos, 3,8 puntos y 2,9 asistencias. En el nivel de sus mejores años, podría haber sido un base suplente con buena producción ofensiva a partir del pick and roll que tanto se usa en la NBA. Pero ni parece con muchas piernas ni las disfuncionalidades de los Lakers le van a ayudar demasiado.
-Walter Tavares: centímetros sin minutos
Dejó el Gran Canaria como un producto muy prometedor (23 años, 2,20) pero evidentemente por pulir. Con mucho trabajo de formación por delante, debutó en la NBA y se convirtió en el primer caboverdiano en hacerlo, pero es por ahora material de D-League. Con los Hawks ha pisado pista en tres partidos con un promedio de 1,6 minutos, 0,3 puntos y 0,7 rebotes. Todavía no ha puesto ni un tapón y desde el 7 de noviembre ha jugado 3 minutos NBA.
-Raulzinho Neto: titular con aroma a parche
Jugó una temporada en Murcia tras dejar San Sebastián y con 23 años es titular en la NBA. Utah Jazz perdió por lesión a Dante Exum y prefiere que Trey Burke salga desde el banquillo. Así que Raulzinho se curte con minutos (18,1 de media) en un equipo competitivo del Oeste. Su rendimiento por ahora ha sido mediocre: 4,6 puntos y 2,5 asistencias por partido con un bajo 5,1 de eficiencia. Viene de un partido notable ante los Clippers (10 puntos, 6 asistencias, 3 robos) pero por ahora ha dado la sensación de que la titularidad le queda grande. Eso sí, es joven, tiene talento y en España demostró que aprende rápido.
-Tibor Pleiss: congelado en el banquillo
Mide 2,18, tiene fundamentos en ataque y una envergadura inacabable. Pero su frialdad le lastró en el Barcelona y le está afectando en la NBA, donde además su falta de explosividad le resta donde suma su longitud. Mala cosa. Acaba de cumplir 26 años y Utah Jazz le reclamó en cuanto falló la operación Tomic. Con sus defectos, el croata es un jugador enormemente superior al alemán, devorado por la crudeza de la NBA: sólo ha jugado en cuatro partidos (de 14), no pisa la pista desde el 13 de noviembre y sólo una vez ha llegado a diez minutos en cancha. Sus medias: 1 punto, 0,3 rebotes y 0,3 tapones en 3,3 minutos. No está sirviendo como relevo de Gobert, ni siquiera para descansos cortos, y por ahora seguirá al fondo del banquillo.
-Salah Mejri: Ni el barullo de los Mavs le ayudó
Ha jugado en cinco partidos de 16, el último el 11 de noviembre. Ha tenido problemas físicos desde que cambió el Real Madrid, que no contaba con él, por Dallas Mavericks. Con la D-League como posible trampolín, todavía no ha anotado en la NBA (ha cogido en total 4 rebotes y ha puesto dos tapones en esos cinco partidos). Cuando DeAndre Jordan rechazó fichar por los Mavericks, parecía que se le abrirían más oportunidades en la rotación interior texana. Por ahora, nada.
-Marcus Landry: cortado antes de empezar
El hermano de Carl jugó la temporada pasada en Zaragoza, donde promedió más de 10 puntos por partido. En verano, firmó con Milwaukee Bucks en busca de su gran oportunidad (tiene ya 30 años) pero fue cortado por la franquicia de Wisconsin antes del inicio de la temporada.