Durant, ¿a la Conferencia Este para cuidar su físico?

"No estoy muy cómodo con toda esta atención sobre mí. No me gusta, pero sé que forma parte de esto. Aún me estoy acostumbrando. Ya he aprendido un poco a convivir con ello, pero aún así es un poco incómodo". Las palabras de Kevin Durant en la previa del partido ante los Wizards, en su vuelta a Washington, su casa, muestran lo que está viviendo la estrella de los Oklahoma City Thunder este año. Su futuro como agente libre el próximo verano crea una constante de rumores que le sitúan en uno u otro lugar, con candidatos estrellas como los propios Wizards.

Aunque no sólo los capitalinos se enredan en el futuro de KD. Los Lakers apostarán fuerte por un jugador capaz de revivir él solo una franquicia y también los Miami Heat. Muchas opciones para un artillero que tiene en las lesiones un escollo para repetir el MVP de la NBA. La pasada temporada el calvario comenzó en verano y finalizó con una campaña casi en blanco (sólo pudo disputar 27 partidos). Y este curso, tras comenzar con fuerza, una nueva dolencia en el tendón de la corva le está privando de jugar estos diez días.

Pero al margen de que su salud pueda no estar al 100% desde hace un tiempo, lo que si es cierto, es que las condiciones físicas casi extremas a las que te obliga la Conferencia Oeste, podrían llevar a Durant a buscar mares más mansos en el Este. La diferencia es clara. La temporada pasada, los Nets (últimos en el Este) se clasificaron para los playoffs con sólo 38 victorias (menos del 50% de triunfos), en la Conferencia opuesta las 45 de sus Thunder no fueron suficientes. Situación semejante se produjo en 2014 cuando los Hawks llegaron a las rondas finales con 38, mientras que los Mavericks tuvieron que alcanzar las 49. En 2013 y 2011 (2012 fue el año del lock out y el panorama era diferente) la tendencia fue semejante.

Mayores facilidades físicas y mentales en el Este

De esta forma, Durant tendría mayores opciones, tanto en los Heat como en los Wizards, para relajarse ante rivales menos exigentes y no realizar unos esfuerzos titánicos que hablan de verse las caras, en un mínimo de tres ocasiones y un máximo de cuatro en temporada regular (más lo que pueda pasar en los playoffs), a Curry y sus Warriors, a los Rockets de Harden, a Griffin, Paul y los Clippers... La única desventaja significativa sería tener que enfrentarse en varias ocasiones a un LeBron James que ha hecho del Este su coto privado de caza y al que no le gustaría ver otro depredador en su corral. Eso sí, los aficionados disfrutaríamos con ese enfrentamiento en múltiples ocasiones. Un LeBron vs Durant ininterrumpido. No suena mal, ¿verdad?