James Harden (46) vuelve a ser la peor pesadilla de los Clippers

Casi seis meses después, los Rockets y Clippers volvieron a verse las caras tras una de las remontadas más sorprendentes de los Playoffs en la era moderna de la NBA. Por aquel entonces, Houston acabó logrando el pase a la final del Oeste pese a llegar a ir 3-1 abajo en la serie. Así que, el de esta madrugada en el Staples no era un partido cualquiera. Muchas eran las cuentas pendientes, sobre todo para el equipo de un Doc Rivers que no pudo contar con Chris Paul debido a una lesión en la ingle. Desde el banquillo, el base comprobó que poco ha cambiado desde entonces. Houston tomó LA (105-109) gracias a los 46 puntos (14/26 en tiros de campor y 13/14 en libres) de un James Harden que, aunque algo tarde, vuelve a ser el de la temporada pasada. Con él como estilete y con un soberbio Dwight Howard en la pintura (cosechó su 20-20 número 44 en la Liga), los texanos logran ponerse con récord positivo por vez primera este curso (4-3).

Fue un duelo de iguales el de estas dos superpotencias del Oeste. Eso sí, con una mitad para cada uno. Un soberbio Blake Griffin (35 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias) hacía frente a la inspiración de un Harden que se marchó al vestuario con 25 tantos. 58-56 al descanso para los angelinos. Todo por decidir.

Tras la renaudación, Harden seguía a lo suyo: anotando todo lo que le llegase. Tras un arranque gris de curso, con unos pésimos porcentajes de acierto, al zurdo le ha sentado de maravilla este fin de semana por tierras californianas. Entre los 43 logrados ayer en Sacramento y los 46 de hoy ha sumado 89 puntos en su casillero particular. Un souvenir de estas vacaciones en forma de 44,5 tantos de media. Bastante mejor que el llevarse una fotografía en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Volviendo al encuentro, vayamos ya al periodo decisivo. Donde, adivínenlo, volvimos a encontrarnos con un viejo conocido. ¿Saben de quién se trata? Exacto, el Hack a... DeAndre Jordan y Dwight Howard. Todo un clásico ya de los duelos entre los cohetes y la Lob City. Da igual que se trate de la postemporada o de un partido de la segunda semana de Regular Season. Pero entre las visitas a la línea de personal nos encontramos con que los Rockets llevaban camino de romper el partido y vivir un final apacible tras el 82-93 que Harden estableció con su quinto triple de la noche. Faltaban poco más de 8 minutos. Tiempo más que suficiente para que Redick (clave no sólo anotando, sino forzando una personal en ataque del propio Harden -harto del doble marcaje de J.J. y Austin Rivers- ya en el último minuto) y Blake Griffin abonaran el terreno para el empate.

Unas tablas que estableció Paul Pierce (vino para esto, no para hacer números) a 40 segundos de la conclusión. Triple desde la esquina y ¡bingo! 106-106. Sin embargo, los texanos supieron sumar desde la línea mientras que, una vez más, los Clippers volvieron a jugar mal los últimos ataques. Aunque eso sí, de haber recurrido al instant reply tras un forcejeo en el rebote entre Griffin y Howard quizá la historia ahora sería diferente. Sin embargo, los colegiados le dieron la posesión a los de McHale sin dudarlo. A día de hoy, los Rockets siguen siendo una pesadilla para los Clippers.