Toronto Raptors: Carroll y el nuevo Kyle Lowry, dispuestos a dominar
Siempre les ha faltado algo y puede que hayan encontrado la solución. DeMarre Carroll llega para ser el pegamento de un equipo con grandes aspiraciones.
Estabilidad como primer objetivo. Dwane Casey afronta su quinta temporada a los mandos del navío canadiense, un barco lleno de talento y potencial que todavía anda buscando sus aguas. Los Raptors están muy cerca de los mejores equipos de la Conferencia Este y si todavía no podemos meterlos en el mismo saco que a los más grandes es única y exclusivamente por su irregularidad. Y eso es precisamente lo que ha venido a arreglar DeMarre Carroll, un jugador que sale a la cancha motivado en todos los partidos. Intenso, preparado para ayudar a sus compañeros y con un gen competitivo de los que adoran los técnicos: el pegamento.
La franquicia afincada en Toronto acabó cuarta en su lado del cuadro en 2015 (campeones de la División Atlántico), un gran esfuerzo que terminó como siempre: a casa en una primera ronda que no han conseguido dejar atrás desde los tiempos de Air Canada (Vince Carter llevó a los Raptors a semifinales de conferencia en 2001). Quieren funcionar en playoffs; quieren ganarlo todo. La pregunta es: ¿tienen plantilla para luchar de tú a tú con los mejores?
Carroll no ha llegado solo. Casey quería experiencia en la pintura y para eso llega un Luis Scola que a sus 35 años sigue siendo uno de los interiores con mejores movimientos de pies de la Liga. También añoraba intimidación y Biyombo no tardó en responder a la llamada. Por último, necesitaba fiabilidad desde el banco (han perdido a Lou Williams, que fichó por los Lakers) y tiró de raíces para convencer a Corey Joseph, un pupilo de Popovich con ganas de nadar entre los peces gordos, y a un Anthony Bennett a quien su país natal concederá la enésima oportunidad de quitarse el cartel de peor número uno de la historia del draft. Buenos refuerzos para un conjunto que parece haber fichado con las ideas muy claras.
Como todo tiene un lado negativo, Sweet Lou y Amir Johnson, dos jugadores muy importantes en la rotación, han dejado el Air Canada Center. Sin embargo, las salidas de ambos parecen bien cubiertas por unos Raptors que podrían hasta tontear con el famoso small ball (Valanciunas, James Johnson, Carroll, DeRozan y Lowry, como ejemplo).
El Este se vuelve más competitivo cada vez que una nueva camada de novatos irrumpe en la NBA. No obstante, el ritmo de mejora de ciertos equipos hace que podamos considerar a los Raptors equipo de playoffs antes incluso de que arranque la competición. Solo una pérdida total del talento intermitente de Lowry podría poner en peligro las opciones de los norteños.
Juego exterior
Un lujo, siempre que todos estén al nivel que deberían. Con el Kyle Lowry de antes del All Star 2015, el DeMar DeRozan de los veintitantos (las lesiones frenaron su progresión la temporada pasada) y un DeMarre Carroll que aportará el equilibrio que le faltaba en el pasado (tanto en ataque, donde cada vez hace más cosas, como en defensa), el quinteto inicial de los Raptors no tendrá problemas exteriores. Y para el banquillo ha llegado Corey Joseph. Menos explosivo y con menos puntos que Lou Williams, pero quizás un jugador que se adecúa más a lo que necesitan los canadienses de un base suplente: un director de orquesta capaz de coger el relevo de Lowry si éste acaba desquiciado. El point guard viene bendecido por Popovich (garantía de calidad) y, además, jugará extramotivado en su país natal. También sumará Terrence Ross, aunque está por ver cómo anda de autoestima un jugador que pasó de titular indiscutible a suplente irregular y que ahora ve como Carroll llega para ocupar el puesto que un día fue suyo. Mucha estabilidad mental se necesita para entender y asimilar todo eso con sólo 24 años.
Un ojo habrá que tener en la progresión de Bruno Caboclo (20 años). Un jugador con un aspecto semejante al de Giannis Antetokoumnpo y con cualidades de sobra para jugar en la NBA: el secreto mejor guardado de los Raptors. Y James Johnson, que jugará a caballo entre el tres y el cuatro, también podría tener algo que decir.
Juego interior
Se ha marchado Amir Johnson, que había bajado su aportación hasta los nueve puntos y seis rebotes por noche, y han llegado Luis Scola, Bismack Biyombo y Anthony Bennett para acompañar a Jonas Valanciunas y a Patrick Patterson: un puzle de lo más flexible, formado por jugadores que todavía han de probar su valía en la liga. Valanciunas será el eje central del juego interior. En Toronto siguen esperando que de un salto de calidad importante, aunque quizás esté tardando demasiado en llegar. El siete pies lituano se enfrenta a su cuarta temporada en la competición (23 años), pero llega con la presión de no haber mejorado nada de su segundo a su tercer año (12 puntos y 8,7 rebotes) ¿Le queda margen de mejora? Para jugar a su lado los Raptors han juntado a cuatro jugadores complementarios y sin un rol asignado. Con la titularidad en el aire, Dwane Casey esconde sus cartas y puede que lo haga durante toda la fase regular. Scola aporta veteranía y puntos al poste, Biyombo asegura intimidación y energía, Bennett llega para demostrar que puede darle la vuelta a su carrera y ser, al menos, un buen jugador de baloncesto y Patrick Patterson, quien lleva ya año y medio en la franquicia canadiense siempre tiene el rifle preparado (el curso pasado promedió 3,5 triples intentados por partido). Se trata de un grupo compensado, Ujiri sabe lo que hace en el mercado, pero aún por probar. El tiempo dirá.
Claves
1. El efecto DeMarre. Viene de ser importante en el equipo que más victorias sumó la temporada pasada en la Conferencia Este (fue el único del quinteto de Atlanta que se quedó sin All Star) y llega para ser determinante en un conjunto que aspira a pelear con los mejores. Clave en defensa.
2. Lowry, en forma. El base de los Raptors quiere que su nombre suene entre los de los mejores point guards de la competición. Para conseguirlo, se ha puesto en forma (parece otro) y su nuevo estado físico le puede dar ese empujón que tanto necesitaba. Se le ve más rápido y más ágil.
3. Air Canada Center. Desde que el ‘We the North’ hizo su aparición, la afición de los Raptors ha dado un paso adelante. La idea es que su feudo sea inexpugnable. El curso pasado lograron un récord de 27 victorias y 14 derrotas y mejorarlo sería clave, sobre todo de cara a los playoffs.
Entrenador: Dwane Casey
Dwane Casey encara su quinta temporada al frente del banquillo de los Raptors, una campaña que podría ser más importante para él de lo que parece. En los dos últimos años, los de Toronto han superado con creces el 50% de triunfos, pero han tropezado con la misma piedra: la primera ronda de la postemporada. La derrota del último curso, por 4-0 ante los Wizards, fue demasiado dura como para que se repitiese. Casey dispone de una nueva oportunidad, un tercer año con un muy buen equipo antes de que haya que buscar culpables. El récord positivo se da por hecho (hablamos de la Conferencia Este), pero pasar alguna ronda es una obligación impuesta por gerencia y afición. Mejorar o mejorar.
Estrella: DeMar DeRozan
Si las lesiones se lo permiten, DeRozan podría volver a dar un salto de calidad como el que le impulsó hasta los 22 puntos por partido en la 2013-14. Sus puntos serán clave, sobre todo, en los enfrentamientos con los grandes de la Conferencia Oeste.