Phoenix Suns: una larga peregrinación por el desierto de Arizona
Phoenix inicia una temporada en la que sueña con volver a estar entre los ocho mejores del Oeste. Bledsoe, Knight, Morris y Chandler forman un bloque para luchar por lograrlo.
Phoenix Suns lleva algún tiempo en esa situación tan incómoda en la que caen tarde o temprano casi todas las franquicias NBA. No ha despertado la ilusión de sus aficionados con un revolucionario proceso de reconstrucción ni con fichajes de gran esplendor pero está en el camino para pelear por, al menos, volver a los playoffs del temible Oeste. Necesita suerte, que vaya todo como debe y que conduzca con firmeza Jeff Hornacek; Claro que si todo va mal, será otro curso finiquitado, fuera de las rondas finales por el título por sexto año consecutivo.
Uno de los problemas que han lastrado a los de Arizona han sido los bruscos cambios de dirección. La pasada temporada salieron Goran Dragic e Isaiah Thomas y, de repente, sólo quedó Eric Bledsoe de aquel trío de bajitos tan extraño pero también letal y divertido de ver. A cambio llegó el prometedor Brandon Knight desde Milwaukee Bucks. Para el juego interior, en movimientos más firmes que mediáticos, llegaron Tyson Chandler y Mirza Teletovic tras el intento ambicioso pero fallido por trasladar hasta Phoenix a LaMarcus
Aldridge (acabó en los Spurs). Además, también cabe la esperanza de que jóvenes como T.J. Warren (22 años), Alex Len (22) y Archie Goodwin (21) den un paso más en su crecimiento y profundicen una rotación con mucha clase media a la que desde Europa se ha unido un Sonny Weems que dejó una suculenta oferta del Barcelona para regresar a la NBA en busca de su segunda oportunidad. Markieff Morris, ya con galones para ser un jugador fundamental, comenzó el verano mosqueado por la salida de su hermano gemelo Marcus hacia Detroit. Su entorno llegó a airear un posible cambio de aires que él negó después, ya en el arranque de la pretemporada.
Una buena noticia porque el ala-pívot de 26 años es un buen jugador con potencial para ser muy bueno y, desde luego, capital en el equema de juego de Hornacek. “Mi futuro no está Phoenix”, llegó a escribir a través de Twitter el tercer máximo anotador (15,3) y reboteador (6,2) del equipo a principios de septiembre. Después se calmaron las aguas de lo que parecía un problema de los grandes para una franquicia que tiene todavía este nuevo proyecto cogido con pinzas y que necesita a todos sus hombres centrados y al máximo para alcanzar el sueño de los playoffs. Hornacek, duro de roer desde sus tiempos de jugador, no se dará desde luego por vencido, pero habrá que ver al nivel real de sus pupilos.
Juego exterior
¡Dios salve a Eric Bledsoe! Sin el a nivel casi All Star, el perímetro de Phoenix Suns podría diluirse por el desierto de Arizona. Mini Lebron (el mote que se asocia directamente con su nombre) es el más capaz de marcar las diferencias en el ataque de un equipo en el que están por definir los roles ofensivos. El año pasado hubo una diferencia abismal cuando estuvo él en pista y cuando no, por eso la circulación de balón debe pasar por sus manos y partir de su a su explosiva capacidad para penetrar y anotar. Desde el perímetro debe mejorar para hacer más real su amenaza, ya que desde su punto álgido en los Clippers (39,7% en 2012-13) su proyección desde el triple apunta hacia abajo: 35,7% en la 2013-14 y 32,4% en la 2014-15.
Hornacek conoce una dependiencia que ayudará a paliar sin duda Brandon Knight. En la mano del técnico está (y en la cabeza de sus hombres) sacar el máximo provecho del resto de sus jugadores. Empezando por el propio Knight, continuando con el extranjero Sonny Weems y el veterano P. J. Tucker y finalizando con esa dupla de jóvenes prometedores y de nivel que forman T. J. Warren (número 14 del draft de 2014) y Archie Goodwin, el juego exterior de los de Arizona debería superar ese 34,1% desde la línea de tres que les condenó a estar en la cola de efectividad en la NBA la pasada temporada (puesto 21º empatado con los Kings).
Juego interior
Entre todos sus intentos por recolectar en el mercado veraniego, Phoenix Suns se hizo con un verdadero tesoro para la zona rebuscando en las tierras de Texas. Tyson Chandler (y sus 13 millones de dólares al año hasta 2019) ha llegado al estado de Arizona para poner un poco de orden tanto un vestuario bisoño como en un juego interior algo huérfano desde la temporada 2012-13, cuando salió el polaco Marcin Gortat. El campeón de un anillo con los Mavericks es uno de los grandes referentes en la zona de la NBA. Sin ser una navaja suiza en cuanto a sus recursos ofensivos es serio, eficiente y uno de los maestros supremos en el rebote. Con 9,3 de media en su carrera, la pasada campaña alcanzó los 11,5 por encuentro, lo que significó el quinto puesto de máximos reboteadores de la Liga.
Chandler (también ha llegado Mirza Teletovic desde Brooklyn Nets, tirador curtido en el baloncesto internacional) será también importante como mentor de una joya todavía no pulida, para mayor regocijo de Hornacek y los aficionados de los Suns: Alex Len. Este siete pies inicia su tercera temporada en la Liga con el objetivo de ser una pieza importante, no un jugador más. Cada temporada sus números han dado un salto importante (de 2 puntos a 6,3 y de 2,4 rebotes a 6,6), al igual que se presencia en cancha (de 8,6 minutos a 22). Fruto a punto de madurar que está a una primavera de caer del árbol.
Claves
1. La tranquilidad debe ser el dogma de Phoenix Suns para esta nueva temporada. Nada de inquietud si los resultados no son de inicio positivos, pues este año, en el peor de los casos, será de rodaje hacia un futuro que tendrá que ser construido con mimo y cuidando los detalles.
2. La inspiración de Eric Bledsoe es la punta de lanza en el ataque del equipo de Arizona. Un mal día suyo significará muchas veces un mal día del equipo. Sus minutos en pista como líder serán decisivos para contribuir al buen devenir de la franquicia sobre la cancha.
3. Encauzar definitivamente la relación de Markieff Morris es la primera tarea para los despachos. Su descontento puede reaparecer durante la temporada e influir en el estado de ánimo del resto del vestuario. Si todo se descontrola el traspaso sería la única solución.
Entrenador: Jeff Hornacek
Jeff Hornacek (Elmhurst, Illinois, 3 de mayo de 1963) fue uno de los grandes escoltas de los 90. Campeón de dos concursos de triples y con un All Star a sus espaldas, pasó la mayor parte de su carrera en los Suns y los Jazz (que retiraron su número 14). Tras su adiós como jugador, comenzó en Salt Lake City como asistente hasta que en 2013 fue candidato al banquillo de dos de sus exequipos, Sixers y Suns, y también de los Bobcats. Al final volvió a Arizona y su comienzo fue prometedor: mejoró en 23 victorias el balance del curso anterior y se convirtió en el tercer entrenador en lograr aunar el premio a Mejor Jugador del mes con el de Técnico y el primero en lograrlo con el mismo equipo. La temporada pasada fue peor para Hornacek debido a los cambios en la plantilla durante el año.
Estrella: Eric Bledsoe
A veces parece un extraterrestre entre humanos. Bledsoe, en su mejor versión, es la personificación del jugador total. Puede hacerlo todo en ataque y casi todo bien. Su 1,85 es más ventaja que hándicap. Es rápido y estético, y además machaca con la facilidad de un dos metros.