Orlando Magic: la juventud como estilo de vida en la NBA
Solo hay una realidad palpable en Orlando Magic: la juventud insultante de una plantilla (24,4 años de media) con el punto de mira en los playoffs por el título.
"Ya es hora de dejar de ganar sólo 25 partidos”. Así de claro se muestra Scott Skiles. El nuevo entrenador de Orlando Magic (en sustitución de James Borrego) sabe que entre sus manos tiene uno de los proyectos más atractivos y a la vez más peligrosos de la NBA. La franquicia de Florida cuenta con algunas de las mayores perlas de la Liga. Jóvenes y ambiciosos, la media de edad de la plantilla no supera los 25 años (24,4) con nombres como Nikola Vucevic (24), Tobias Harris (23), Victor Oladipo (23), Elfryd Payton (21), Aaron Gordon (20)... un selecto grupo de promesas a las que se une en esta nueva temporada Mario Hezonja, una joya croata (número 5 del draft) de tan solo 20 primaveras con experiencia en Euroliga y Liga Endesa con el Barcelona.
Ilusiona recitar esa lista de nombres, la verdad. Pero el camino no está escrito para ellos. Sólo se vislumbra por ahora lo que pueden llegar a ser y que aún no son porque a pesar de que la valentía, la intensidad y la energía -en definitva, el hambre de victorias- son conceptos irremediablemente asociados a la juventud, el objetivo principal, los playoffs, no ha sido asaltado. Y ya son tres temporadas. Con Stan Van Gundy (2007-12) como entrenador, este vecino de los Heat cumplió un ciclo de cinco años (al que sumar otro con Brian Hill) en las rondas por el título con unas Finales incluidas (2009, derrota ante los Lakers), pero desde entonces la franquicia no supera el 31% de victorias en una campaña. Jacque Vaughn tuvo la difícil papeleta de inciar la recostrucción y ahora, con la confianza sobre Skiles, la misión no puede ser otra que recordar aquellos ya lejanos y mejores tiempos. Hay equipo y talento de sobra para estar entre los ocho primeros en una Conferencia Este caótica, en la que la clasificación siempre está a la vez lejos y cerca.
El nuevo entrenador conoce lo complicado de la realidad que le ha tocado vivir. La de la juventud y la inexperiencia para cerrar partidos igualados, la de la falta de intensidad defensiva (fue quinto peor equipo la pasada campaña en rebotes) y la de la ausencia de un claro macho alfa. De un líder que conduzca al pueblo a la tierra prometida. Hay candidatos en las figuras de los renovados Vucevic y Harris y también en la de Oladipo, pero está por ver quién da ese paso al frente. Pero, tantas incógnitas y peligros ¿no hacen mucho más divertido el reto? Pase lo que pase, nos divertiremos viendo a estos Magic. De eso no hay duda.
Juego exterior
Mucho trabajo por delante tienen los Magic en su línea exterior para cumplir el sueño de los playoffs. Y cuando hablamos de trabajo, nos referimos a ambos lados de la cancha. Tanto en defensa como en ataque, los pupilos de Skiles deben dar un puñetazo sobre la mesa y evitar, en primer lugar, una debilidad en el perímetro que les llevó a ser el segundo peor equipo defensivamente al sufrir un 36,8% de acierto en triples de unos rivales que sólo lanzaron 22,6 por cada 100 posesiones. No le tiraron demasiado pero le anotaron mucho por fuera. Es decir, los exteriores rivales se sintieron cómodos por su fragilidad en defensa. Un problema sobre todo mental y de intensidad durante los 48 minutos de partido derivado de la juventud de la plantilla y de la desidia a la que llegaron, como equipo sin opciones, al tramo final de la temporada.
En segundo lugar, la mitad de tabla en efectividad desde el perímetro (34,7%) no llegó a ser dramática pero si un problema. Su trío exterior inicial posee el potencial necesario para luchar con la mayoría de rivales. Hablamos de Payton, Oladipo y Harris. Jóvenes con muchos recursos tanto por fuera como en penetración. Algo a lo que se unen el versátil Fournier (recuperado para la causa en Florida) y unos Hezonja y Watson que deberían hacer olvidar la marcha Harkless a los Trail Blazers. Del nivel, y sobre todo compromiso, de esta línea de ataque depende gran parte de la brillantez de los Magic en esta campaña.
Juego interior
La duda en esta zona de la cancha siempre gira alrededor de lo mismo: ¿Qué se puede esperar esta temporada de Nikola Vucevic? Su caminar en la NBA es una evolución constante hacia adelante. De los 5,5 puntos por partido que anotaba en su campaña de rookie en los Sixers a los 19,3 (máximo encestador de los Magic) de la anterior solo han pasado cuatro años. Casi 14 tantos más que muestran un caminar lfirme y seguro al que añade una gran capacidad reboteadora (sexto en la Liga el curso pasado con 10,9). Pero todo ello queda algo en entredicho por cierta fragilidad defensiva al no desarrollar con eficacia su capacidad intimidadora, que se refleja en sus apenas 0,7 tapones por duelo, algo bastante anecdótico cuando hablamos de 213 centímetros de pívot.
Detrás de él (o como compañero en la zona) debemos confiar en las ganas de Aaron Gordon. El jugador de segundo año solo pudo participar en 47 encuentros del pasado curso por las lesiones (pie y tobillo) y apenas dejó destellos con sus 5,2 tantos por partido. Su potencia física y margen de mejora son bazas importantes y tanto el nuevo como el viejo entrenador han alabado su capacidad defensiva. Skiles confía en que pueda frenar tanto a jugadores de perímetro como a interiores mientras que Borrego visualizaba un margen de crecimiento casi ilimitado. La fe en él debería dejar a Channing Frye y Andrew Nicholson a la espera de oportunidades en el banquillo. Pero hay mucha tela por cortar.
Claves
1. La confianza en la maduración del proyecto y la llegada de un entrenador experimentado pueden conducir a la impaciencia por obtener resultados por parte de la dirección. Dejar pasar el año ya no es una opción real en los Magic. Si el equipo logra domar la presión, los resultados llegarán.
2. La juventud es un hecho que no se puede obviar cuando se habla de este equipo, sometido todavía a la bisoñez de la mayoría de sus referentes y a su capacidad de aguantar la presión y los vaivenes de una larga temporada. A su favor, su hambre y esa inconsciencia de la juventud.
3. La dupla Payton-Oladipo es fundamental. Si ambos jugadores encuentran su mejor versión y se combinan serán una mina de oro. Las defensas rivales tendrían que hacer un esfuerzo extra para detener a dos hombres que son una caja de sorpresas con multitud de armas a su favor.
Entrenador: Scott Skiles
Scott Skiles (Indiana, 5 de marzo de 1964) es el nuevo general del banquillo en Orlando. Su fichaje responde a la necesidad en la franquicia de dar un paso más en busca de resultados concluyentes. El buen humor de la reconstrucción, el bueno ya crecerán los chicos ya se ha acabado y desde la dirección piden playoffs. El de Indiana tiene una rica experiencia NBA como jugador y como técnico. Su carrera en las pistas se desarrolló desde 1986 hasta 1997. Bucks, Pacers, Magic (su principal equipo en la Liga con 5 años en Florida), Bullets y Sixers avalan su conocimiento de la NBA a lo que une su paso por los Suns, Bulls y Bucks (1999-2013) como entrenador principal. Afronta un gran reto.
Estrella: Victor Oladipo
Futuro All Star de la NBA, Oladipo ya demostró la temporada pasada que tiene nivel para jugar con los mayores de la Liga. Ahora, en este curso, su misión es asentarse entre los grandes y tomar las riendas de los Magic para conducirlos a los playoffs por el título.