¿Tiene Cousins razón al dudar de la renovación de Thompson?
"¿Cuánto?", se preguntó el de los Kings al conocer el acuerdo. A simple vista es una barbaridad, pero... ¿Han obrado bien en Cleveland? ¿Tenían otra salida?
Por fin se alcanzó el acuerdo que casi todo el mundo daba por sentado pero que se ha convertido en el gran culebrón (caso DeAndre Jordan aparte) de este verano y comienzo de otoño en la NBA. Tristan Thompson seguirá defendiendo los intereses de los Cavaliers esta y las próximas cuatro temporadas. Un periodo en el que se embolsará un montante de 82 millones de dólares. Esto se traduce en que el ala-pívot canadiense ganará, de media, más de 16 'kilos' por año, lo que le situaría en el escalafón de salarios de la franquicia de Ohio este curso a la altura de dos all stars como Kevin Love y Kyrie Irving. Peso a que no ha acabado consiguiendo ese máximo contrato (94 y 5), la cifra que percibirá parece a simple vista excesiva. Así lo expresó, ni corto ni perezoso, alguien totalmente ajeno a la negociación: DeMarcus Cousins. El pívot de los Kings es de sobra conocido por sus salidas de tono y complicado carácter. "¿Cuánto?", escribió junto a un emoji de una cara de sorpresa al enterarse del acuerdo. Queda clara su opinión.
Nadie puede dudar que en Cleveland se han gastado un pastizal este verano (290 millones de dólares en las renovaciones de LeBron, Love, Shumpert, J.R. Smith y Thompson). Es más, sólo en contratos garantizados, esta temporada 2015-16 desembolsarán 111 millones. Los Thunder son la siguiente en el ránking con 94,6 kilos. Pero los gastos no acabarán aquí, ya que exceden en 41 millones el límite salarial (fijado en 70). Esto significa que, cuándo se calcule finalmente el impuesto de lujo al concluir el año, en Ohio podrían soltar otros 60 millones extra. En total, estaríamos hablando de una cantidad alrededor de los 171. Sólo en una ocasión un equipo ha gastado más en la historia de la NBA: los Nets de Prokhorov con 197 millones en la 2013-14. Sin embargo, 90 de esos provenían de las tasas, lo que hace que su gasto directo en el roster fuera de 107 kilos. Lo que hace que los 111 invertidos este año desde 'The Q' supongan un récord absoluto en la historia de la competición en lo que a salarios se refiere.
Habrá quien al leer esto se escandalice y tilde de burrada lo que David Griffin y cía están haciendo en los despachos. Pero, ¿tenían alguna opción mejor? Veamos. A partir del próximo verano el nuevo y millonario contrato televisivo traerá consigo una lluvia de millones que desmbocará en un incremento paulatino del salary cap durante las campañas venideras (se espera que para 2018 se sitúe en los 108). Para empezar, esto hará que los gastos vía tasas del roster cav se reduzca paulatinamente. No podría venir mejor, ya que los próximos retos serán el sellar la continuidad de Irving y una nueva renovación (esta de máxima duración) de un LeBron que en los últimos años de su carrera tiene en mente perdonar la menor cantidad de dinero posible. Aunque eso sí, quizá dé algo más su brazo a torcer al ver cómo finalmente en Cleveland han captado su mensaje y el de su agente Rich Paul, curiosamente el mismo que el de Thompson. "Echo de menos a mi hermano", dijo, en alusión al canadiense, públicamente a principios de este mismo mes. Ante semejante declaración de intenciones, en los Cavs no tenían otra opción que acabar ofreciendo a Tristan un acuerdo jugoso. De lo contrario, podrían haber construido contra su voluntad los cimientos una hipotética segunda espantada de 'King' James en un futuro a corto plazo. Ahora, esta opción queda prácticamente descartada.
Repasado lo económico, en lo deportivo cabe decir que Thompson se ha convertido en una pieza fundamental para los Cavs. El número 4 del draft 2011 puede que no sea ese interior estilista y anotador, pero como fajador su contribución es impagable. Su voracidad le convierte en uno de los mejores reboteadores que hoy en día pueblan la NBA. Especialmente en ataque. Quien no lo sepa o lo ponga en duda, que revise el vídeo de las últimas Finales. Precisamente en ellas se convirtió en la segunda o tercera referencia de su equipo. La intermitencia de Mozgov debido al empleo del small ball como táctica suprema en la batalla por el anillo y las lesiones de Varejao y Love (ambos causaron baja) hacen su presencia incuestionable en un equipo que busca dar un paso más. Y ese no es otro que ganar el campeonato. "Tenemos un trabajo pendiente", comentó Thompson nada más firmar. Por ahí van todos los tiros.