De América a Europa: los 9 que dejaron la NBA por la Euroliga
Jeff Taylor (Real Madrid), Zoran Dragic y Shved (Khimki), Datome y Antic (Fenerbahçe) o Joel Freeland (CSKA) pelearán desde este jueves por ser campeones de Europa.
Este jueves arranca otro curso de la Euroliga, que recibe con los brazos abiertos a los exNBA. Nueve jugadores abandonaron el baloncesto europeo para probar la mejor liga del mundo.
Jeffery Taylor (Real Madrid). Este alero internacional sueco (nació allí al ser el lugar donde jugaba su padre por aquel entonces) fue drafteado en 2012 (número 31) por los Charlotte Bobcats (hoy Hornets). A lo largo de estas tres temporadas no acabó de encontrar su lugar en la NBA. Una carrera marcada por una grave lesión en el tendón de Aquiles en diciembre de 2013 y salpicada por por un caso de violencia de género unos meses después. Tras pasar los últimos compases del curso anterior en la D-League, aterrizó este verano en el Real Madrid. Aún no ha podido debutar al padecer una rotura en los isquiotibiales. Pero Laso ya ha avisado: "En cuanto se recupere va a conectar muy pronto con los aficionados".
Robbie Hummel (Armani Milán). Tras brillar en la Universidad de Purdue y ser drafteado por los Wolves en 2012 (puesto 58), aterrizó en el Obradoiro donde firmó una buena campaña: 10,1 puntos, 3,8 rebotes para 9,3 de valoración. No sé lo pensó dos veces y dio el salto a la NBA para jugar en unos Wolves donde no ha tenido mucho protagonismo. En su primer año jugó de media 12 minutos sin mucho peso: 3,4 puntos y 2,5 rebotes. La temporada siguiente tampoco mejoró mucho el panorama (4,4 y 3 en algo más de 16).
Pero Antic (Fenerbahçe). Ganó dos Euroligas seguidas con el Olympiacos (2012 y 2013) y después puso rumbo a la NBA, donde llegó a un acuerdo con los Atlanta Hawks, a pesar de que tenía una sustanciosa oferta de un equipo ACB. El pívot macedonio ha tenido un papel discreto al otro lado del Atlántico. Acabó su primera temporada siendo titular (7 puntos y 4,2 rebotes de media), pero en la segunda rebajó sus minutos en cancha (16,5) y su aportación: 5,7 tantos y 3 rebotes. Además, se vio involucrado junto s Sefolosha en un incidente en un bar de Nueva York, en el que Chris Copeland acabó apuñalado. Este verano era agente libre restringido y el Fenerbahçe puso mucho dinero sobre la mesa. Antic, a sus 33 años, regresa a Europa para cubrir el hueco dejado por Nemanja Bjelica y Luka Zoric en el equipo turco.
Luigi Datome (Fenerbahçe). En 2013 fue el MVP de la Lega y firmó un buen Eurobasket con Italia (13,8 puntos y 4,9 rebotes). Parecía que era su momento de desembarcar en la NBA. Así lo hizo (Pistons), pero en Detroit no había sitio para él. En su año de novato jugó 34 partidos en los que estuvo 7 minutos en pista: 2,4 puntos y 1,4 rebotes. En el siguiente, la cosa incluso empeoró. Disputó sólo un partido con los Pistons (12 minutos ante los Lakers), que le mandaron a la Liga de Desarrollo. En febrero le repescaron, pero sólo jugó otros dos encuentros antes de ser traspasado a los Celtics, donde tuvo más minutos, aunque no suficientes (5,2 puntos y 1,4 rebotes en 10,7 minutos en pista). Ahora le tocará la dura tarea de ocupar el puesto de Nemanja Bjelica en el Fenerbahçe, MVP de la Euroliga el curso pasado. Su talento es incontestable. Este verano también estuvo en la agenda del Barcelona.
Alexey Shved (Khimki Moscú). La temporada pasada aprovechó la baja de Calderón en los Knicks (14,8 puntos y 3,6), pero el Khimki se le ha adelantado a la franquicia neoyorkina y le han hecho una oferta irrechazable. Shved será el jugador mejor pagado de Europa (por encima de los 3 millones) y liderará un Khimki muy reforzado y que será, precisamente, el primer rival del Madrid en este curso (el viernes en Moscú, 19:00). Shved aterrizó en la NBA (Wolves) en 2012 para reforzar el puesto de base, a la espera de la recuperación de Ricky Rubio. No tuvo un mal estreno: 8,6 puntos y 3,7 asistencias, pero el curso siguiente llegó Barea y le quitó minutos (bajó de 24 a 10,5). En su última temporada fue de equipo en equipo hasta estabilizarse en los Knicks, franquicia a la que llegó vía Houston.
Zoran Dragic (Khimki Moscú). En 2014 le pagó al Unicaja su cláusula de salida a la NBA (1 millón de dólares, algo más de 750.000 euros) para vivir el sueño americano. Llegaba al equipo de su hermano (Suns), pero mientras Goran era el líder, su papel era completamente secundario (sólo jugó 16 partidos en los que promedió 1,8 puntos y 0,5 rebotes en menos de 5 minutos). En febrero, los Suns traspasaron los derechos de ambos hermanos a Miami, pero el panorama para el ex del Unicaja no mejoró: 10 partidos, 6,2 minutos en los que anotó 2,2 puntos y 0,5 rebotes. Los Heat traspasaron sus derechos a los Celtics, que no contaban con él. De ahí que haya puesto punto y final a su etapa en la NBA y vuelva a Europa para reforzar a un Khimki al alza. Por cierto, llega tras ser el mejor de Eslovenia en el Eurobasket: 15,5 puntos, 3,5 rebotes y 2 asistencias.
Joel Freeland (CSKA Moscú). Puso rumbo a la NBA junto a Claver para jugar en los Blazers en la 2012-13 y su sueño americano ha durado casi lo mismo que el del español. Cuando se fue a Estados Unidos era uno de los mejores pívots de Europa, pero allí no cuajó. El primer año compaginó la NBA con la Liga de Desarrollo. Su mejor año en números ha sido este último: 3,5 puntos y 4 rebotes en 12,9 puntos de media. Freeland terminaba contrato y tenía alguna oferta NBA sobre la mesa (Dallas), pero la rechazó por firmar con el CSKA e intentar recuperar en Europa las sensaciones y el protagonismo perdidos.
Nick Calathes (Panathinaikos). “En Europa sólo jugaré en el Panathinaikos”, dijo el pasado julio y así ha sido. En la 2013-14, su curso de novato, jugó de media 16,5 minutos en los que anotó 4,9 puntos, 1,9 rebotes y 2,9 asistencias. No pudo estar en los playoffs ya que fue suspendido con 20 partidos al dar positivo por tamoxifeno, sustancia prohibida en la NBA. En su segundo año tampoco mejoró: 4,2 motivos y 2,5 asistencias. Terminaba contrato en la NBA (Memphis) y se había cansado de su poca aportación en la NBA.
Ognjen Kuzmic (Panathinaikos). Dejó plantado al Unicaja (pertenecía a la disciplina del equipo malagueño y jugó cedido en el Joventut) para probar en la NBA y su idilio con la mejor Liga del mundo no ha durado tampoco mucho, aunque se trae a Europa un anillo de campeón con los Warriors. Ha jugado dos temporadas en Golden State: 40 partidos en total. En el último curso jugó sólo 16 partidos promedió 1,3 puntos y 1,3 rebotes. Le fueron mejor las cosas en los Santa Cruz Warriors, equipo de la Liga de Desarrollo afiliado a los Warrios: 12,8 puntos y 7,8 rebotes. Acababa contrato en Oakland y a pesar de que los Knicks preguntaron por él ha decidido regresar a Europa. Estuvo en la agenda del Unicaja.