Redick no se corta: "El verano de los Clippers, suspenso rotundo"

JJ Redick no ha sido precisamente diplomático a la hora de valorar el trabajo veraniego de los ejecutivos de su equipo, Los Angeles Clippers. El equipo angelino no ha encajado precisamente bien la marcha de DeAndre Jordan a Dallas Mavericks después de su triste final de temporada, en el que tras eliminar a San Antonio Spurs se dejaron remontar un 3-1 favorable ante los Rockets, con una increíble desaparición en el sexto partido, en el que se dejaron remontaron 19 puntos en el último cuarto y en su pista.

Los Clippers se han hecho con el inestable Lance Stephenson y el veterano Paul Pierce pero la pérdida de su bastión defensivo parece un lastre demasiado grande para un equipo que está literalmente sin pívots después de traspasar a Spencer Hawes. La franquicia angelina puede tener difícil mantener su status de aspirante al anillo: apenas tiene rondas de draft con las que negociar y tiene invertidos más de 70 millones en nueve jugadores, por lo que se irá por encima del tope salarial y entrará en impuesto de lujo incluso aunque ese tope pase, como se ha rumoreado, de 67 a 69 millones.

Redick ha dejado claro que su equipo ha sido uno de los grandes derrotados tras la locura que ha seguido a la apertura del mercado: “Suspenso”, repitió varias veces en una entrevista en radio cuando le pidieron que pusiera nota a los esfuerzos de su equipo en los despachos. Incluso preguntó si se podía poner “muy deficiente en vez de suspenso”: “Teníamos una prioridad y no era otra que renovar a DeAndre. Y no lo hicimos. Así que o media un milagro o nuestro equipo será una cosa totalmente diferente la próxima temporada”.

El escolta dejó claro también que Jordan era mucho más que un baluarte defensivo: “En ataque también era fundamental para nosotros. Sus bloqueos, sus continuaciones, los rebotes de ataque… su presencia en la zona abría posibilidades a los demás, o acababa las jugadas que le servía Paul o permitía que los tiradores estuviéramos solos… Era un jugador fundamental. Quedarse sin él hace que nos merezcamos el suspenso claramente”.