MERCADO NBA
Roy Hibbert jugará en los Lakers
Los Lakers ya tienen pívot tras sus patinazos en el mercado de agentes libres. Indiana quería desprenderse de los 15,5 millones de sueldo de Hibbert.
Ni Marc Gasol, ni LaMarcus Aldridge, ni DeAndre Jordan, ni Greg Monroe… los Lakers no encontraron en el mercado de agentes libres el pívot de primer nivel que buscaban así que lo han buscado vía traspaso (camino por el que tampoco pudieron hacerse con DeMarcus Cousins). Pero ya lo tienen, por fin: Roy Hibbert. 2,18, 28 años y una temporada más de contrato por los Pacers a cambio de 15,5 millones de dólares. En Indiana querían desprenderse de ese vínculo económico, especialmente después de haber elegido en el pasado draft y con el número 11 a otro pívot, Myles Turner. Así que, aunque todavía no se conocen los detalles de la operación (parece que los de Vogel recibirán a cambio dos segundas rondas de draft), los californianos absorberán un contrato para el que tienen espacio y que no les supone ninguna hipoteca de futuro ya que finaliza el próximo verano. El pero reside en que en el acuerdo firmado por Hibbert existe un bonus (trade kicker) por el que su salario aumentará un 15% en el caso de ser traspasado. Esto significa que los angelinos deberán abonarle otros 2,3 millones, lo que supondría que la franquicia dispondría de unos 5 millones (y no 7) para cazar un alero, otra pieza que necesitan obtener en un mercado que va quedando poco a poco reducido a la mínima expresión. No obstante, en los Lakers esperan encontrar una solución que les permita aumentar su margen salarial.
En su mejor versión, que desaparece mucho más de lo que aparece, Hibbert es uno de los grandes pívots de la NBA. El problema es que esa versión desapareció misteriosamente, y con ella (y la lesión de Paul George) el vuelo de unos Pacers que se habían constituido en némesis de los Heat de LeBron y Wade en la Conferencia Este. Hibbert ha sido dos veces all star (2012, 2014) y estuvo en el Segundo Quinteto Defensivo en 2014. Nacido en Queens pero de origen jamaicano, este producto de Georgetown (cantera de pívots) tiene buenos movimientos en ataque y es un inmenso eje defensivo a partir de su enorme envergadura y su capacidad para defender el aro a partir de su salto vertical, un arte que perfeccionó en Indiana junto a Frank Vogel y que le hizo ser un incordio gigantesco para el mismísmo LeBron James. De su mano, los Pacers de hace dos temporadas firmaron hasta mitad de curso unos números defensivos históricos que se vinieron abajo (como Hibbert…) en el segundo y decisivo tramo de la temporada.
La pasada temporada los números del pívot bajaron a a 10,6 puntos (mínimo desde su temporada rookie), 7,1 rebotes y 1,9 tapones. Incluso en su versión más mediocre, en la que casi siempre influye su fragilidad psicológica, es un especialista en bajar los porcentajes del rival cerca del aro. Y eso es algo que los Lakers necesitaban como complemento en el juego interior para Julius Randle. La gran duda es si el ritmo de juego lento que necesita para involucrarse en el ataque mezclará con la velocidad que en teoría imprimirán en el backcourt los nuevos jóvenes valores Jordan Clarkson y sobre todo D’Angelo Russell, número 2 del último draft. En cualquier caso la operación tiene poco riesgo para unos Lakers que, una temporada más, habían dejado escapar a sus grandes objetivos en otro verano frustrante.