ADIÓS A LA TEMPORADA 2014-15
Doce momentos para recordar un año que nunca olvidaremos
Desde el salto de los Gasol en el All Star Game, al anillo de los Warriors pasando por las Finales de LeBron o el día en el que Kobe dejó atrás a Jordan. Un curso para la eternidad.
Hace tres noches, la temporada 2014-15 de la NBA llegó a su fin con la celebración del anillo de los Warriors. Con este motivo, queremos aprovechar la ocasión para recordar lo mejor de un curso inolvidable a partir de doce momentos o instantes para guardar en la retina. Abrochénse los cinturones que empezamos.
El año de los Warriors. “Merecemos ser recordados como uno de los mejores equipos de la historia”. Son palabras de Stephen Curry, el líder de los Golden State Warriors y MVP de la temporada. Razón no le falta: el anillo es sólo la punta del iceberg a la espectacular temporada realizada por los de Oakland. Sólo los Bulls de Michael Jordan en 1997 y 1998 superaron las 83 victorias que esta máquina de anotar triples (y de defender) ha amasado entre la liga regular y los Playoffs. De los 52 partidos que han disputado en el Oracle Arena sólo perdieron en cuatro de ellos. Y podríamos seguir recordando datos hasta cansarnos, pero lo realmente meritorio son las tantas y tan buenas horas de baloncesto que nos han regalado en un año para la historia de la NBA.
La actuación de LeBron James en las Finales. A él mismo no le hubiera gustado jugar la serie por el anillo de la manera en que lo ha hecho, pero de no haber sido así, las Finales no habrían sido lo mismo. Mejor dicho, no hubiéramos tenido final. En unos Cavs que se fueron quedando sucesivamente sin Varejao, Love e Irving, LeBron se reivindicó como el mejor jugador del planeta. Puede que se quedara sin corona, pero sigue siendo el Rey. Su rendimiento ante los Warriors resultó sobrehumano, heroico, bestial… pónganle el calificativo que prefieran. Sus 35,8 puntos, 13,3 rebotes y 8,8 asistencias de promedio nos trasladan a otra época, a una en la que la televisión se veía en blanco y negro. El gran mérito de ‘King’ James es el habernos hecho dudar sobre si realmente sería capaz de superar por sí solo a uno de los mejores equipos de todos los tiempos.
Los Spurs dicen adiós en la primera ronda. Una de las cosas malas de que el Oeste resulte tan competitivo es que haya equipos que digan adiós a las primeras de cambio o que incluso se queden fuera de los Playoffs. Lo bueno, que nos depare eliminatorias como la que protagonizaron en la primera ronda los Clippers y los Spurs. Finalmente, los de Doc Rivers se llevaron el gato agua en un séptimo partido que sirvió de homenaje al baloncesto. Chris Paul ejerció de verdugo con una penetración in extremis y acabó con los hasta entonces actuales campeones. Pero los Spurs supieron perder con estilo y acabaron pegándose una juerga legendaria que hace honor a su legado. Para los románticos nos quedó ese abrazo entre Paul y Tim Duncan y, claro está, el poder volver a disfrutar a los 'Timmy', Ginóbili, Parker, Leonard o Popovich un año más juntos (parece ser que así será).
El triple de Anthony Davis. El ala-pívot de los Pelicans únicamente ha convertido tres triples a lo largo de su carrera profesional y uno en esta temporada. Pues no pudo llegar en mejor momento. Fue un lanzamiento sobre la bocina que evitó la prórroga durante la noche del 6 de febrero en el Chesapeake Energy Arena, significó la derrota de los Thunder y meses después sirvió para que fueran los de New Orleans el último equipo en sacar el billete para la postemporada en la Conferencia Oeste. Una jugada que, pese a que no sea común en él, resume a la perfección el gran año completado por un Anthony Davis que ha sido el número uno en PER (índice de eficiencia) de la NBA con sólo 22 años. ‘La Ceja’ es el futuro pero también el presente.
Los triples-dobles de Russell Westbrook. Pese a que no pudo meter a sus Thunder en Playoffs, ha sido el año de la consagración definitiva de Russell Westbrook. Ha terminado como máximo anotador del curso y firmado nada más y nada menos que 11 triples-dobles en 67 partidos. A principios de año también se vio afectado por la plaga de lesiones que ha sacudido a la liga, pero su segunda mitad de la temporada es para enmarcar y empezar a considerarle como lo que es: uno de los siete u ocho mejores jugadores de la NBA. Y por si fuera poco, se llevó el MVP del All Star Game.
Plaga de lesiones. Hasta 26 all stars se han visto afectados esta campaña en mayor o menor medida por los problemas físicos. Algunos equipos (Thunder, Bulls, Cavaliers, Lakers, Heat…) se vieron devastados ante semejante infortunio. Como consecuencia, el viejo debate sobre si alargar o no la temporada, reducir el número de backs to backs o suprimir los 82 partidos de la liga regular vuelve a estar sobre la mesa. ¿Un equipo de lesionados este año? Kobe, Durant, Carmelo, Bosh y Dwight Howard. Por poner un ejemplo.
Kobe supera a Jordan. En los días previos al inicio del ya concluido curso baloncestístico 2014-15, una de las principales atracciones era conocer la fecha en la que Kobe Bryant superaría a Michael Jordan en el tercer lugar de la lista de anotadores históricos. Ese momento para la eternidad llegó el 14 de diciembre de 2014 en el Target Center de Minneapolis. Su punto número 32.293 llegó tras convertir un tiro libre. Acto seguido el juego se paró (en esto la NBA también nos lleva años luz de ventaja) para que el público y el planeta entero que seguía el encuentro por televisión rindiera un más que merecido homenaje a un jugador al que sólo podremos disfrutar un año más. Pero cuando se retire lo hará tranquilo, podrá decir aquello de que el alumno superó al maestro.
La racha de los Hawks. Su final de temporada resultó descafeinado y frío: no pudieron oponer resistencia a los Cavaliers en la final del Este. Es más, a lo largo del último mes y medio ya habían dado alguna que otra señal que dejaba ver que el depósito de gasolina se encontraba en la reserva. Pero antes de que esto ocurriera, Budenholzer y sus chicos (un equipo sin estrellas que acabó metiendo a cuatro de sus titulares en el All Star Game) reconciliaron a la ciudad de Atlanta con el baloncesto. Y lo hicieron a través de un juego preciosista, sin espacio para egoísmos y en el que predominaba la filosofía del extra pass. Se ganaron el apodo de los Spurs del Este, por su estilo y por las 19 victorias consecutivas que enlazaron entre los últimos días de diciembre del año pasado y los primeros de febrero del actual.
Curry y Harden, la batalla por el MVP. El galardón que todo jugador que se precie sueña con ganar fue a parar a las manos de un mago llamado Stephen Curry. Una nominación merecidísima, no en vano es el mejor jugador y el director de orquesta del equipo que sumó 67 triunfos en liga regular (y por supuesto ganó el anillo). Pero si el MVP se lo hubieran dado a James Harden nadie podría haber montado en cólera. La temporada de 'La Barba', con Howard lesionado durante muchas fases de la temporada, ha sido para enmarcar. Mejoró en defensa y en ataque fue una máquina de producir puntos casi imposible de parar. Y por si fuera poco, este zurdo clasificó a sus Rockets como segundos en el salvaje Oeste y acabó logrando el subcampeonato de la Conferencia. Bendita batalla la liderada por dos de los máximos exponentes de la nueva generación.
El cierre del mercado de fichajes. Cuando faltaban minutos y segundos para que los relojes en España marcaran las 21:00 del 19 de febrero de 2015, la locura se desató en las oficinas de las franquicias de la NBA. El trade deadline (cierre del mercado) acuciaba y entonces se desató una oleada de traspasos que implicó a varios equipos (Thunder, Wolves, Heat, Celtics, Blazers, Nuggets, Bucks, Sixers, Suns…) y a unos cuantos bases (Reggie Jackson, Goran Dragic, Isaiah Thomas, Brandon Knight, Carter-Williams) que nos hizo vivir un rato apasionante. Algunas franquicias acertaron, otras no tanto, pero el ganador número uno de aquella noche no fue otro que el periodista Adrian Wojnarowski (sí, el mismo que ayer dijo que Sergio Rodríguez podría regresar a la NBA…).
Los 37 puntos de Klay Thompson en un cuarto. Lo que el Oracle Arena vivió el 23 de enero no se había visto nunca en una cancha de la NBA. Klay Thompson, la otra mitad de los Splash Brothers, entró en trance para clavar 9 triples y 37 puntos en el tercer cuarto del Warriors 126 – Kings 101. Lógicamente, hacía añicos el anterior récord que compartían Carmelo Anthony y George Gervin con 33 tantos. Aquello fue una bacanal y sirve para ilustrar la tendencia hacia el juego exterior a la que está evolucionando el baloncesto.
Un salto para la historia. En plenos Carnavales, en el Madison Square Garden de Nueva York se celebró la edición número 64 del All Star Game. En dicho partido de las estrellas coincidieron por primera vez dos titulares no estadounidenses del mismo país, la primera pareja de hermanos en partir desde el inicio y que además protagonizaron el salto inicial como representantes de cada una de las dos Conferencias. Efectivamente, lo que aquel día simbolizaron Pau y Marc Gasol será recordado como uno de los grandes hitos históricos del deporte español.