El blog de Bosh: 'Picos y valles'
"Sostener el trofeo, recibir las gorras, de pie en el escenario, saborear el dulce sabor del champán en el vestuario. Esos son los recuerdos que durarán toda la vida".
La pasada noche me trajo muchos recuerdos. Buenos y malos. Porque he vivido ambas caras de la moneda en las Finales.
En 2011, cuando perdimos con los Mavs, muchas cosas se me pasaron por la mente. Al principio sentí que no era justo que perdiéramos. Teniendo en cuenta todo lo que habíamos pasado como equipo y todo lo que había sufrido personalmente fue algo muy molesto. Tuve que reponerme, ducharme y vestirme porque mi hija (que tenía dos años en ese momento) me dijo que no estuviera triste. Cuando llegué a casa me senté en mi porche hasta que el sol salió a la mañana siguiente pensando en lo ocurrido. Continuamente reproduje todo en mi cabeza.
¿Qué pasó? ¿Por qué perdimos? ¿Podría haber hecho algo diferente? !Con el cierre patronal amenazando ni siquiera estaba seguro de si íbamos a difrutar de otra temporada! Fue especialmente duro porque Dallas es mi ciudad natal. Yo estaba muy seguro de que íbamos a ganarlo todo cuando fuimos con 2-1 a Dallas y nunca pensé que las cosas saldrían así. Tuve que aprender por las malas.
Por suerte para mí, me iba a casar ese verano. Tenía algo más en lo que centrarme con mi boda inminente. Hubiera sido injusto para mi esposa que hubiera estado desanimado y arrastrándome como alma en pena por la casa. Después nos fuimos de luna de miel y volví con un apetito feroz de trabajar de cara a la siguiente temporada.
Pero cuando ganas ... hombre, la euforia es increíble. El momento en que los relojes se ponen a cero se experimenta una enorme sensación de alivio y satisfacción. Alivio porque la temporada ha terminado y llegas a la cima de la montaña y con la satisfacción de que tu sueño se ha hecho realidad.
La adrenalina sigue bombeando durante aproximadamente una hora. Entonces te das cuenta de que termina un maratón agotador de una temporada y de que acabas de jugar el partido más difícil que hayas disputado en tu vida. Abrazas a tus compañeros de equipo y entrenadores, y compartes ese momento especial con ellos. ¡Es realmente increíble!
Sostener el trofeo, recibir las gorras, de pie en el escenario, saborear el dulce sabor del champán en el vestuario. Esos son los recuerdos que durarán toda la vida, pero se van en una fracción de segundo. ¡Después ves que estás exhausto y lo único que quieres hacer es descansar un poco!
*Texto traducido por AS NBA. Para descubrir más sobre Chris Bosh, descárgate 'Voice of the Finals' a través de la aplicación de LINE (line.me/download) y sigue a la cuenta oficial de la NBA.