Este momento es formidable. No creo que una historia como esta haya ocurrido muchas veces en las Finales. Tenéis a un tipo que no era el simple reserva de Irving que jugó nueve minutos en el ‘Game 1’, que poco después aparece y nos quedamos todos pensando: “Oh tío, ¿qué va a pasar ahora? ¿Va a poder defender al MVP?”

No sólo empieza a jugar y supera cualquier expectativa, sino que ha llegado provocar que Golden State se preocupe por él en los informes de scouting, que sus técnicos pasen tiempo tratando de averiguar cómo pueden atacarle sin estropear el ritmo de su equipo y hacérselo incluso aún más difícil a Stephen Curry. Pero también en ataque está completando grandes jugadas. Nada para volverse loco, pero ha sabido interpretar cuáles son sus tiros. Sabe qué tiene que hacer para ayudar a su equipo a ganar. Es lo que está haciendo a Cleveland tan peligroso ahora.

Cada equipo campeón ha tenido a alguien como Dellavedova. Si Shane Battier fuera un base, él sería ‘Delly’. Se parece mucho a Shanne. Battier no driblaba, no hacía mucho, pero cuando lo sacabas sumaba en defensa, reboteaba, metía sus tiros y era bueno en lo que tenía que ser. Eso es lo que le hace ser una amenaza: se ajusta a su rol, no sobrepasa sus limitaciones y es realmente bueno en lo que hace.

En el caso de ‘Delly’, sabe que es bueno en eso: en saltar a la cancha, comerse a los rivales y perturbar el juego. Se necesita gente así en momentos como este. Entre él, Mozgov y Tristan Thomspon, sólo ellos tres, están dominando el tempo, su dureza y el estilo de juego. Si los Warriors no son los primeros en ir al suelo por los balones sueltos esta noche, tendrán un problema. ¿Quién es el primero en ir al barro? Si Dellavedova les vuelve a superar esta noche, van a pasar una noche muy larga.

*Texto traducido por AS NBA.