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ATLANTA HAWKS – BROOKLYN NETS

Los Hawks se han ganado el derecho a soñar con el anillo

Estamos ante una de las eliminatorias más desiguales. La maquinaria de Atlanta busca ponerse a punto ante unos Nets por los que no apuesta ni su entrenador, Lionel Hollins.

Los Hawks se han ganado el derecho a soñar con el anillo

Los Hawks han sido la mayor grata sorpresa de la liga regular. Su dominio en el Este ha resultado tan demoledor que una vez aseguraron el primer puesto de la Conferencia, llevan semanas pensando única y exclusivamente en los playoffs. Todo lo contrario que su rival en la primera ronda, unos Nets que a trompicones consiguieron el pase en la última jornada de la liga regular. Sobre la bocina, como inesperado ha sido el regreso de su dueño. Solucionados sus negocios (guste o no, en esta vida lo prioritario es el dinero), el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov reapareció en su reino de Brooklyn para echar marcha atrás y desmentir que vaya a vender la franquicia. Dice que ganar el anillo sigue siendo el objetivo, pero seamos realistas, este año el premio por sí solo es haber obtenido el último billete (de tercera clase, obviamente) en el Este para la postemporada. Si todo sigue su curso, Atlanta debería ser equipo de segunda ronda sin mayores sobresaltos. Esta vez parece que sí: la maldición de la primera fase puede quedar reducida a cenizas.

Los Datos

Enfrentamientos en la 2014-2015: 4-0 para los Hawks ATLANTA HAWKS Balance: 60-22 Quinteto más usado: Jeff Teague, Kyle Korver, DeMarre Carroll, Paul Millsap y Al Horford. BROOKLYN NETS Balance: 38-44 Quinteto más usado: Deron Williams, Bojan Bogdanovic, Joe Johnson, Thaddeus Young y Brook Lopez. ESTADÍSTICAS Puntos: Paul Millsap (16,7) - Brook Lopz (17,20) Rebotes: Paul Millsapd (7,8) – Brook Lopez (7,4) Asistencias: Jeff Teague (7,0) – Deron Williams (6,6)

Pese a que no ha podido acabar el curso entre nosotros, un tío que acostumbra a vestir camisas de cuadros cruzaba los dedos antes del arranque del mismo para que los pectorales de Al Horford no hubiesen perdido su vigor. Su deseo se cumplió. Conforme fueron transcurriendo los días, y el dominicano recuperaba sensaciones, los de Mike Budenholzer iban levantando el vuelo. Sin hacer ruido, pero con determinación. Tanto fue así que cuando nos quisimos dar cuenta ese gorrioncillo que había ido pasando desapercibido se convirtió en un halcón de presa capaz de amasar 19 victorias de una tacada. De repente, los Hawks obraron el milagro y consiguieron que una ciudad perdida para la causa como Atlanta se reenganchase al baloncesto. A su vez, los reconocimientos fueron llegando. De repente, el equipo se convirtió en esa chica por la que todos los guaperas de las películas estadounidenses se pelean con tal de que les acompañe al baile de fin de curso. Primero se dijo que si no sé qué de los Spurs del Este, luego que si su quinteto titular era el mejor jugador de mes de enero y poco después que si Teague, Korver, Millsap y Horford iban a estar en el All Star Game del Madison.

Esa fue solo la primera señal de que aún sigue siendo posible cumplir el sueño americano. Pero para que la cosa fructifique, toca pasar a la segunda fase, la cual arranca este mismo fin de semana. El primer escollo son unos Nets por los que no apuesta ni su entrenador. “No creo que tengamos ninguna ventaja sobre ellos”, reconocía Lionel Hollins. Para plantar batalla a esa maquinaria perfecta de jugar al baloncesto que durante muchos momentos han sido los de Mike Budenholzer (qué lástima que Steve Kerr haya hecho lo que ha hecho con sus Warriors, porque sino el premio a entrenador del año tendría ya dueño), Brook Lopez asoma como la gran esperanza de los neoyorquinos. En las últimas semanas ha recuperado el nivel que le hizo ser all star. La llegada de Thaddeus Young ha resultado un acierto, pero hay que exigir mucho más a dos superclases venidos a menos como son Joe Johnson (se reencuentra con sus ex) y Deron Williams (especialmente pena da el caso de este último, cuando no hace tanto le discutía a Chris Paul la condición de mejor base de la NBA). Por su parte, en Atlanta, ese fenomenal grupo diseñado para servir al colectivo pero que cuenta con jugadores capaces de ponerse el mono de superestrella si la situación lo requiere, cuenta con un único contratiempo: la baja del detenido Sefolosha. Un problema que quizá ahora resulte menor, pero que ante retos venideros puede acabar notándose. Pero mientras tanto, los Hawks sueñan con conquistar algo que nio pudo hacer Dominique Wilkins: su segundo anillo. El primero desde 1958.

Las Claves

DESCONEXIÓN: Los Hawks compiten contra ellos mismos. Llevan días sesteando y reservando pruebas y pueden acabar acusando esta relajación excesiva. BANQUILLOS: El de Atlanta ya ha demostrado su valía. Juagdores como Schroder, Mike Scott o Pero Antic han demostrado que forman una segunda unidad de garantías y capaz de mantener el nivel cuando los titulares necesitan un respiro. Por su parte, en los Nets sólo Bojan Bogdanovic y Alan Anderson parecen capacitados para no desentonar. DOS MUNDOS APARTE: Los Hawks han ganado 22 partidos más que Brooklyn (60 por 38), anotan 4,5 puntos más por partido, encajan casi cuatro menos y reparten casi cinco asistencias más por noche (una de las razones por las que la franquicia de la ciudad de la Coca-Cola es conocida como los Spurs del Este). Y por si fuera poco, en sus cuatro enfrentamientos directos de esta campaña, los halcones han barrido a los Nets por una media de 17,2 tantos por noche.