CONFESIÓN DE SAUNDERS

Garnett y Kobe estuvieron cerca de jugar juntos en los Wolves

Flip Saunders ha reconocido que un año después de draftear a Kevin Garnett se plantearon hacerse con Kobe pero no quisieron juntar a dos jugadores de instituto.

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Garnett y Kobe estuvieron cerca de jugar juntos en los Wolves

El mundo del deporte es el mundo de los y si… Y pocas cosas abren más la puerta a la especulación, con el viento a favor y la perspectiva del paso de los años, que las elecciones de draft de la NBA, esos botones que se pulsan y en los que se hipoteca muchas veces el futuro de las franquicias a corto, medio y en ocasiones incluso a largo plazo. ¿Y si los Blazers hubieran elegido a Michael Jordan por delante de Sam Bowie en 1984 o a Kevin Durant por delante de Greg Oden en 2007? ¿Y si los Pistons en 2003 su hubieran quedado con Wade o Carmelo y no con Darko Milicic? ¿Y si los Grizzlies en 2009 no se hubieran hipnotizado con la inacabable envergadura de Hasheem Thabeet dejando escapar a James Harden o Stephen Curry? A todas esas preguntas hay que añadir una nueva, alimentada por Flip Saunders, entrenador y presidente de operación en Minnesota: ¿Y si Kevin Garnett y Kobe Bryant hubieran hecho carrera juntos en los Timberwolves?

Saunders rige ahora los designios, del despacho a los banquillos, del equipo de Minneapolis, al que también entrenó entre 1995 y 2005, la edad de oro de una maltratada franquicia que cabalgó hasta una final del Oeste (2004) a lomos del Garnett MVP. Aquel equipo cayó a las puertas de las Finales ante los Lakers de Shaquille, Malone, Payton… y Kobe Bryant, que estuvo más cerca de lo que hasta ahora habíamos pensado de haber sido drafteado por los Timberwolves, un año después de Garnett y dentro de esa generación de 1996 que está entre las mejores de toda la historia. Curiosamente, Garnett y Kobe (dos de las principales megaestrellas de la era post Jordan) fueron después encarnizados rivales: de esa ronda de 2004 a las finales de 2008 y 2010, ya dentro de la rivalidad Lakers-Celtics y saldadas con un anillo para cada uno. Saunders aseguró que se plantearon hacerse con Kobe pero que creían que podía ser peligroso reunir a dos jugadores especialmente jóvenes y salidos del instituto sin período universitario. Garnett llegó a la NBA con 19 años desde Farragut Academy y Kobe lo hizo un año después desde Lower Merion: en la noche del draft tenía todavía 17 años.

Jerry West ya contó en su día cómo reunió a Kobe con Shaquille O’Neal y Phil Jackson para llevar tres anillos a L.A. entre 2000 y 2002 y ser elegido Ejecutivo del Año: Kobe era un secreto que clamaba desde las pistas de Pennsylvania al que los Lakers probaron enfrentándole en uno contra uno con el legendario Michael Cooper, que le dijo a West que aquel niñato era mejor que cualquier jugador de los Lakers de entonces. Sólo faltaba convencer a Kobe de que desoyera las cantos de sirena de Duke y North Carolina y esconder su mano ganadora hasta el último momento: los Lakers acordaron con los Hornets entregar a Divac a cambio del número 13 del draft pero no les dijeron hasta minutos antes a quién tenían que elegir para hacer después el cambio. No querían que nadie les robara su nueva arma perfecta aunque los Wolves, según ha afirmado ahora Saunders, estuvieron tentados a hacerlo.

Garnett fue el primer jugador en dos décadas que llegó a la NBA directamente desde High School. Kobe siguió un año después sus pasos. El primero fue número 5 del draft de 1995 por detrás de Joe Smith, Antonio McDyess, Jerry Stackhouse y Rasheed Wallace. El segundo se llevó el 13 en una hornada en la que Allen Iverson fue el 1 y en la que los Wolves elegían en quinto lugar. Draftearon a Ray Allen y le traspasaron a Milwaukee a cambio del número 4 de los Bucks, que había sido Stephon Marbury. Después Allen y Garnett sí llegaron a reunirse, en Boston once años después y para ganar el título en 2008.

Pero Kobe y Garnett no tuvieron ya ocasión de jugar juntos. Si se suma el palmarés de ambos en el resultado hay seis anillos, dos MVP de Regular Season y otros dos de Finales, 32 All Star, 15 presencias en el Mejor Quinteto de la temporada y 18 en el Mejor Quinteto Defensivo… Así que los aficionados a recrearse en esos y si del deporte pueden tratar de reconstruir una ucronía en la que dos de los grandes jugadores de la historia se reunían para jugar en una de las franquicias malditas. Maldita, entre otras cosas, por no acertar con esas decisiones que definen el presente e hipotecan el futuro…