Steve Nash, base canadiense, aunque nacido en Sudáfrica, de Los Angeles Lakers, uno de los mejores en las dos últimas décadas en la NBA, anuncia que se retira. Lo ha hecho dirigiéndose a todos los aficionados a través de una extensa y emotiva carta publicada en ‘The Players Tribune’.

Nash no pudo empezar la temporada por sus problemas crónicos en la espalda. A una semana del inicio de la actual campaña ya comunicó que se la perdería por completo. En la anterior apenas había disputado 15 partidos, pero hasta ahora se resistía a decir adiós oficialmente. El pasado 7 de febrero cumplió 41 años y, ahora sí, ha decidido despedirse. Acababa además contrato en el equipo angelino, que este curso le ha pagado sin llegar a jugar un solo minuto 9,7 millones de dólares.

Cierra un periodo de 19 campañas en la NBA, desde 1996 a 2015, con tres equipos diferentes: Phoenix Suns en dos etapas distintas, Dallas Mavericks y, desde 2012, los Lakers. Ha sido ocho veces All Star, otras seis máximo asistente de la Liga y dos veces MVP de la competición, en 2005 y 2006, coincidiendo con su regreso a Phoenix. Formó con Amar’e Stoudemire una de las parejas más efectivas de los últimos años, algo parecido al dúo Stockton-Malone.

En la carta de despedida cuenta cómo la ambición por ser mejor cada día, por parecerse a su gran ídolo, Isiah Thomas, le hizo crecer como jugador. Recuerda cómo Don Nelson le obligó a tirar más a canasta, acusándole de egoísta precisamente por no lanzar. Y asegura que “Mike D’Antoni cambió el juego del baloncesto”. Y se remonta a los años en los que él y Dirk Nowitzki aún no eran nadie en la Liga. Y cómo crecieron juntos. Un repaso general a su carrera para decir adiós. Se va un grande de la NBA, uno de los jugadores más inteligentes que ha visto jamás este deporte.