NCAA
Todos contra los Kentucky Wildcats en el 'March Madness'
Los ‘Wildcats’ llegan invictos al torneo universitario que comienza hoy. En 2014, la audiencia fue de 20 millones y los ingresos publicitarios, de 1.100.
En 1939 el baloncesto universitario estadounidense organizó por primera vez un torneo de eliminatorias para elegir campeón. La idea fue del entrenador de Ohio State, Harold Olsen, cuyo equipo perdió la final (46-33) contra los Webfootsde Oregón ante unas 5.500 personas. El campeonato, en el que participaron ocho equipos, dejó unas pérdidas de unos 2.500 dólares. Hoy, con la preliminar The First Four, comienza la edición de 2015 con 68 equipos (32 campeones de Conferencia y 36 elegidos por un Comité) y 67 partidos incluida la Final Four que se jugará en el estadio de los Coltsde Indianápolis (NFL), con capacidad para 70.000 espectadores. El reto, batir las cifras de 2014: más de 739.000 personas asistieron a los partidos del torneo, más de 20 millones vieron por televisión el triunfo final de Connecticutante Kentucky y cerca de 300 empresas gastaron más de 1.100 millones en publicidad (las que más: automoción, telecomunicaciones y hostelería), una mina de oro para unas televisiones (CBS y Turner) que aportan unos 500 millones al año, más del 90% de las ganancias totales de la NCAA.
Sólo los playoffs de la NFL y su Super Bowl, y como máximo la resolución del título del fútbol americano universitario, alcanzan la dimensión de este torneo bien apodado Big Dance (el gran baile) y sobre todo MarchMadness (la locura de marzo), un término popular desde que Brian Walsh lo usó para publicitar la edición de 1984.
La locura, desde luego, se expande durante tres semanas por EE UU: la audiencia en plataformas digitales creció en 2014 un 200% y se superaron los 50 millones de reproducciones en streaming. Los brackets, una quiniela en la que hay que acertar todos los ganadores, son un fenómeno social del que no escapa ni Obama y que reparte premios multimillonarios. El año pasado Quicken Loans y Yahoo auspiciaron un bracket con 1.000 millones para un ganador que quedó desierto: hay más de nueve quintillones de posibilidades. Entre apuestas (más de 12.000 millones) y emisiones online, la baja productividad de los trabajadores le cuesta a las empresas unos 1.200 millones por hora.
En lo deportivo, Kentucky parte como favorito, en busca de la primera temporada perfecta (34-0 a las puertas del torneo) desde Indiana en 1976. El primer clasificado del Medio Oeste cuenta según los expertos con un 37% de opciones de ser campeón y Duke (Sur), con un 12%. Vilanova llega como favorito en el Este y Wisconsin tendrá un cuadro complicado en el Oeste, con Arizona como gran peligro. Si gana, Kentucky sumaría su 9º título y quedaría a sólo dos de UCLA, con once pero que no gana desde 1995. El último campeón, Connecticut, se ha quedado fuera de un torneo en el que siempre se jalean las grandes sorpresas al estilo Cenicienta, de la Syracuse de Carmelo en 2003 a Butler, Wichita y VCU en los últimos años. Sin embargo, la locura parece más cosa de la afición que de los resultados: el número 1 del ránking ha sido campeón en seis de las últimas ocho ediciones y ningún cabeza de serie de una División ha perdido en segunda ronda ante el 16º: 120-0. Eso sí, sólo una vez (2008) han llegado a la Final Four los cuatro números 1.