ANÁLISIS

Rondo, Josh Smith... así sería un quinteto con los peores tiradores

Unos tiran demasiado para su puntería y otros ni siquiera lo intentan en cuanto se alejan del aro. ¿Ganaría un quinteto de pésimos tiradores a uno de especialistas puros?

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Rondo, Josh Smith... así sería un quinteto con los peores tiradores

Abrir el campo, gestionar los espacios, castigar las ayudas con circulación rápida y tiros liberados… Conceptos que se repiten una y otra vez en el análisis de cualquier partido NBA. Todos los equipos, más lo que tienen aspiraciones importantes, tratan de tener sus especialistas en el tiro y su equilibrio en el quinteto para no ponerle las cosas demasiado fáciles a las defensas rivales. Un síntoma del baloncesto moderno en el que influyó de forma decisiva la aparición de los pívots tiradores y de ese rol del stretch four (el cuatro abierto) que ahora parece fundamental y que apenas era un boceto exótico cuando llegó a la NBA Dirk Nowitzki en 1998.

¿Pero cómo sería un equipo sin especialistas, con un quinteto en pista en el que nadie es mínimamente fiable en cuanto se aleja del aro? No un grupo de malos jugadores, y por lo tanto malos tiradores, sino uno de tipos que o han sido all star o lo han tenido cerca, incluso a los que se ha considerado entre lo mejor de la NBA en su puesto pero que tienen deficiencias graves a la hora de lanzar. No se trata de una lista demasiado científica sino de una unión de jugadores que ni ven el aro cuando están a más de dos metros con otros que, aunque pueden anotar desde cualquier posición y tienen buenas rachas, desde luego tiran mucho más de lo que deberían si buscaran lo mejor para la salud de sus entrenadores. Un primer quinteto con serio aroma a ladrillo sería más o menos así:

Base: Rajon Rondo

Escolta: Lance Stephenson

Alero: Michael Kidd-Gilchrist

Ala-pívot: Josh Smith

Pívot: DeAndre Jordan

Y en la rotación no faltarían unos cuantos ilustres como Ricky Rubio Michael Carter-Williams, Dwight Howard, Al Farouq-Aminu, Kenneth Faried, Andre Drummond, Nerlens Noel

Rajon Rondo ha sido cuatro veces all star pero lo único en lo que no ha progresado desde que era un meritorio en los Celtics ha sido en su tiro. En esta temporada está en 41% en tiros de campo más allá de su histórico (por pésimo) 31,7% en tiros libres. Su mayor caché actual (dadas las lesiones de Rose) le da el puesto en el quinteto por delante que otros bases también demasiado inestables con su tiro como Ricky Rubio, de los que seleccionan mal (o nada) sus lanzamientos como Carter-Williams o incluso de los que no son pésimos lanzadores per se pero abusan de su muñeca, como Derrick Rose (el peor tirador de tres que ha lanzado al menos cien triples en la temporada: 29%). Sin embargo, Rondo es el mejor de los cuatro cerca del aro (56%), muy por encima del abismal 31% de Ricky Rubio. El peor desde la línea de tres es Carter-Williams, con 23% que supera el 26 de Ricky.

El base de los Bucks es, de los cuatro, el que más y peor tira. En toda la NBA, sólo hay un jugador que lance más de una distancia superior a cuatro metros y sin alcanzar al menos un 35%: Josh Smith. Pero si se mira el true shooting percentage, el dato que cocina la eficacia de todo el tiro (de dos, de tres y tiros libres), el resultado deja un 49% para Rose, el único entre los 300 mejores de la NBA. Después, Ricky (45%), Carter-Williams (44%) y finalmente Rondo con un 42% en el que le penaliza enormemente sus problemas con el tiro libre.

Lance Stephenson y Josh Smith se merecen el puesto porque son dos jugadores empeñados muchas veces en enterrar sus enormes virtudes entre malos tiros desde zonas en las que son muy poco eficaces. En el citado ranking de jugadores que han lanzado ya más de doscientos tiros desde una distancia de más de cuatro metros del aro sin llegar a un mínimo del 35% de efectividad, Smith es primero (303 tiros con un 30%, 29% si se aíslan los triples) y Stephenson, cuarto 244 y 26%, 16% en triples). Kidd-Gilchrist trabaja a marchas forzadas para mejorar un tiro que era sencillamente inexistente cuando fue elegido número 2 del draft por los Hornets. Excelente defensor, promedia más de 11 puntos y 7 rebotes por partido y tiene madera de jugador mucho más importante que otros aleros muy físicos pero que sufren mucho con su tiro: Aminu, Mbah a Moute...

En cuanto al puesto de pívot, no se trata tanto de los que fallan mucho como de los que ni siquiera se separan del aro para lanzar. DeAndre Jordan es el titular aunque es el jugador con mejor porcentaje de tiro de toda la NBA (71,6%). Su secreto es que ha tirado 417 tiros en las proximidades del aro y sólo 6 a una distancia de más de dos metros: ha metido tres, entre ellos el primer triple de su carrera. Una incapacidad asumida también por otros cincos como Andre Drummond (sólo 17 tiros más allá de una distancia de tres metros), Asik (sólo 11 fuera de la zona) o por supuesto Dwight Howard, algo más capaz que Jordan de anotar desde media distancia pero cuyo balance de toda la campaña en tiros a partir de tres metros es 2/5. Si se busca un buen pívot que tire mal y demasiado fuera de sus zonas de confianza, el mejor ejemplo sería Nerlens Noel, que todavía tiene 20 años y juega en unos Sixers en los que las derrotas no acarrean ninguna responsabilidad: el ex de Kentucky está en un 29% en una distancia de 4-5 metros y apenas 27 entre 3 y 4. En esas zonas, Noel ha tirad ya más de cien tiros.

Finamente está la cuestión de los tiros libres, claro. El caballo de batalla de tantos hombres altos y la pesadilla de un Rondo que evita a toda costa pasar por la línea de personal. Junto al de los Mavs y su 31%, un quinteto de náufragos del tiro libre estaría formado por Tony Wroten (66%), Kidd-Gilchrist (68), Tristan Thompson (65) y Drummond (38,6). Por el contrario, en la lista de los mejores de la NBA en esta disciplina estarían (de entre los que han anotado al menos cien) Stephen Curry (90,3%), Jodie Meeks (92), Danilo Gallinari (90), Nowitzki (88,7) y Pekovic (83,7).

Porque claro, el juego definitivo (y desde luego en absoluto científico) sería plantearse si ese quinteto terrible desde la media y larga distancia ganaría o no a otro formado por especialistas en el tiro. Otra vez, no los mejores jugadores que además son grandes tiradores sino jugadores que tienen en el lanzamiento su principal virtud. Entre los mejores tiradores puros están (otra vez según el ajuste de las estadísticas avanzadas) Kyle Korver, JJ Redick, Eric Gordon, Anthony Morrow y, claro, Stephen Curry y Klay Thompson, dos jugadores totales pero también dos tiradores letales. En cuanto a los pívots, los titulares tendrían que ser Ryan Anderson y Channing Frye, aunque se podría incluir al actual Dirk Nowitzki, que cada vez aplica menos porcentaje de su juego en la zona. El genio de Wurzburg es, a los 36 años, el segundo mejor jugador de la NBA en acciones de catch and shoot (recibir y tirar), sólo por detrás de un Korver que está por encima del 50% en esos lanzamientos de absoluto especialista. Seguramente, esa es la realidad, la dimensión que aportarían los Splash Brothers de los Warriors (Curry Thompson) haría favorito en cualquier caso a ese quinteto en versión estilista.