ENTREVISTA A UNA LEYENDA
Abdul-Jabbar: "Unos criminales no pueden representar al Islam"
El máximo anotador total en la historia de la NBA, Kareem Abdul-Jabbar es una figura intelectual con voz y peso en los movimientos cívicos de EE UU.
Básicamente, nos vemos para debatir la presencia y la aportación de los hermanos Pau y Marc Gasol en el All-Star Game del Madison Square Garden. ¿Qué le parece?
—Me hace feliz por ellos, sobre todo por Pau, cuya evolución en la NBA he seguido de cerca, desde que llegó a Memphis, y al que he tratado mucho en los Lakers. Son dos jugadores diferentes: Pau puede jugar por dentro y por fuera. Marc es mucho más interior, más center.
—¿Podría analizar su juego y su propio desarrollo?
—Pau y Marc son inteligentes. Ambos. Ven el juego. Lo conocen. Saben jugar a este deporte. Su intención es siempre mejorar el rendimiento colectivo del equipo. Comparten el balón. No buscan machacar, no buscan los dunks fáciles, como otros hacen a diario. Marc manejaría bien el Ataque de Triángulo: por eso gusta tanto a Phil Jackson. Jugar como ellos hacen es un toque de clase o de distinción en el baloncesto de hoy.
—¿Siente que su legado en los Lakers, en particular, y en la NBA en general puede quedar un poco difuminado por las nuevas generaciones y modos de jugadores que encabezaron, por ejemplo, Kobe Bryant y LeBron James?
—Sólo entiendo un tipo de baloncesto y es el que creo que, al fin, distingue a los grandes equipos en nuestros días. Sólo considero como estadísticas positivas aquellas que favorecen al equipo. Era lo que nos trasmitía en UCLA nuestro coach, John Wooden. Tal vez Kobe Bryant y LeBron James dejen un legado. Es posible. Ellos han ganado títulos. Pero antes de ellos hay otros legados. Vienen de más atrás: los de George Mikan, Elgin Baylor, Magic Johnson, James Worthy... y yo mismo. Lo que hayamos hecho no debiera medirse por lo que uno hizo como unidad o individuo, sino por lo que cada equipo fue capaz de conseguir con nosotros.
—Kareem: usted, musulmán, ha escrito varios libros sobre el movimiento afroamericano y, más recientemente, ha escrito artículos, por ejemplo en Time Magazine, sobre la inconveniencia de identificar masivamente a los musulmanes con el terrorismo yihadista o fundamentalista. ¿Puede debatir sobre esto?
—(Jabbar cambia el gesto y lo tensa. Abre mucho los ojos, como en meditación) No es algo que me guste. Pone mucha presión sobre mí, allá donde voy. En general, me siento ante una situación enloquecida (crazy).
—Usted venía a decir en ‘Time’ que nunca debería colocarse por delante al Islam en este tipo de actos de masacre. ¿Es correcto?
—Todo aquel que conozca y apoye a los musulmanes, y yo soy musulmán, sabe que en el sentido más amplio, ni los musulmanes cometen crímenes... ni envían a gente para que los cometan. Es como decir que el Ku-Klux-Klan representa a los cristianos. Unos delincuentes o criminales lo son por el mero hecho de serlo, por sus actos. Aquellos que cometen crímenes son criminales. Y no hay un solo criminal que pueda representar al Islam, no existe.