Pablo Laso sorprendió con Carroll en el quinteto inicial pero sus hombres en la final fueron el trío de magos Nocioni, Sergio y Rudy Fernández. Ellos tiraron del equipo hasta la genialidad del canario, que resolvió con frialdad una situación de máxima tensión. En la regularidad de Rudy, salpicada con una semifinal exuberante de Rudy, el corazón de Nocioni, y las musas que vinieron a ver en la final a Sergio Rodríguez, han estado una de las claves del Madrid en la Copa, en la que también ha encontrado una versión mejorada de Ayón.

Rivers (-3). Seis minutos testimoniales. No hacía la diferencia en ataque y Maciulis terminó por parecerle más fiable a Laso. No termina de encontrar su sitio en el Madrid.

Rudy Fernández (26). El MVP de la Copa, curiosamente, casi la tira en una pérdida en la que Abrines estuvo más listo. A sus espaldas ha cabalgado el Madrid en la Copa, siempre con Llull y Sergio Rodríguez como escuderos. Además de sus puntos, terminó la primera parte con cuatro asistencias y cuatro recuperaciones que fueron cinco y cinco al final del partido. Sumó 26 de valoración. Su catálogo de recursos es infinito. Su reto es la Euroliga.

Nocioni (16). Espectacular su crecimiento durante el torneo. Empezó desquiciado el torneo ante el CAI, se entonó ante el Joventut y en la final puso cuatro tapones, metió triples y demostró que es un animal competitivo. Sin estar ya a su mejor nivel, volvió a recordar al de los grandes días. El Madrid no tenía este tipo de jugador y para eso se le fichó. Como a Maciulis. Si alcanza la Final Four, tal vez con él no sucedan episodios como los de Londres ante Olympiacos o Milán ante el Maccabi.

Campazzo. No jugó la final. Su participación en el torneo ha sido testimonial.

Maciulis (9). Anotó un importantísimo dos más uno para el 63-67 que dio tranquilidad al Madrid. Muy bien en las ayudas. Ha completado una buena Copa, haciendo exactamente lo que se le pide.

Felipe Reyes (2). Las faltas y el buen partido de Nocioni impidieron que tuviera más protagonismo.

Sergio Rodríguez (13). Su entrada a canasta, sorteando a Abrines y antes de que nadie pudiese llegar al tapón quedará, posiblemente, como imagen de la final. Olvidados los problemas físicos de principio de temporada, vuelve a estar a un nivel alto. Maduro, supo elegir la mejor opción en casi todas las acciones del partido. Jugador de altísimo nivel recuperado para la élite después de su errático paso por la NBA.

Gustavo Ayón (13). Sale reforzado de la Copa, en la que ha rayado a un nivel alto. Metió una canasta importante para cerrar el tercer cuarto y se fajó con uno de los mejores Tomic que se recuerdan. Laso explicó que se plantearon su fichaje a medio plazo y que eran conscientes de que habría que tener paciencia con él. Chus Mateo, segundo de Laso y que lo dirigió en Fuenlabrada, está convencido de que su mejor nivel todavía está por llegar.

Jaycee Carroll (4). Apenas cinco puntos. El Barça controló bien con los cambios en el bloqueo sus lanzamientos. Le cuesta cuando no tiene ventaja. Sólo metió un triple de cuatro intentos. Laso vio que por ahí no estaba el camino de la final y le sustituyó. El estadounidense está lejos del nivel que demostró hace unas temporadas.

Sergio Llull (-9). “Qué mal he jugado”, contó Laso que le confesó nada más llegar al vestuario. Y no fue su día. Ha tenido una Copa irregular. El primer día no dio una con los triples, el segundo se salió y en la final hizo cero de ocho en tiros de campo. Sin embargo, tiene mucha ascendencia sobre el equipo y es líder. Antes de la Copa había dicho que si no le importaba a sus compañeros, no tendría problema en volverse a tirar el último tiro. Sabedor de que no era su día, prefirió que el encargo fuera para otro. Eso también vale mucho.

Bourousis (6). Adelantado por Ayón, se mostró algo inseguro. No se atrevió a lanzar en algunas ocasiones y tampoco estuvo muy contundente. El Madrid necesita un poco más del griego en comparación con lo que ha dado en esta Copa para ser el principal favorito en la Euroliga.

Slaughter (2). Uno de los más felices de nuevo en la celebración tampoco pudo frenar a Tomic aunque le hizo alguna falta dura. Anotó apenas dos canastas y fue una de las múltiples soluciones que planteó Laso contra el pívot croata. Sin fortuna.