En la Metropolitan East Ball Room del Hotel Sheraton Times Square, en la Séptima Avenida, los hermanos Pau y Marc Gasol Sáez desataron uno de los mayores revuelos vistos en las comparecencias de Prensa previas a los All Star Games. "Sin duda, la cantidad de periodistas que había, sobre todo inicialmente ante Marc, es la mayor que se recuerda al menos en los últimos diez años", concedieron portavoces de Relaciones Públicas de la NBA. Desde un tumultuoso alud de preguntas en castellano, catalán e inglés, los dos hermanos, como suelen, agruparon sentimientos en la mayoría de las respuestas... e individualizaron otras sensaciones. Se trataba del mismo Hotel Sheraton en el que Pau se alojó cuando llegó por primera vez a EE UU para el Draft NBA de 2001 (elegido con el número tres, por Atlanta, que lo traspasó a Memphis). Y Marc apareció con la misma camiseta negra que vestía cuando fue all star por primera vez: en 2012, en Orlando.

"Nuestros estilos son diferentes, pero si esta es una ocasión histórica o mágica, como parece evidente por la expectación que ha despertado, no cabe duda de que ambos coincidimos en que aquí solo hemos podido llegar por la vía del trabajo duro. Solo trabajando duro es cómo se consiguen estas cosas. Estamos contentos porque representamos a mucha gente que nos quiere. Sabemos que van a ser felices", coincidieron Pau y Marc. "Para mí fue muy especial la primera vez que me enfrenté a Pau en el Palau Sant Jordi cuando él venía con Memphis y yo estaba con el Barcelona. Nunca vi un jugador parecido a Pau. Es único. Debería de estar ya en el Salón de la Fama", afirmó Marc. "La racha de los dobles-dobles consecutivos en la que estoy a punto de igualar la mejor de Michael Jordan es algo especial, pero lo fundamental es que así estoy contribuyendo a que el equipo gane. Si juegas con esa coherencia y competitividad, a veces salen cosas excepcionales y que merecen reconocimiento... y a veces, no", observó Pau Gasol, que añadió: "Estar en conversación aquí, de esta manera, ya es un grandísimo privilegio. Desde que vine aquí en 2001, en estos 14 años, creo que mi carrera ha sido privilegiada. No podría pedir mucho más". Tras firmar 18 puntos y diez rebotes en la victoria de los Bulls ante los Cavaliers, Pau Gasol había llegado a Nueva York en plena madrugada, en vuelo desde Chicago junto a Niko Mirotic.

Tanto Marc como Pau estuvieron de acuerdo en que "hay opciones" para un eventual duelo directo entre sus dos equipos, Memphis Grizzlies y Chicago Bulls, en la gran final de la NBA. "Es posible y es difícil", analizó Pau Gasol. "Si estoy o estamos aquí es porque nuestros equipos están ganando, y si están ganando, está claro que tenemos opciones. Pero mucho o casi todo dependerá de los emparejamientos (match ups) en los playoffs", corroboró Marc, entre Carmelo Anthony (con sombrero Panama) y el también asediado Tim Duncan. Mientras, Dwyane Wade entrevistaba a su amiguete LeBron James para NBA TV. Y, 14 años después de aquel 2001, explotaba el caos en el Hotel Sheraton de la Séptima Avenida. Esta vez no toca el Draft de Pau Gasol: esta vez es el All Star Game de Pau... y de Marc Gasol Sáez.