CELTICS 91 - HAWKS 105
Atlanta, viento en popa a toda vela: décima victoria seguida
Lo Celtics no fueron rival para el mejor equipo del Este. Los Hawks atraviesan por la mejor racha de la franquicia en los últimos 17 años. Volvieron Teague, Millsap y Carroll.
La vuelta de los titulares, el alero DeMarre Carroll, el ala-pívot Paul Millsap y el base Jeff Teague, ayudaron a los Hawks de Atlanta a ganar a domicilio por 91-105 a los Celtics de Boston, y a conseguir el décimo triunfo consecutivo, en la mejor racha actual de la NBA. Esta racha ganadora es la mejor que han tenido los Hawks en los últimos 17 años de su historia.
Los Hawks (31-8), que poseen la mejor marca de la Conferencia Este, confirmaron el gran momento de juego por el que atraviesan y que los proyectan como los grandes favoritos para luchar por el título de campeones junto a los Bulls de Chicago y los Raptors de Toronto, que también son líderes en sus respectivas divisiones.
El equipo de Atlanta se hizo con el triunfo a pesar de la ausencia del dominicano Al Horford, quien una noche después de haber conseguido su primer triple-triple en su carrera y de guiar al equipo al triunfo, tuvo jornada de descanso, como en la anterior la habían disfrutado Carroll, Teague y Millsap. El entrenador de los Hawks, Mike Budenholzer, discípulo del veterano Gregg Popovich, está siguiendo al pie de la letra todas las enseñanzas del maestro y ha comenzado a dar descanso a los jugadores ante un calendario en el que les toca jugar cuatro partidos en cinco noches.
Millsap aportó un doble-doble de 18 tantos y 10 rebotes que ayudaron al triunfo de los Hawks, que están en proceso de venta, aunque el comisionado de la NBA, Adam Silver, ha dicho que desearía que siguiesen en Atlanta.
Los Celtics (13-24), terceros en la División Atlántico, tuvieron al base Avery Bradley como el líder de su ataque al conseguir 17 puntos. El ala-pívot Jared Sullinger consiguió 14 tantos y nueve rebotes, y el pívot reserva canadiense Kelly Olynyk encestó 12 puntos y también capturó ocho balones bajo los aros, que no impidieron la derrota de su equipo.