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NETS 92 - GRIZZLIES 103

Marc (18-8) domina Brooklyn ante unos Nets en venta

Gasol jugó 31 minutos en el primer partido de Memphis ante su exentrenador, Lionel Hollins. Debutó Jeff Green. Prokhorov escucha ofertas de compra.

Marc Gasol machaca el aro de los Nets.
Marc Gasol machaca el aro de los Nets.AFP

Los Memphis Grizzlies vencieron a los Brooklyn Nets en el Barclays Center de Nueva York, en lo que fue el primer duelo de los de Tenneesse ante su antiguo entrenador, Lionel Hollins, ahora técnico de la franquicia que dirige el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov. Hollins dirigió a los Grizzlies durante seis temporadas en dos épocas distintas: en la 2004-2005 y desde la 2008-2009 hasta la 2012-2013, consiguiendo los mejores resultados de la historia de la franquicia (finales de conferencia en 2012). A pesar de que la explosión ofensiva de Marc Gasol ha llegado esta temporada (cinco puntos 2 tiros más de media por encuentro), fruto de Hollins es su progreso, constancia y desarrollo hasta lo que es hoy en día. El primer curso de Hollins en Memphis (en su segunda etapa) también fue el primero de un Marc que a lo largo de los años ha experimentado un cambio físico y de juego. Su mejoría en el tiro de media distancia es evidente, está mucho más delgado que en 2008 y se ha ganado el respeto de compañeros y rivales a base de un carácter irrompible. Culpa suya y culpa de su entrenador.

"Estuvo bien ganarle, honestamente. Nos conocemos, yo sé lo competitivo que es él y él sabe lo competitivo que soy yo", comentó Marc después del partido (92-103 para Memphis).

"Son un gran equipo defensivo y van muy bien al rebote, por eso son uno de los mejores equipos de la liga", explicaba Hollins. Respeto y admiración mutuos.

Los Grizzlies, que con esta victoria ascienden a la tercera posición de la Conferencia Oeste (27-11), rompieron el encuentro en un colosal final de segundo cuarto y un gran inicio del tercero. Una canasta de Joe Johnson ponía a Brooklyn uno arriba a tres minutos del descanso (46-45), pero entre Marc y Zach Randolph, con la ayuda de Tony Allen, Conley y Courtney Lee, dieron la vuelta al marcador y silenciaron Brooklyn con un parcial de 4-20 (66-49 en el minuto 5 del tercero). Triunfo en el bolsillo.

Hubo tiempo para que Jeff Green, el nuevo compañero de Marc, comenzase a adaptarse a su nuevo equipo. Su fichaje impulsa a Memphis, que echaba de menos un alero alto. Con Green consiguen a un buen atacante (17,6 puntos por partido) y a un más que decente defensor para hacer frente a los grandes aleros que hay en el Oeste. Además, ofrece a Dave Joerger una variante para ese famoso small-ball que tan de moda está actualmente en la NBA, aunque el ténico de los Grizzlies ya ha dejado claro que no lo va a usar. "Nunca vamos a ser un 'small-ball team', pero tenemos que estar preparados para enfrentarnos con todos los equipos del Oeste", explicaba. Un 'no pero sí'.

Joerger se va feliz de Brooklyn después del triunfo y de haber recuperado a un Zach Randolph que estaba entre algodones las últimas semanas. El eterno compañero de Gasol en la pintura consiguió 20 puntos y 14 rebotes, mientras que Marc se quedó en 18-8.

Los Nets, mientras tanto, viven pendientes de la posible venta de la franquicia. Prokhorov lleva varios meses escuchando ofertas de compra y podría dejar su puesto próximamente. Su idea era crear, a base de talonario, unos Nets campeones. Por ello tiró la casa por la ventana para fichar a Paul Pierce y Kevin Garnett (ambos con más de 34 años), regalando varias rondas del draft a los Celtics. El juguete, cinco años después, parece roto. Los Nets son octavos en el Este, son el equipo que más gasta en salarios de toda la NBA y al final dejan su suerte en manos de un joven Mason Plumlee y en lo que queda de Joe Johnson. Brook López y Deron Williams sufren lesiones con facilidad, Pierce acabó firmando con los Wizards y Garnett ya no es lo que era. Prokhorov, eso sí, puede asegurar que su gestión económica ha sido sensacional. Compró el equipo por 200 millones de dólares y, en caso de vender, la cifra no estará muy alejada de los 2.000 que pagó Steve Ballmer por hacerse con Los Angeles Clippers. De la gestión deportiva hablamos otro día...