Doc Rivers casi triplica el salario medio de los entrenadores NBA

Hasta ahora el técnico NBA no era el puesto más lucrativo entre los entrenadores del deporte profesional estadounidense. Con la excepción de Phil Jackson, claro. El Maestro Zen alcanzó los once millones anuales en su último tramo en el banquillo de los Lakers y ahora ejerce como presidente de los deprimidos Knicks, con una promesa de llevar a la Gran Manzana su cultura ganadora que se cuantifica en unos 12 millones anuales. Más allá de Jackson, su aura y sus once anillos, ha sido históricamente más rentable ser entrenador en la NFL, donde los grandes gurús llegan a los ocho millones de dólares al año (Sean Payton, Pete Carroll) o se acercan (Bill Belichick, Jeff Fisher, Chip Kelly, Tom Coughlin…).

Algo de eso empezó a cambiar el pasado verano. Doc Rivers, aprovechando la coyuntura del escándalo Sterling y la llegada de Steve Ballmer como propietario de los Clippers, firmó una renovación por cinco años y 50 millones de dólares que le mandaba a la estratosfera salarial: diez millones al año con, eso sí, las atribuciones también de presidente de operaciones. En Detroit, y buscando dar un golpe de efecto a una franquicia tan histórica como errática en los últimos tiempos, se contrató a Stan Van Gundy a cambio de siete millones anuales, también como entrenador y presidente de operaciones. Aún más sorprendente fue el altísimo caché que alcanzaron entrenadores debutantes pero con una excelente reputación: Derek Fisher y Steve Kerr firmaron cinco millones anuales en New York Knicks y Golden State Warriors. Ambos del entorno de Phil Jackson, que quiso a Kerr en los Knicks y reaccionó fichando a Fisher cuando los Warriors se llevaron a un entrenador que ha caído con el pie derecho en Oakland. Fisher sufre mucho más en ese galimatías desestructurado que son los Knicks.

Todos estos contratos se firmaron por encima de la media salarial del entrenador NBA, que no alcanza los 4 millones de dólares: ronda los 3,8. Por delante de Kerr y Fisher pero por detrás de Rivers y Van Gundy está Gregg Popovich, el hombre de los diecinueve años y los cinco anillos en San Antonio Spurs (gana 6 millones anuales). Por detrás de los dos debutantes están otros de los mejores entrenadores de la NBA: Rick Carlisle cobra 4,6, Lionel Hollins 4,5 y Tom Thibodeau, 4,3. Este es el top ten de salarios entre los entrenadores NBA:

Doc Rivers: 10 millones anuales

Stan Van Gundy: 7 millones

Gregg Popovich: 6 millones anuales

Steve Kerr: 5 millones anuales

Derek Fisher: 5 millones anuales

Rick Carlisle: 4,6 millones anuales

Lionel Hollins: 4,5 millones anuales

Tom Thibodeau: 4,3 millones anuales

Kevin McHale: 4,3 millones anuales

Byron Scott: 4,2 millones anuales

El resto se mueven ya por debajo de la media, incluso en el caso del dos veces campeón con Miami Heat Erik Spoelstra (3 millones anuales) o algunos de los técnicos que aparecen como posibles nuevos referentes de los banquillos NBA: 3,7 millones cobra Dwane Casey en Toronto y se quedan en dos Mike Budenholzer en Atlanta o Dave Joerger en Memphis. Los Celtics sacaron a Brad Stevens de Butler con un contrato de 22 millones por seis años (3,6 anuales) y Jason Kidd se lleva en Milwaukee 2,5.

Particular es el caso de David Blatt, que llegaba a los Cavaliers como debutante NBA pero con la reputación de ser uno de los mejores entrenadores del entorno FIBA, recién ganada además la Euroliga con el Maccabi. Blatt firmó un contrato de 20 millones por cuatro años (en este primero percibe 3,3), que arroja una media que está cinco veces por encima de lo que percibía en el banquillo del equipo israelí.