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LA GENERACIÓN 2014 NO DESPEGA

Draft 2014: de la esperanza a la 'maldición' que no cesa

La de Parker es la última de una plaga de lesiones que se está cebando con la clase de rookies de este año. Y los problemas no acaban aquí, su rendimiento no es el esperado.

Slam, una de las revistas más prestigiosas de Estadosn Unidos, copió con la clase 2014 de novatos, la mítica portada que realizó con la generación de 1996.
SLAM MAGAZINE

El pasado draft generó unas expectativas grandilocuentes que, hasta la fecha, la clase 2014 no ha podido traducir sobre el parqué. No sólo el rendimiento de los Wiggins, Jabari, Exum, Smart y compañía no está siendo el que muchos esperaban, sino que las lesiones están marcando el primer año de la carrera de esta generación de jugadores llamada a dominar en un futuro la NBA. Hace no mucho, se comparaba el último sorteo universitario con los de 1984 (Jordan, Olajuwon, Barkley, Stockton...), 1996 (Kobe, Iverson, Nash, Ray Allen...) y 2003 (LeBron, Wade, Carmelo, Bosh).

Ahora, transcurrido el primer mes y medio largo de competición, se puede hablar de una suerte de 'maldición' que se está cebando con algunos de sus más ilustres integrantes. A la trágica noticia con la que hoy nos despertábamos (el alero de los Bucks y número 2 Jabari Parker, rookie del mes de noviembre en el Este y para muchos claro favorito a mejor Novato del año, se perderá lo que resta de temporada al romperse al ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha), hay que sumarle la fractura de tibia de Julius Randle (la gran esperanza de los Lakers para este curso junto al regreso de Kobe) o la fractura por estrés en el pie derecho de Joel Embiid días antes antes de la ceremonia del draft: el gigante camerunés tiene muy complicadom poder debutar siquiera esta campaña. A esta lista de prolongadas ausencias, hay que añadir los distintos problemas físicos que han arrastrado o arrastran, entre otros, Aaron Gordon (Magic, número 4), Marcus Smart (Celtics, 6), Noah Vonleh (Hornets, 9), Doug McDermott (Bulls, 11), T.J. Warren (Suns, 14) o Adreain Payne (Hawks, 15).  

Pero no sólo las lesiones están marcando el devenir de la quinta 2014, sino que muchos de sus miembros están sufriendo en sus carnes las dificultades para adaptarse al profesionalismo. Lo que se traduce en una falta de confianza por parte de sus técnicos. Entre los 30 jugadores que completaron la primera ronda, sólo ocho han disputado como titulares al menos un partido. De ellos, sólo Andrew Wiggins (24 de 24 en los Wolves), Jabari (23 de 23), Zach LaVine (12 de 24 en Minnesota) y Bogdan Bogdanovic (19 de 23 en los Nets) lo están haciendo con asiduidad. Es más, contando los 631 encuebntros que podrían haber disputado entre todos ellos (aparte de Embiid, Payne y Josh Huestis no han debutado aún y Dario Saric decidió fichar por el Anadolu Efes y aplazar su salto a la NBA), sólo han jugado 337, o lo que es lo mismo el 51%.

Centrándonos en el número de minutos, los datos tampoco son como para tirar cohetes. Sólo nueve jugadores superan la veintena, siendo Wiggins (30,8 ) y el pívot de los Sixers drafteado en 2013 Nerlens Noel (30,4), los únicos en sobrepasar la media hora de juego. Siguiendo con el repaso a la estadística, encontramos que sólo dos novatos (Wiggins con 12,6 y Parker con 12,3) superan la decena de puntos por partido, mientras que en rebotes es el propio Nerlens Noel con 6,5 capturas el más destacado. En asistencias, Elfrid Payton comanda la clasificación de los novatos con un registro nada espectacular: 4,8 pases por partido. Si pasamos a comparar estos guarismos con la promoción del curso anterior, una de las más flojas de los últimos años, nos encontramos con unos números similares. Diez rookies jugaron 20 o más minutos (tres si se lleva a los 30), cuatro anotaron en dobles figuras, Michael Carter-Williams cogió el mismo número de rebotes que su compañero Noel (6,2) y en lo que se refiere a las asistencias, tanto el propio Carter-Williams como Trey Burke (Jazz), lograron mejorar la actual marca de Payton.

Con todo esto, no hay que dar por muerta a una camada de chavales de gran calidad y talento. Puede que su explosión se retrase más de lo previsto, pero para juzgarles habrá que esperar aún un tiempo. Nadie dijo que brillar en la NBA fuera fácil. Se merecen un poco de paciencia por nuestra parte.