DIFÍCIL TRÁNSITO DESDE LA ACB
Claver no ha jugado y entre Dragic y Nogueira, 11 minutos
El salto a la NBA está siendo especialmente duro para dos ex ACB como Zoran Dragic y Lucas Nogueira. La situación de Claver, en su tercer año, es especialmente delicada.
A medida que se generaliza el salto de las ligas europeas a la NBA, aumenta también el índice de fracaso de jugadores de este en aquel lado del Atlántico. La propia NBA ha pasado a draftear casi a cualquier talento del viejo continente en cuanto despunta, a veces apenas en cuanto asoma. Para una franquicia, la jugada es de escaso riesgo salvo que se invierta una elección alta de draft (Top 20 o simplemente primera ronda, en función del nivel de esa generación rookie): contratos bajos de salida, mucha ganancia si cuajan y casi ninguna pérdida si no es así. Para muchos jugadores europeos, el salto también es con red: casi todos sueñan con intentarlo en la NBA y si no resulta como esperaban, encontrarán puertas abiertas y contratos de estrella en los grandes del baloncesto europeo. Sólo hay que fijarse en los regresos de Rudy Fernández, Jan Vesely o el más reciente de Nemanja Nedovic, al que no le faltaban pretendientes (firmó con el Valencia) a pesar de que en su única temporada completa con los Warriors no llegó ni a los seis minutos por partido con unos promedios de 1,1 puntos y 0,5 asistencias.
En la dinámica actual, los grandes clubes europeos se nutren cada vez más de la mezcla de estrellas lo suficientemente jóvenes como para no haberse ido todavía y otras lo suficientemente veteranas como para no haber regresado. Eso y la bolsa de jugadores estadounidenses que no se han hecho hueco en la NBA y tampoco han optado (cada vez son menos) por los millones y el aparente lujo de las ofertas que llegan de China. No es fácil, aunque hay opiniones para todos los gustos, establecer una hoja de ruta sobre la idoneidad genérica del momento para marcharse a la NBA. A unos jugadores les beneficia irse pronto y terminar de formarse en Estados Unidos mientras que para otros es mejor hacerse definitivamente como jugadores antes de enfrentarse a ese siguiente nivel. Sí parece claro, en general, que la vida es más dura para aquellos que todavía no han despuntado lo suficiente en las competiciones europeas o para aquellos cuyas virtudes son absorbidas por las aptitudes de casi todos los jugadores de la NBA, un aspecto que apunta directamente al apartado físico. Una problemática que afecta a algunos de los jugadores que han dado el salto ACB-NBA en los últimos años, los del éxodo masivo, y que está arrojando algunos casos especialmente complicados. El más preocupante, sin duda, el de Víctor Claver.
Claver (26 años) no ha jugado ni un segundo todavía esta temporada con Portland Trail Blazers. Se ha pasado casi toda la temporada en la lista de inactivos y ni siquiera ha jugado, ni en minutos de la basura, cuando ha estado en el banquillo y su equipo ha tenido partidos resueltos y lesionados (como Nico Batum) en su posición. Está en último año de contrato garantizado, cobra 1,3 millones de dólares y los Blazers pueden extenderle después una qualifying offer de 1,7 que le convertiría en agente libre restringido. No parece probable y, de hecho, su agente ya mueve el árbol para ver qué cae: podría no acabar la temporada en Oregon. El valenciano es una isla en la NBA actual: casi no hay jugadores que no sean rookies y no estén lesionados o sancionados que no hayan llegado a debutar con el calendario ya en diciembre. Su camino ha sido decriciente: 16,6 minutos por partido en su año de rookie, 8,8 en el segundo y nada en el tercero. 3,8 puntos en el primero, 2,2 en el segundo. En rebotes, de 2,4 a 1,9.
Entre los jugadores que son ahora rookies y que llegaron desde la ACB, la peor parte se la están llevando Zoran Dragic (Phoenix Suns) y Lucas Nogueira (Toronto Raptors). Dos casos en los que se comprende su impulso de ir a la NBA pero en los que se preveían con cierta holgura los riesgos: allí el esloveno no puede sacar tanta tajada a su intensidad física y su juego en transición mientras que el brasileño no parecía ni mucho menos listo para el cambio de aires, si bien en su caso (22 años) se abre un período de formación y adaptación con el que apenas cuenta el ex alero de Unicaja (25), que sólo ha jugado dos minutos en un partido. Nogueira, 9 minutos también en un solo partido. Así que se puede hacer una cuenta rápida: entre Claver, Nogueira y Zoran Dragic han jugado en dos partidos y sumado once minutos. Dragic, por ejemplo, llegaba tras un Mundial en el que promedió 12,9 puntos y 4 rebotes por partido. En la pasada Euroliga promedió 10,9 puntos y 10 de valoración.
Estos son los otros jugadores ACB que han dado el salto a la NBA en las últimas cinco temporadas, desde 2010:
-Vitor Faverani: 26 años, no drafteado. Dejó Valencia en 2007 para irse a los Celtics. Como rookie jugó algunos partidos prometedores (12 puntos y 18 rebotes en su segundo partido NBA) pero después las lesiones no le han dado tregua.
- Alan Anderson: 32 años, no drafteado. Después de pasar por Charlotte entre 2005 y 2007, jugó en el Barcelona en la temporada 2010-11 (MVP de la Copa del Rey) y pasó por China y por la D-League antes de firmar con los Raptors. Ahora juega en los Nets y se ha establecido como una pieza útil de rotación. Llegó a anotar 35 puntos, en marzo de 2013, todavía en los Raptors y contra los Knicks.
-Bojan Bogdanovic: 25 años, número 31 del draft de 2011. Una mención por su paso por el Real Madrid (2005-2009) con una breve estancia en Murcia. Después explotó en Cibona y Fenerbahçe. Este año ha dado el salto a los Nets y está siendo uno de los rookies más productivos: titular, más de 21 minutos y 10,1 puntos por partido. Un caso claro de jugador que ha esperado (14,8 de media en la última Euroliga) al momento preciso sin precipitarse y, por lo que parece, con buenos resultados.
-Mirza Teletovic: 29 años, no drafteado. Jugó de 2006 a 2012 en el Laboral Kutxa y después firmó con los Nets aunque tenía ofertas de varios grandes del baloncesto europeo: en su última Euroliga (2011-12) promedió 21,7 puntos, 6 rebotes y 20,7 de valoración. En la NBA ha sabido hacerse un hueco, básicamente como tirador. Y, aunque algo irregular, promedia en la Liga más de 15 puntos en más de 16 minutos de media. Acaba de hacer 26 puntos y 15 rebotes (con un 5/7 en triples) contra el campeón, San Antonio Spurs. En enero maravillo con un partido de 34 puntos y 7/11 en triples contra los Mavericks.
-Bismack Biyombo: 22 años, número 7 del draft de 2011. Del Fuenlabrada a la NBA, evidentemente demasiado pronto y con sus condiciones técnicas sin pulir pero con una facultades físicas que los Hornets tratan de moldear con paciencia. Ya han descubierto que no crece al ritmo de Ibaka (que se fue en 2009), un caso con claros paralelismos, pero no desisten. En su única temporada en la ACB promedió 6,4 puntos, 5 rebotes y 2,2 tapones. En los Hornets, ha caído en las dos últimas temporadas a 14 minutos por partido después de jugar más de 27 de media en su segundo año, el que cogió más de 7 rebotes y puso casi dos tapones de media. Si no evoluciona en ataque, su impacto será cada vez menor, aunque en defensa sigue teniendo presencia: el 21 de noviembre puso 6 tapones contra los Magic.
-Gary Neal: 30 años, no fue drafteado. Se buscó la vida entre Turquía, Italia y España: jugó en Barcelona y Unicaja, donde promedió más de 12 puntos por partido. Después jugó tres temporadas en los Spurs antes de pasar por Bucks y Hornets, su actual equipo. Este año gana más de 3 millones de dólares pero su mejor versión se vio con los Spurs que perdieron la final de 2013 ante los Heat. Llegó a anotar 24 puntos en uno de los partidos y promedió casi 10 en los siete que duró la lucha por el anillo.
- Nikola Mirotic: 23 años, número 23 del draft de 2011. Primero sugirió que quería ser campeón de Europa con el Real Madrid pero después decidió que era su momento, a pesar de las dos finales perdidas. Le avalaban los números: un MVP de la ACB, dos veces en el Segundo Mejor equipo de la Euroliga (15,9 de valoración media la temporada pasada). Las dudas se centraban en si debería apurar algún año más para redondear su puesta a punto física y seguir aprendiendo a jugar donde le resultaba menos fácil: cerca del aro y ante rivales de los que sacuden. Sin embargo, ha caído con buen pie en los Bulls del híper exigente Thibodeau: más de 18 minutos, 7,3 puntos y 5,2 rebotes por partido. Como el talento está ahí (y es enorme) parece que Mirotic ha llegado a la NBA para quedarse.
- Kyle Singler: 26 años, número 33 del draft de 2011. Carne de NBA (campeón con Duke y Mejor Jugador de la Final Four 2010 de la NCAA), eligió irse a Alicante en los vaivenes del último lockout y de ahí se fue a terminar campaña en el Real Madrid tras el fugaz regreso de Rudy a Estados Unidos. Este año su rol con los Pistons está siendo más limitado (6,6 puntos y 2,3 rebotes por partido) y parece que su techo en Estados Unidos es quedar como jugador de rotación e intendencia. En su año en la ACB promedió 8,4 puntos y 7,8 de valoración.
-Tiago Splitter: 29 años, número 28 del draft de 2007. Retrasó hasta 2010 el salto a la NBA en otro caso claro de jugador que esperó a ser dominante en Europa: lo era (en sus tres últimos años en el Baskonia rondó los 14 puntos, 6 rebotes y 16 de valoración media). A pesar de llegar a un destino ideal para un jugador no estadounidense (los multiculturales Spurs) tardó en tener impacto pero acabó siendo un jugador importante en la consecución del anillo 2014. Ya está en más de 8 millones de dólares anuales después de prácticamente doblar sus números de rookie en sólo un par de temporadas. El típico caso de jugador por el que se matarían todos los grandes de Europa si decidiera volver. Pero no tiene pinta de que vaya a hacerlo. No por ahora.
-Kostas Papanikolaou: 24 años, número 48 del draft de 2012. Brilló con el Olympiacos que ganó dos Euroligas seguidas (impresionante su Final Four 2012). Firmó por el Barcelona y jugó una temporada irregular antes de irse a Houston. Por ahora ha encajado a la perfección en un equipo que le pide defensa, energía y aprovechar los tiros que liberan entre Harden y Howard. Por ahora, tiene plaza en uno de los mejores equipos de la NBA: juega más de 25 minutos por partido, anota 6,4 puntos y coge 4,3 rebotes. Ante los Lakers jugó su mejor partido hasta ahora. 19 puntos y 6 rebotes.
- Joey Dorsey: 30 años, número 33 del draft de 2008. Un caso sorprendente: después de intentarlo durante tres años en la NBA, se fue a Europa, donde se labró su reputación como energy guy, pívot de movimientos toscos pero tremendo físico y una altura (2,05 escaso) que le mantenía alejado de la NBA. La temporada pasada Xavi Pascual le sacó rendimiento en el Barcelona (casi 10 de valoración media en Euroliga). En verano decidió irse a Houston Rockets a dar minutos de descanso a Dwight Howard. Le ha costado entrar en dinámica pero lo va consiguiendo, gracias sobre todo a los problemas físicos de Howard. Acaba de firmar 7 puntos y 8 rebotes ante los Grizzlies de Marc Gasol.
-Damjan Rudez: 28 años, no drafteado. Dos buenas temporadas con el CAI (10,7 puntos de media con un 4% en triples) despertaron el interés de algunos equipos de Euroliga pero no vaticinaban grandes cosas en la NBA. Pero en Estados Unidos gustan los aleros altos y con buena muñeca y el croata está aprovechando la precariedad de unos Pacers que han dejado de ser aspirantes con la marcha de Lance Stephenson y la lesión de Paul George. Juega 17 minutos por partido, anota 4,8 puntos y busca su toque desde la línea de tres (36%). Ha anotado dos veces once puntos y está por ver si puede establecerse como un jugador estable de rotación.
-Giannis Antetokounmpo: 19 años, número 15 del draft de 2013. Está esta lista con alfileres y como síntoma extremo de los tiempos actuales. El CAI le fichó de la segunda griega cuando cumplió 18 años pero no llegó a jugar en Aragón: la NBA no espera ante un talento semejante en un envoltorio de 211 centímetros. Después de un año rookie de suave aterrizaje, empieza a jugar partidos imponentes en una segunda temporada en la que ya está en 11,6 puntos y 5,9 rebotes por partido. Dadas sus facultades y su juventud, es un caso claro de jugador cuyo salto temprano a la NBA es comprensible. Y cuyo techo, por otra parte, es imposible de imaginar.
-Ricky Rubio: 24 años, número 5 del draft de 2009. Ricky se fue a la NBA en 2011, con apenas 21 años pero cuando ya parecía un veterano porque llevaba en la ACB desde los 14 y había sido campeón de Europa con el Barcelona. Otro jugador que supo medir sus tiempos y que, a pesar de las lesiones y de algunos problemas con el tiro y la anotación que han puesto algún asterisco en su rendimiento, cobrará a partir de la próxima temporada 14 millones al año y garantiza más de 8 asistencias y 2 robos por partido.
-Robbie Hummel: 25 años, número 58 del draft de 2012. Se hizo un nombre en Santiago (más de 10 puntos y 9 de valoración por partido) y se busca la vida ahora en los Timberwolves. Juega 13 minutos, anota menos de 4 puntos, coge un par de rebotes y cobra menos de un millón de dólares. Uno de esos jugadores que podrían volver a Europa en un futuro no muy lejano.
-Pablo Prigioni: 37 años, no drafteado. Un caso especial. Prigino fue un rookie de 34 años en los Knicks después de una brillante carrera con la selección argentina y en España, donde jugó entre 1999 y 2012. Se ha demostrado a sí mismo que podía ser jugador NBA (casi 20 minutos y 3,5 asistencias de media en su segunda temporada). Este año mantiene, más o menos, sus números en unos Knicks caóticos y tiene contrato garantizado en la Gran Manzana para el próximo curso 2015-16: más de 1,7 millones de dólares.
-Joel Freeland: 27 años, número 30 del draft de 2006. Otro caso de jugador que por ahora prefiere ser cola de león que cabeza de ratón. En Europa sería uno de los pívots más determinantes (12,2 puntos y 6,1 rebotes en su última temporada de Euroliga con Unicaja). Pero lo sigue intentando en unos Blazers en los que tampoco está rompiendo esta temporada a pesar de un verano prometedor. Juega poco más de 10 minutos y promedia 2,9 puntos y 3,6 rebotes. En doce partidos ni ha pisado la pista. Cobra más de 3 millones de dólares y acaba contrato. Será muy interesante ver qué sucede con su futuro: si decide volver a Europa, muchos grandes se pegarán por ficharle.
-Joe Ingles: 27 años, no drafteado. Deslumbró en Granada (2009-2010), no terminó de despuntar ni en el Barcelona (2010-13) ni en el Maccabi la temporada pasada, pero se reivindica cada vez que juega con Australia. Otro jugador cuyo salto a la NBA, pese a que hacía tiempo que flirteaba con esa posibilidad, fue sorprendente. Apenas cobra medio millón de dólares en unos Jazz que le usan como jugador de rotación larga (18 minutos, 3 puntos de media) y no tiene contrato para la próxima temporada. No sería raro verle de vuelta en un equipo de Euroliga en el otoño de 2015.